2.Mi Hermanastro-Michaentina (Adaptada)

XXXXI

Falta poco...

Narra Michael

—¿Por qué pasó?— cuestiona Ruggero sentado en el sillón individual de la habitación.

—Su madre, no es necesario mencionar que ella está loca ¿cierto?— digo.

—¿Qué hiciste para provocarla? Tú y yo sabemos que ella no te lastimó nada más porque sí ¿cierto?

—No nos quiere juntos, por más tonto y ridículo que suene esa es su razón ¿Qué más necesitaba?

Se queda mudo mientras me mira con una ceja arqueada, sabía que no podía engañarlo.

—Ella ama a Valentina, no es tan estúpida como para matarte, sabía que si lo hacía Valentina jamás podría perdonarla siquiera. ¿Qué hiciste?

—Norma...— suspiro.— Norma es una hija de puta Ruggero, ella no merece vivir. Dijo que Valentina fue producto de una violación, que no fue deseada y que su padre es un jodido drogadicto que quiere comprarla.— frunzo el ceño.— no sé si sea cierto o no, pero me dolió, me dolió tanto ver su carita tan triste al escuchar eso, al escuchar que la violación que sufrió en el internado la tenía merecida...

—¿Qué?— lo escuché murmurar.

—Me bloqueé, me bloqueé y lo único que pensaba al quedarme solo con ella fue hacerle daño, mucho daño. Quería hacerle pagar todo el dolor que me ha causado, el daño que le ha hecho a Valentina, quería que muriera. Sin pensarlo ni un segundo me acerqué a ella ignorando por completo que me tenía apuntando con un arma. La tomé del cuello y la llevé hacia una pared para golpear su espalda con la misma, apreté su cuello lo más fuerte que pude hasta que sentí algo golpear mi pecho.Rugge yo...

—Mike, pudo haberte matado ¿Por qué mierda hiciste eso?

—Lo hubieras hecho si hubieras estado en mi lugar, estoy seguro.

—Pero afortunadamente no lo estoy y puedo decirte que fuiste un completo imbécil ¡Tenía un arma! ¿Y tú qué? ¿Tú qué tenías? ¡Mierda en la cabeza! ¡Lo único!

—Me dolió verla así Ruggero, entiendeme.

—¡No puedo aunque quiera!— alza la voz.— ¡No sé que hubiera hecho si te hubieras muerto!

Lo miro molesto y le sonrío.

—Me amas.

—¡Jodete Ronda!— frunció el ceño.

—Estoy bien, no te preocupes más. Afortunadamente nada pasó.— río bajo.— te quiero guapa, no te enojes.

Rueda los ojos molesto y niega con la cabeza.

—¿Y qué hay con Valentina?

—¿Qué hay con ella?

—Y Norma.

—No lo sé, si ella me pide que retire cargos no lo haré.

—Es su madre.

—¡Lo sé! ¡Pero no quiero ser bueno! Siempre que soy bueno todo sale mal.

—Le dolerá ver a su madre encerrada ¿No crees?

—¿Qué tengo que hacer entonces?— pregunto.— ¿Ir y retirar los cargos? ¿Dejarla libre?

—Esa será tú desicion.

—Pues no sé, pensándolo bien, quizá sea lo mejor.

—¿Lo mejor para ti o para ella?

—Sé como se siente no tener a tu madre contigo.

—Tu madre era un amor de persona, no compares Michael.