16:-

13 1 0
                                    

¿Ni siquiera una conjura de un demonio de poca importancia?

¿Ni siquiera una vaga vision del futuro en un espejo?

-Romzberka y Lobkowicz arrastraron a Andrej por los pasillos del Hradschin, esos que Andrej jamas soño con pisar.
A su paso, los centinelas se ponian firmes, los criados hacian reverencias y se apartaban; sus imagenes se reflejaban en lad columnas espejadas, las pilastras pulidas y las preciosad fuentes de cristal. La cabeza magullada de Andrej palpitaba al ritmo de sus pados apresurados-

No-gimio-

¿Algun truco?

No hace falta que sea magia autentica

-Andrej sintio que la realifad se desprendia de su cuerpo a trozos y quedaba atras, en los aposentos recubiertos de marmol,enlosados,revestidos de madera y dorafos que atravesaban. Romzberka y Lobkowicz lo arrastraban s toda velocidad al centro de la locura. Estaba demasiado espantado para defenderse-

Se jugar <<Tres putas para una verga>>-balbuceo-

-Lobkowicz freno tan de repente que Rozmberka y Andrej casi cael al suelo. El hombrecillo se enderezo y agarro a Andrej del cuello de la camisa-

¿Pretendes organizar una orgia ante los ojos del emperador, so cabron?

No,no,no-gimoteo Andrej-solo lo llamabamos asi. Si nosotros dijeramos <<Tres sombreritos para un bolo>> nadie nos haria caso

¿Quienes son <<nosotros>>?-le especto Lobkowicz-

Nosotros. Los caballeros del empedrado. Quiero decir las ratas de las callejuelas, quiero decir....

Es la chusma que pulula por las callejuelas, que no tiene padres,hogar,pan ni decencia y que procura robar y engañar a los ciudadanos honorables-dijo Rozmberka-

-Lobkowicz parpadeo-

Asi que ese juego-dijo-yo lo conozco bajo el nombre de <<Tres monjas y el padre abad>>-de repente cerro la boca y se ruborizo-

Yo no conozco ese juego-afirmo Rozmberka-

-Lobkowicz siguio arrastrando a Andrej-

¡Avanza,avanza!-le apremio-no puedes jugar a esos juegos de suerte con el emperador

Sobre todo ninguno tan engañoso-comento el baron-

Crei que no conocias ese juego, querido Rozmberka

Solo he oido hablar de el-dijo Rozmberka, lanzandole una mirada asesina a Lobkowicz por encima del hombro de Andrej-

¿Que mas? ¿Que mas? No habras pasado todos esos años como ayudante de maese Scoto en vano, ¿verdad?

¿Todos esos años?-chillo Andrej-¡hace poco que me recogio aqui,en Praga! ¡Y solo limpiaba para el, nada mas!

-Lobkowicz se golpeo la frente y maldijo sin dejar de avanzar a pasos apresurados. Entonces llegaron a una sala cuya anchura parecia aun mayor que la largura de toda la callejuela en donde se encontraba la casa de Scoto, y que era tan enorme que dejaba oir el eco de sus pisadas; el cielorraso parecia tan alto como el cielo exterior. La atravesaron al galooe; a la izquierda se abria una puerta; el baron y el juez empujaron a Andrej en esa direccion hasta una escalera cuyos peldañod eran mas amolios que la sala de estar de la cada a orillas del rio Moldava. Los dos viejos funcionarios del reino la subieron sin titubear. La respiracion del gordo Rozmberka silbaba junto al oido del muchacho como una olla hirviendo-

¿Y si le arrancamos las extrañas ante la mirada del emperador?-propuso Rozmberka tras tratar de recuperar el aliento en lo alto de la escalera-entonces no haria falta que sepa hacer ningun truco

la biblia del diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora