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-Cuando sus piernas flaquearpn y tuvo que sentarde en el suelo como una muñeca de trapo,Agnes recupero el oremus. Redpiraban tan entrecortadamente que vio puntos  ojos flotando ante sus ojos;sentia que estaba a punto de asfixiarse. Poco a poco recordo por que habia huido. El zumbido desaparecio de sus oidos y volvio a escuchar las palabras:
<<que vuestra hija Agnes en realidad no es hija vuestra>>
<<asi es.>> <<¿nunca se lo dijiste?>> <<debifo a su version por la niña y su origen.>> Volvio a sentir el mismo horror pero ya no le quedaban fuerzas para huir. Sabia que las palabras no suponian una broma de mal gusto porque su padre no solia hacerlas,y tampoco era una menrira,pirque no existia ningun motivo para inventar esa historia. Asi que era verdad: su padre no era su padre y su madre no era su madre, su visa entera eta una comefia en la que,de un modo inconciente,habia interpretado el papel principal. Agnes ignoraba que le causaba mas dolor: la historia en si,la velocidad con la cual se la creyo, la circunstancia de que convertia cierta conducta extraña,ciertas miradas de soslayo y ciertos rapidos comentarios de su madre en totalmente plausibles,el descubrimiento de que un completo extraño se enteraba de la verdad mientras que Agnes fue alimentada con mentiras ....,o el sencillo hecho de que las palabras fueran pronunciadas por la persona que poseia todo su afecto puro e inocente y por cuya integridad hubiera jurado,incluso en la hoguera:su padre. Durante dieciocho años solo le habia contado mentiras.
Agnes se echo a llorar y ya no pudo parar. Se encogio,hundio la cara entre las manos y,mientras en su cabeza ardia el recuerdo del desconocido que,de pie en la habitacion, llameaba como una antorcha invisible de desprecio y de maldad llenando su propia alma con una mezcla de desencanto,colera y tristeza,sollozo de dolor en medio del polvo de la calle.
Agnes Wiegant acababa de morir,y sin embargo vivia. Agnes Wiegant acababa de perder a su familia y sin embargo tenia madre y padre. Agnes Wiegant acababa de descubrir que era nada,menos que la mas humilde de las criadas de su casa que,aunque tambien eran nada,al menos conocian su origen.
Sus hombros se agitaban,los sollozos sacudian todo su cuerpo. Percibio el sabor de la mugre de la calle,de sus lagrimas y los mocos. Era un alma que flotaba en medio del oceano de una humanidad de la que de repente ya no sentia formar parte,una hoja solitaria desprendida del arbol. Era todo eso y muchas cosas mas que le arrancaban el corazon de cuajo,oprimian su alma y la hacian gemir como un lobezno,peeo en realidad solo era una niña que de pronto comprobaba que estaba sola en el bosque y que ni siquiera osaba pedir ayuda porque estaba convencida de que nadie la oiria-

-Despues de un rato el agotamiento la hizo enmudecer. Alzo la cabeza, se restrego la cara con una mano pringada de arena, humedad y mocos,se estremecio y por fin se incorporo. Todo el cuerpo le dolia como si la hubiera pisoteado y,cuando se le ocurrio esa comparacion, solto un bufido. ¿Acaso no era exactamente asi?
Las lagrimas brotaron una vez mas,pero las reprimio. Se sentia hueca,como si toda su existencia fuera un huevo hinchado de cascara quedradiza que tiembla en el viento. Sentia frio;el suelo estaba seco pero aun conserva el frio del invierno. Agnes clavo la vista en sus manos:bajo la mugre vio que estaban azules y suspiro-.
Agnes Wiegant-susurro. Su voz sonaba forzada y ronca. De sus ojos aun brotaban las lagrimas-no eres nadie

Dante se daria la vuelta en la tumba-dijo una voz a su lado-

-Agnes se volvio. Por primera vez se dio cuenta de donde estaba. La calle ascendia a lo largo de una empinada ladera hasta llegar a un puente de madera. Bajo la palida luz de marzo,la madera parecia negra,el terreno ondulado detras del puente,gris y exhausto;las montañas ostentaban un tono azulado que parecia desteñido porque la nieve que cubria las laderas era del mismo color del cielo. No veia el rio que fluia bajo el puente,pero a la derecha havia casas,chozas y destartalados tenderetes;la profunda hondanada que los flaqueaba debia de ser el brazo del rio. Junto a Agnes, tan proximo que podria haberle rozado con el brazo estirado,habia un hombre en cunclillas. Llevaba el pelo casi tan corto como los campesinos,sus hombros tenian un aspecto redondeado y fuerte,sus brazos eran fornidos y todo su cuerpo estaba tenso. Mantenia la vista orientada al oeste,contemplo los cansados rayos de sol Agnes vio la sombra de la barba en sus mejillas y esta lo hacia parecer un bribon y mucho mas viejo. Por fin el giro la cabeza y la miro;la luz sesgaba dulcifico su rostro que de repente parecio juvenil. Sonreia y una mancha de sol danzaba en sus ojos-

¿Te encuentras mejor?-pregunto-

-Agnes se seco las lagrimas-

¿De donde has salido tu?-murmuro-

-El hombre miro por encima del hombro sin cambiar de posicion. Ella siguio la mirada de un modo automatico: uno de los talentos de el xonsistian en lograr que ella siempre siguiera su mirada,como si cualquier escena que el contemplara siempre fuera mas interesante que tofo lo demas. Los techos y las torres de Viena relumbraban contra el fondo verde grisaceo del bosque; los solidos baluarte de la ciudad proyectaban sombras sobre la llanura cubierta de guijarros y hierba que rodeaba la ciudad-

De alli-dijo el y volvio a dirigirle la mirafa. La sonrisa de sus labios se reflejaba en sus ojos pero sin ocultar la preocupacion que expresaban-

¿Y adonde te diriges?-dijo Agnes, lanzando un suspiro-

Hacia aqui-dijo,señalandola-

-Agnes se sorprendio devolviendole la sonrisa,y la misma sorpresa hizo que sus lagrimas volvieran a brotar-

¿Porque?-pregunto con voz ahogada-

-el la contemplo con expresion sosegada-

¿Que porque estoy aqui? Delante de tu casa se ha producido un pequeño alboroto: el señor Wiegant gritaba <<¡soltadme! ¡He de encontrar a mi hija!>> Un desagradable dominico con cara de pez lo aferraba y decia <<¡lo estais empeorando todo,amigo mio!>> Habia un monton de mirones que hacian comentarios estupidos y ocupaban la calle,y no pude dejar de ir a ver que ocurria

-Agnes se cubrio la cara con las manod y lloro en silencio-

¡Es un diablo!-susurro-¡Es un diablo!

-Despues entreoyo la voz de Cyprian que decia:

Ese dominico...creo que le interesaria al tio Melchior.

-Agnes sintio un escalofrio. Melchior Khlesl,el obispo de Wiener Neustadr,el tio de Cyprian,era un hombre sobre el cual circulaba todo tipo de rumores. Un vicario general, un oficial y un canciller dirigian su obispado,situado al sudoeste de Viena,mientras que el obispo vivia en Viena ocupandose de sus negocios. Muchod le adjudicaban la suficiente influencia en la corte como para apoyar  o derribar al emperador; algunos murmuraban con cierta esperanza que el obispo ya consideraba esto ultimo para liberar al reino de la ociosidad del emperador Rodolfo. En cuanto a Cyprian, Agnes sospechaba que su vinculo con su tio iba mas alla de lo que sabia: que el obispo era el unico miembro de la familia Khlesl en el que Cyprian tenia una confianza sin limites. El vinculo se remontaba a aquel dia en que la diferencia de opinion entre Cyprian y su padre alcanzo un punto algido y el unico que lo defendio fue su tio. Para Agnes, el obispo Khlesl era una sombra gris al que no podia valorar y con respecto al que a veces sentia que bastaria con darse la vuelta para encontrarselo a sus espaldas. Las palabras de Cyprian la atemorizaron,como si el interes del obispo por el inquietante dominico abriera una puerta tras la cual reinaba el caos,y ella seria la primera en parecer-

¿Que queria ese individuo de tu padre?

<<Y resulta que en realidad vuestra hija Agnes no es hija vuestra....>>

Revivir el pasado-susurro y sus palabras le supieron a hiel-

Si no te encuentras mejor,deberiamos regresar

¿Regresar?-pregunto amargamente-¿a donde?

-Cyprian no dijo nada. Agnes levanto la vista-

¿A casa?-siseo-¿quieres decir a casa?

¿Tienes algo en contra?

-Agnes trago saliva,la garganta le dolia como si hubiera tragado astillas de cristal-

Antes no he querido saber como descubriste que me habia escapado de casa

-Agnes percibia su mirada;el rostro del joven no delataba sus pensamientos,pero sus ojos revelaban aquella preocupacion que ya habia visto la primera vez  que se encontraron: si podria ayudarle a ella en algo,si tendria la fuerza suficiente para hacerlo. Agnes sabia mejor que el que siempre dispondria de la fuerza suficiente-

Ahora quisiera saber porque consideras que merecia la pena suficiente-la autocompacion de sus palabras la asqueo y al mismo tiempo le provoco un nuevo acceso de llanto.
El se encogio de hombros y no le respondio de inmediato-

la biblia del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora