Capítulo 23.

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-¿Van a pelear ahora?.- les preguntó Kara.- ¿O van a ocultarse detrás de otro animal de compañía?

La cara de los gemelos era de color morado con rabia.- ¡Cuidado, mocosa.
Nosotros podríamos convertirlos en...!

-Una cucaracha.- le dije.- O una solitaria. Sí, estoy segura. Eso los ayudaría para salvarse de una paliza divina, ¿no?

Llamas danzaban en la parte superior de sus gafas.- Oh, mocosa insensata, estás realmente pidiendo que te estrelle en una mancha de aceite.

-Te equivocas Fobos.- dijo Kara.- Lena no esta pidiendo eso. Yo por otro lado... Si pierdo, me conviertes en todo lo que quieras. Toma el rayo. Si gano, el yelmo y el rayo son míos y ustedes tienen que irse.

Fobos se mofó.
Él movió el bate de béisbol del hombro.

-¿Cómo te gustaría ser aplastada: a lo clásico o moderno?

Kara solo se encojio de hombros, como si no le importara su vida.

-Clásico será.- dijo Fobos. El bate de béisbol se convirtió en una enorme espada doble. La empuñadura era una calavera de bronce con un rubí en su boca.

-Kara. No hagas esto sola. Ellos son dioses.

-¿Y quién dijo que lo haría sola?.- contestó sonriendo.- Tú también pelearás, así que prepárate. Esta será tu primer lección.- dijo Kara.

-¿Primer lección?

-Si. Trataré de ser rápida y breve, así que escuchame atentamente.
Primero. Cuándo estás en el campo de batalla debes estudiar por completo a tú enemigo. Por desgracia tú no puedes hacer eso ahora. Afortunadamente yo ya lo hice. En resumen Fobos es el idiota, Deimos es el listo. Lo que implica que...

-Que Deimos es el más peligroso.- dije completando lo que ella diría.

-Exacto.- asintió sonriendo.- Ahora. Tú te enfrentarás a Fobos, por lo que recomiendo que ataques su lado izquierdo.
Segundo. ¿Recuerdas lo que hicimos en la piscina del motel?.- preguntó y yo asentí.- Pues quiero que hagas lo mismo ahora. Ya estás dentro del mar, eso debería ser muy favorable para ti.

-Pero que se supone que haré con el agua.

-Solo piensa.

-¿Qué?

-Escucha. Cuándo llegue el momento de pelear, el agua se conectará contigo de un modo diferente. Esta vez no solo te dará energías, deberá responder a lo que sea que estés pensando. Pero debes tener cuidado, ya que es la primera vez que lo harás, procura no hacer cosas muy grandes, o podrías agotar toda tu energía y morir.

-Nada grande. De acuerdo.

-Bien. Entonces....

-Toma.- dije tendiendole la mochila.- No creo que sea bueno que lleve eso mientras este en el mar.

-¿Ya terminaron de declararse su amor?.- gritó Fobos. Los gemelos se fueron acercando a nosotras, sus espadas brillaban como el fuego en la salida del sol.

-Hemos estado luchando por toda la eternidad. Nuestra fuerza es ilimitada y no podemos morir. ¿Qué tienen ustedes?.- dijo Deimos.

Un ego pequeño, pensé, pero no dije nada.
Volví a pensar en lo que Winn había dicho en Denver, hace mucho tiempo: Los gemelos tienen fuerza. Eso es todo lo que tienen. Incluso la fuerza tiene que saber de la sabiduría a veces.
Estaba tan metida en mis pensamientos, que no me había dado cuenta de que Kara se estaba acercando cada vez más a los gemelos.

Fobos se acercó a toda prisa. Pasó junto a Kara, y se notó ligeramente sorprendido de que ella no lo detuviera. Pero rápidamente su rostro sorprendido pasó a uno de total diversión.
Cuándo estuvo más cerca, lanzó dos cuchillos de caza, y mi cuerpo pensó por mí.
El agua parecía empujarme en el aire y me catapultó por encima de él, pero Fobos era igual de rápido. Se torció, y trató de golpearme con su espada. El golpe que debería haberlo atrapado directamente en la columna fue desviado por un escudo de agua.

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