Capítulo 5.

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Me dirigía a la casa grande a ver a Dioniso, y en ningún momento pude sacarme de la cabeza a esa chica llamada Lena, era muy hermosa y tenía los ojos más bonitos que jamas haya visto. Incluso podría atreverme a decir que ella era más hermosa que Afrodita.
No me di cuenta de en que momento llegué, pero ya estaba parada frente a la puerta y cuándo iba a golpear la puerta, Dioniso salió y me recibió con una sonrisa torcida.

-Hey! Kara, te estaba esperando, pasa tenemos algo importante de que hablar.- eso último lo dijo con tono serio.

Una vez dentro de lo que él llamaba su oficina, me ofreció una lata de coca cola de dieta la cuál acepté gustosamente.

-Dime, ¿sabes porqué te mandé a llamar?.- comenzó a hablar, y por el tono que usaba, sabía que no era nada bueno.

-No señor no lo sé.- respondí.

-Bien...... te mandé a llamar por dos motivos, así que seré breve e iré directo al grano contigo. Alguien robo el rayo de tú padre.

-¡¿QUE?! No. Eso no es posible.- No podía creer lo que me estaba escuchando, como alguien podía robar el rayo maestro, el arma más poderosa jamás creada. Dioniso debió adivinar lo que estaba pensando porqué volvió a hablar.

-No es una broma Kara. Se que parece algo imposible, pero esa es la razón del porqué "inexplicablemente" hay nubes de tormenta por casi todo el país.- dijo para después darle un sorbo a su bebida.- Tú padre esta furioso.

- Y no es para menos ¿Saben o al menos tienen idea de quién pudo robarlo?

-Si. Tú padre cree que fue Poseidón.

-¿El viejo barba de percebe?.- Dioniso asintió.- Creí que no se podían robar los poderes entre ellos.

-Y no pueden.- dijo.- Pero los semidioses si.

-Entonces mi padre creé que Poseidón envío a un semidios a robarle el rayo maestro.

-Exacto. Por lo mientras ya envío a Apolo, Artemisa, Atenea, Ares y Hermes a buscarlo.

-Bueno, tiene a Artemisa buscando el rayo, ella es la mejor rastreadora que existe. Es muy seguro que lo encuentre ella.

- Tal vez. Pero por eso estás aquí.- dijo reclinandose en su silla.- Hace poco hablé con dos de tus patronas, y llegamos a una misma conclusión.

-Y cuál fue esa conclusión.- pregunté un tanto intrigada.

-Fue que..... No queremos una guerra.

-¿Una guerra?

-Así es. En el olimpo ya se estan eligiendo bandos.- dijo levantándose de su silla y comenzando a caminar.- En el lado de tú padre estan Hera, Atenea, Artemisa, Apolo, Hefesto y Hermes. Y en el lado de Poseidón estan Ares, Afrodita y Demeter.

-¿Que hay de usted?

-¿De mí?.- asentí a su pregunta.- Me mantendre neutral al igual que Hestia.

-Comprendo, pero aún no entiendo una cosa, usted dijo que me llamó por dos cosas.

-Si, la primera fue para decirte sobre el robo.

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