Capítulo 21.

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Siempre imaginé a cerbero como un gran negro mastín. Pero el era una mezcla entre un rottweiler y un pitbull. Él era dos veces del tamaño de un mamut, casi invisible, y la mejor parte, tenía tres cabezas.

Los espíritus de los muertos caminaban directo hacia él, sin nada de miedo. Las filas de OPERADORA DE SERVICIOS se separaban a cada lado de él.
Los espíritus de EZ MUERTE caminaban derecho entre sus patas delanteras y debajo de su vientre, cosa que podían hacer sin siquiera agacharse.

-Estoy empezando a verlo mejor.- murmuró Lena.- ¿Por qué será eso?

-Yo creo....- Winn humedeció sus labios.- Me temo que es porque estamos más cerca de estar muertos.

La cabeza de en medio del perro se estiró hacia nosotros. Olisqueó el aire y gruñó.

-Puede oler lo que vive.- dije maravillada.

-Pero eso está bien.- dijo Winn, estremeciéndose al lado mío.- Porque nosotros tenemos un plan. ¿Cierto?

-Si. Un plan.- Lena dijo. Nunca escuché su voz sonar tan pequeña.- Un plan.

Al movernos hacia el monstruo, la cabeza del medio nos gruñó, luego ladró tan fuerte que mis ojos se sacudieron.

-Winn, sabes que está diciendo.- dijo Lena.

-¿Kara, puedes entenderlo? Porqué justo ahora yo no.- me preguntó Winn.

-Oh si.- dije.- Puedo entenderlo.

-¿Qué dice?

-No creo que exista una palabra de cuatro letras que lo traduzca, exactamente.

-Hey compañero.- lo llamó Lena mientras sostenía un enorme palo.- Apuesto a que ellos no juegan mucho contigo.

-¡GRRR!

-Buen chico.- dijo débilmente balanceando el palo. La cabeza de en medio siguió el movimiento, las otras dos cabezas seguían con sus ojos en ella, ignorando completamente a los espíritus. Lena tenía la atención completa de cerbero, y no estaba segura de que eso fuera una cosa buena.

-¡Búscalo!.- tiró el palo lo más lejos que pudo hacia la penumbra, y claramente escuché el sonido que hizo al caer en el río estigio. Cerbero la miró, nada impresionado. Sus ojos estaban tétricos y fríos.
Adiós al plan.
Cerbero ahora estaba haciendo un nuevo tipo de gruñido, más profundo abajo en sus tres gargantas.

-Um.- Winn dijo.- ¿Kara, Lena?

-¿Si?.- dijimos las dos al mismo tiempo.

-Solo pensé que querrían saber que ya entiendo lo que dice.

-¿En serio?

-Si, en serio. Cerbero está diciendo que tenemos diez segundos para rezarle al dios de nuestra elección. Después de eso... bueno... tiene hambre.

-Esperen. Creo que tengo una idea.- dije empezando a registrar a través de mi mochila.

-Cinco segundos.- Winn dijo.- ¿Corremos ahora?

Saqué una pelota de goma roja del tamaño de un puño. Levanté el balón y me dirigí directamente a Cerbero.

-Amigo ¿Ves la pelota? ¿Quieres la pelota, Cerbero? ¡Siéntate!

Cerbero se veía tan petrificado como lo estaban Lena y Winn.
Sus tres cabezas se inclinaron hacia los lados olfateando.

-¡Siéntate!.- llamé de nuevo.
Estaba segura de que en cualquier momento me convertiría en el juguete para perros más grande del mundo.
Pero en cambio, cerbero lamió sus tres conjuntos de labios, se movió sobre sus patas traseras, y se sentó, inmediatamente aplastando a una docena de espíritus quienes estaban pasando por debajo de él en la línea de EZ MUERTE.
Los espíritus hicieron amortiguados silbidos mientras ellos se disipaban, como el aire fuera de las llantas.

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