XXVII

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Narra Michael
—Sólo será rápido. Después de aquí te dejaré con tus abuelos. — le dije a Fernanda estacionandome frente al bar en el que me citó el padre de Valentina.

—No,no,no.—negó con la cabeza. —está bien, tardate lo que tengas que tardar, aquí voy a esperarte.

—Okey, gracias.— abrí la puerta— será rápido.

—Tengo veinte capítulos más para leer y una limonada helada, no hay prisa.— sonrió mostrándome uno de sus libros.

Asentí con la cabeza y salí del coché, cerré la puerta y guardé las llaves en el bolsillo de mis jeans.

Me aproximé al lugar, parecía ser un bar demasiado lujoso ya que las personas que ahí se encontraban no eran personas cualquieras. Miré a Jorge sentado en una mesa alta, mirando a través de un gran ventanal que tenía vista hacia un mini jardín.

—Jorge.— lo saludé.

—Michael.— se levantó. — ¿Qué tal? ¿Cómo estás?

—Estoy que es lo que importa.— respondí.

—Gracias por venir.— se sentó— siéntate por favor. ¿Gustas algo de beber?

—Tengo resaca, no sería una buena idea.— lo miré serio.

—Lo suponía, no tienes buena pinta.— bebió de su vaso.

Miré la silla y me senté en ella.

—Bueno, ¿venimos a hablar de mi?

—No— negó con la cabeza.—sabes de qué quiero hablar.

—De lo que pasó ayer.— le dije.— ¿No es así?

—Exacto.

—¿Qué quiere saber?— me crucé de brazos.

—Mira Michael,Valentina no está bien.

—Lo sé.— asentí — no puedo hacer nada.

—Puedes hacer mucho, creerlo.

—¿A sí? ¿Y cómo qué?

—Cómo decirme por qué me oculta todo. ¿Ella te dijo algo? ¿Te dice algo?

—No controlo su vida. No lo sé.— recalqué.

—¡Lo sabes Michael! ¿Por qué ayer no fuiste a consultar primero conmigo lo que hiciste, lo que hicieron?

—Lo sabe.

—No, no lo sé niño. Te hubiese agradecido que lo hicieras, de verdad.

—¿Ahora resulta que ha cambiado completamente de decisión? ¿Ya no me meterá preso?- me reí.

—No, porque hubieses sido sincero. No me hubiera preocupado de esa forma.

—Me hubiese mandado al diablo, me hubiese echado a la policía o no sé y yo lo único que quería era estar con ella. Yo no correría ese riesgo.

—¿Y por qué no Norma fue a pedirmelo? ¿Tan cobarde es? Cometiste un error al no hacerlo Michael, al ser su mandadero. Te hubiera agradecido con el alma que me lo hubieras comunicado directamente a mi. Me hubiera evitado tanta preocupación. Tres horas sin saber de ella ¿Cómo debía sentirme?

—A ver, a ver.— negué con la cabeza. — tengo dos preguntas. ¿Norma qué tiene que ver con esto? ¿Por qué la menciona?

—Ella...— se detuvo y me miró fijo, después suspiró. — Valentina me dijo que tú habías ido por ella porque su madre quería verla, que por eso ella lloraba y estaba tan mal. Es mentira ¿cierto? — se quejó.

2.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora