8:- parte 1

16 1 0
                                    

-El padre Xavier Espinosa estaba irritado. No lograba desprenderse de la sensacion de que alguien lo observaba en secreto. Era algo distinto de la mirada curiosa de los cientos de ojos que lo contemplaban.
Ya habian examinado repetidas veces a la multitud reunida en el quemadero en el exterior de las murallas de Toledo,pero no logro descubrir al que lo observaba. Los rostro de la turba detras de la valla eran uniformes,al igual que los de los grandes y de la infanta instalados en el podio,o los de los inquisidores sentados en hileras alrededor del troml de Santo Domingo. El  Gran Inquisidor,cardenal Gaspar de Quiroga,habia tomado asiento en el trono. El padre Xavier vio el brillo de unos anteojos y supo que el joven Hernando Niño de Guevara estaba presente;era el hermano del padre Xavier  in dominico y la mano derecha del Gran Inquisidor. El padre Hernando se habia preparado para presidir el Auto de fe,puesto que en agosto el cardenal de Quiroga habia sido invitado al conclave para elegir al nuevo Papa. Perp el cardenal de Quiroga habia rechazado la invitacion diciendo que como de todos modos no seria elegido,sus hermanos cardenales sabrian que hacer en su presencia,y ademas la exterminacion de los herejes en la ultracatolica España resultaba mas importante que la eleccion del Santo Padre de Roma. De hecho,el cardenal tuvo razon en al menos dos aspectos: no lo habian elegido en la primera votacion y los cadenales no tuvieron ninguna dificultad para elegir al anodino Giovanni Battista Castagna como Papa.
El padre Xavier sintio que le invadia el enfado:no deberia haberse permitido semejante distraccion. Lo unico que no impedia su concentracion eran los lamentos de los condenados que se retorcian aprisionados por las cadenas que les rodeaban la cintura y las muñecas;tras presenciar un numero suficiente de quemas herejes,uno aprendia a hacer oidos sordos ante las suplicas humanas tan desgarradoras. Ni siquiera los gritod de la joven llamando a su madre conmovian su indiferencia profesional,mas bien se encontraban en calcular cuanto tiempo lo soportaria el vicario general Garcia Loayasa-

¡Acabare con esto ahora mismo!-mascullo Loayasa-

Una sabia decision-susurro el padre Xavier-

Tengo el poder de concederle indulgencia a la joven,¿verdad,padre Xavier?

-Este hecho un breve vistazo al rostro caballuno,enjuto y torturado del vicario general. Habia previsto que esa noche Garcia Loayasa tomaria esta decision en cuanto viera a los condenados. Se decia que el vicario general tenia hijas repartidas por todo Toledo y que estaba desesperado por obtener un abispado,porque el dinero para mantener,educar y proveer de dote a su pequeño ejercito de hijas enjutas de cara caballuna no le alcanzaba-

Su ilustrisima es el representante del arzobispo de Toledo-dijo el padre Xavier-El Gran Inquisidor tiene el poder de impartir justicia;su ilustrisima tiene el poder de ser misericordioso

-Loayasa se mordio el labio-

Podria volver a mostrarle la cruz;si se desdice de sus falsas convicciones y la besa,podre ahorrarle la hoguera,¿verdad?

Podeis hacerlo,Ilustrisima.

Seria un acto cristiano,¿ni lo creeis asi,padre Xavier?

Por supuesto. El cardenal de Quiroga,el Gran Inquisidor, intento por todos los medios convencer a la joven de que se dijera,incluso durante los primeros interrogatorios. Es lamentable que la desdichada endureciera su corazon y se negara tozudamente

Ya-dijo el vicario general Loayasa en tono lastimero,sin despejar la mirada de la tribuna

-La joven tiraba de las cadenas y se retorcia como loca. De tanto gritar,su voz se habia vuelto ronca. La cabeza afeitada y al obsceno atuendo amarillo de la verguenza la hacia parecer aun mas joven de lo que era. No podia tener mas de catorce años. El padre Xavier aborrecia la idea de que una vida tan joven acabara de manera tan espantosa y a la vista de todos, y tambien aborrecia al Gran Inquisidor de Quiroga por no haber elegido el camino mas facil: dar muerte a la condenada durante el interrogatorio. Siempre habia que contar con que la repugnacia de los espectadores ante las falsas enseñanzas de los protestantes se convirtieran en compasion por un unico condenado cuando este era casi una niña de aspecto delicado,y que llamaba a su madre con gritos que partian el corazon  mientras el fuego abrasaba sus carnes-

No lo soporto mas-dijo el vicario general,y se puso en movimiento-

Permanecere a vuestro lado,ilustrisima-dijo rapidamente el padre Xavier-

Gracias, padre

-Cuando se encontraron ante la joven y alzaron la vista para mirarla,un murmullo recorrio la multitid. Garcia Loayasa se volvio,repentinamente intimidado por la atencion de los espectadores. El padre Xavier vio que el Gran Inquisidor cardenal de Quiroga se inclinaba hacia delante. El vicario general le quito la larga vara al sacerdote apostado delante de la hoguera y sostuvo la cruz de claba en el extremo ante el rostro de la joven-

Desdicete,alma desdichada,y obtendras la misericordia de Cristo-murmuro. La joven se debatia entre las cadenas y gritaba. Tenia los tobillos y las muñecas ensangrentadas.
Gracias al pataleo,habia alejado los leños de la hoguera y era imposible que el humo la asfixiara antes de que el fuego la alcanzara-

Por todos los santos,¿donde esta su madre?-exclamo Garcia Loayasa-

-Fue la mismisima madre de la joven quien la entrego a los jueces. El padre Xavier habia asistido al ultimo interrogatorio. Los verdugos tuvieron que emplearse a fondo y contorsionado-

Dios el señor sabra donde esta,su ilustrisima-dijo el padre Xavier-

Desdicete-murmuro el vicario general y alzo la cruz,que se balanceo ante la condenada,que agitaba la cabeza de un modo salvaje-desdicete,niña,desdicete,no querras arder,desdicete y regresa al seno de la verdadera iglesia,desdicete...

-El verdugo,que aguardaba detras del poste de la hoguera a que en el ultimo segundo alguien disimuladamente le diera la orden de utilizar la cuerda para ahorcar a la desdichada con disimulo mientras encendia la hoguera,mantenia su perpleja mirada clavada en el vicario general. En una mano sostenia la cuerda,en la otra la mordaza que impediria que la condenada lanzara una maldicion-

Estoy impresionado,ilustrisima-dijo el padre Xavier-la actitud cristiana de su ilustrisima no tiene limite.incluso frente a la amenaza de su propia ruina,su ilustrisima hace lo que sonsidera su deber como cristiano
-
¿Que?-pregunto el vicario general-

Dios el señor y su hijo jesucristo contemplan y ven como intenta ahorrarke el justo castigo a una pecadora. Tambien nuesto señor jesucristo perdonl a los pecadores,aunque san Pedro,su representante,considero justo abatir a Ananias y a Safira debido a su traicion a la comunidad

No pretendo llevar a cabo las decisiones del señor-exclamo Garcia Loayasa-y tampoco contradecir a san Pedro.

-El padre Xavier oyo la pregunta no formulaba detras de las palabras del vicario general y sonrio
El vicario general bajo la cruz y el padre Xavier vio que la joven clavaba la mirada en el crucifijo-

Pero puedo ser misericordioso,¿verdad,Padre Xavier?

Por supuesto su ilustrisima. Y si su ilustrisima me lo permite,deseo volver a expresar mi gran admiracion por el valor con el cual ilustrisima se arriesga a exponer su propia alma al peligro de la condenacion para ahorrarle a esta desorientada y pecadora hija del diablo la tortura del fuego purificador.

-La joven dejo de gritar. Tenia la cara cubriera de mocos y lagrimas. Bizqueaba mirando la cruz y un gemido broto de su garganta-

¿La condenacion?-repitio Loayasa-

Por no hablar del coraje de su ilustrisima frente a todos los fariseos que se negarian a elevar al trono del obispo a un hombre que mostrara demasiada compasion por una hereje y que tal vez tengs alguna relaciom con el maldito pecado de la herejia...

La herejia-repitio el vacario general Loayasa-

Pero estoy convencido de que cuando su ilustrisima se encuentre ante el juez supremo y sea sopesado,entonces el hecho de que actuara movido por la compasion casi eliminara el pecado que supone que haya impedido la purificacion de un alma mal encaminada

Casi eliminara-repitio Loayasa-

-La joven empezo a susurrar-

Perdonameseñor,perdonameseñor,perdonameseñor-oyo el padre Xavier;el susurro se convirtio en un gemido-¡perdonameseñor ytusierva,perdonameseñormedesdigomedesdigomeDESDIGO!

la biblia del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora