-El hombre ardia,asi como debio haber ardido Judas Iscariote al correr hacia el templo con su saquito lleno de monedas de plata para reunirse con los sabuceos,albergando la desesperada ilucion de anular lo que habia hecho. Judas Iscariote habia fracasado y Melchior Khlesl se pregunto si deberia desear que el hombre que tenia ante si tambien fracasara.
Este hablaba en español con un deje de latin que se evidenciaba en las duras consonantes. Sus anteojos estaban tan pringosos que sus ojos. El obispo sospecho que veia a travez de ellos pese al pringue; una mirada como la suya era capaz de penetrar una pared-Padre Hernando de Guevara-dijo el obispo Melchior en su excelente latin apoyando las manos en la mesa-he de confesar que no he comprendido ni una palabra de lo que ha dicho-su rostro no revelo que mentia;habia comprendido perfectamente,y sobre todo una cosa: el hombre joven sentado en la silla de las visitas tenia la muerte de dos papas sobre su conciencia-
-Los ojos aumentados por las lentes parpadearon-
No puedo enmendar lo que he hecho-gimio al padre Hernando-pero puedo impedir que mi culpa sea aun mayor. Necesito vuestra ayuda,ilustrisima.
¿porque la mia,precisamente?
Sois el hombre que vi cuando el santo padre entro en el colegio. Os salude con la cabeza.
¿El papa Inocencio? ¿El cardenal Facchinetti?
Y vos le ayudasteis cuando el...
Murii-dijo el obispo Khlesl,y nadie habria notado que hacia crujir los dientes.
Hice averiguaciones y obtuve vuestro nombre,Ilustrisima.
Y ahora estas aqui. De Roma a Viena en un par de dias. Un viaje agotador,padre.
-A principios de primavera,a lo largo de caminos que solo se diferenciaba de los campos circundantes porque uno no se hundia en el fango mas alla de los tobillos. Pero los dominicos disponian de una amplia red de conventos y claustros,y los otros miembros de la orden que gozaban del permiso de desplazarse por el mundo se caracterizaba por ser capaces de soportar los viajes mas agotadores sin pestañear,incluso sin desayunar y con una sola copa de agua caliente como unico sustento-
Solo debo permanecer con vida hasta haber cumplido con mi mision.
Ahora llegamos a la parte que no he comprendido-dijo el obispo-
Por favor,Ilustrisima...-el desdichado monje alzo ambas manos-estoy seguro de que el santo padre os abrio el corazon.
-El obispo Melchior guardo silencio-
¡La quemare!-exclamo el padre Hernando-si fuera necesario me lanzare a las llamas junto con ella. Si fuera necesario,quemare toda comarca,solo para asegurarme de que deje de existir.
Hummm-musito el obispo,con el corazon en un puño.-Es la obra del diablo,y nadie puede enfrentarse a ella y salir airoso-dijo el padre Hernando-Los planes de Dios no incluye la derrota del diablo. Solo podemos renunciar a el,eso es todo. El cardenal de Gaete y el cardenal Madruzzo...ya no se si realmente quieren destruir el libro.
-Se restrego la cara con ambas manos y los anteojos se deslizaron hacia abajo dejando dos marcas rojas en sus mejillas. Clavo la mirada en el obispo. Con sus gafas torcidas,la cara manchada de mugre,la tonsura erizada y el tufo a sudor,suciedad y ripa enmohecida que emanaba,parecia un preso enloquecido huido de las mazmorras del Vaticano-
¡Perdoname,Dios mio,ya me he mezclafo con el diablo!-gimio-
-Tras el rostro impasible del obispo Melchior sus ideas se arremolinaban. ¿Acaso el destino le habia enviado un complice? Pero un complice como este era peor que mil enemigos. Podia seguir haciendose el tonto y decirle al dominico que prosiguiese su camino,pero entonces,¿que haria el monje? No era ningun idiota,se las habia arreglado para encontrarlo. Si hacia caso omiso de el,el dominico se limitaria a seguir adelante y se convertiria en una piezza imprevisible en esa diabolica partida. Seria mejor intentar dirigirlo,aunque sospechara que eso equivaldria a conducir a un elefante enloquecido a travez de la coleccion de porcelanas del emperador. Tendria que entregarle una tarea,una que lo mantuviera al margen de los acontecimientos-
Bien-dijo el obispo-he ideado algunas cosas,cosas en las que no creo,personalmente.
-El monje dominico callo. Sus lentes lanzaban un brillo apagado. No trato de convencer al obispo de que cambiara de opinion y eso hizo que Melchior Khlesl comprendiera que habia algo que el monje se tomaba en serio: no queria que la Biblia del Diablo cayera en manos de la humanidad.
Tu hermano in dominico,¿se encuentra en Praga? Me temo que esta buscando en el sitio equivocado-dijo el obispo en tono mesurado-
¿Cual es el sitio correcto,Ilustrisima?
Hay una historia. En una iglesia no lejos de aqui,antaño existio un lago subterraneo. Unas aguas oscuras llenas de rumores,luces fantasmales y extrañas criaturas. Dicen que en el centro del lago hay una isla.- ek obispo avanzo a tientas a travez de su version personal de la vieja leyenda,inventandola a medida que hablaba- en esa isla hay un cofre enterrado y quien lo encuentre...
-La mirada del dominico era casi dolorosa. La locura y la esperanza llameaba en ella como el fuego con el que estaba dispuesto a quemar la comarca solo para acabar con la Biblia del Diablo. Con una frialdad que no solo invadio su corazon,el obispo Melchior c omprendio que la unica manera fiable de alejar de todo asunto al monje medio enloquecido seria asesinarlo. La frialdad aumento cuando el obispo reconocio que sus ideas ya habian avanzado en esa direccion: empezaba a pensar en sus contactos:¿a quien conocia que conociera a alguien cuya conciencia se podria aplacar con dineri por haberle destrozado la cabeza a otro con una piedra en una callejuela?-
...encontrara un tesoro-añadio el obispo,inclinandose hacia atras y contemplando al dominico-
-Este lo miro fijamente-
No comprendo-exclamo-
Otra version de la historia afirma que quien abra el cofre alcanzara la sabiduria del mundo.
-Los ojos tras los lentes parpadearon-
¿Donde esta la iglesia?
Espera,padre,espera. He de advertirte.conozco esa iglesia y se que por debajo se extiende un laberinto de antiguas cuevas. Pero....
No me detendran,ni siquiera si las vigila el cancerbero del infierno en persona.
No hay tal cancerbero,padre. Pero hay toneladas de fango endurecido que ocupan todas las catacumbas desde la ultima indundacion. Deberias abrirte paso con pico y pala. Si es verdad que el maldito libro reposa alli,puedes olvidarte de el. Nadie es capaz de llegar hasta el.
-Bajando los parpados,el obispo contemplo al padre Hernando y aguardo a que mordiera el anzuelo. Esperaba de todo corazon que lo hiciera. No queria ser el responsable de su muerte,porque eso habria supuesto que procuraba proteger al mundo de la Biblia del Diablo con los mismos metodos representados por la maldita obra-
Debo aceptar ese riesgo,Ilustrisima-susurro el dominico-si debo excavar excavare. No descansare hasta que vea como arde en llamas con mis propios ojos. ¡excavare aunque me lleve cien años!
Rezare por ti
¿Donde esta esa iglesia?
-El obispo Melchior plego las manos y se permitio una sonrisa. Parecia expresar compasion, pero lo que realmente sentia era un profundi alivio. Empezo a describirle al dominico el camino a la iglesia de Heiligenstadt lo mas detalladamente posible-
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la biblia del diablo
HorrorLa enigmatica historia de la iglesia catolica en sus años Basada en el libro del enigmatico autor Richard Dubell ningunos de los personajes son mios son basados en el derecho del autor Todo es ciencia ficcion nada realidad