______ miró a la castaña que tenía frente a ella con una sonrisa burlona. En el pasillo había oído a Nay decirle que tenían nuevas compañeras y no lo había creído hasta que entró en la habitación tan sigilosamente, que la chica que estaba un poco más allá, ni si quiera la había notado.
Como siempre Graham llegaba tarde, o bueno sólo ahora había llegado más temprano y era porque su madre la había traído, si no fuera por aquello, _______ ni si quiera habría llegado, o ni si quiera habría ido al instituto.
- Eh guarra -le habló suave al oído y con voz ronca- ¿así que eres mi compañera? -se separó más y caminó hasta lo que era su cama- ¡Castaña!, te estoy hablando -volvió a repetir al ver que la chica ni si quiera la miraba.
george tardó varios segundos en darse vuelta y enfrentar a la morena que estaba frente a él.
Estaba buenísima pero...
- Eh -desde que había llegado al instituto, le era costumbre, empezar una frase con algún monosílabo incoherente- Soy geor.. -paró en seco- Kate, Kate Benson -¿es que acaso era tonto?, días y días recordándole a Josh sus nombres, para que no fueran equivocarse y él era el primero en hacerlo, ¡Casi le decía george!
- ¿Segura? -rió amargamente y george tuvo oportunidad de observarla mejor.
A simple vista, la morena formaba parte de las chicas en la que george no se fijaría si le hablaban del último año.
Pero recordando su época de galán hace algún tiempo, la chica que tenía frente a él podría haber sido un gran desafío al conquistarla.
Tenía ese semblante firme, ese carácter formado que no todas las mujeres poseían, tenía el pelo largo y muy ondulado, desordenado casi en su totalidad, ojos claros que no podía definir por ahora el color, pero eran hermosos. Estaba vestida con unos pantalones apretados de cuero y una chaqueta de negra, un look bastante extraño si estábamos hablando del primer día de clase, pero que importaba.
Su estado físico dejaba poco a la imaginación, era... en simples palabras, guapa.
Por lo que puso observar tenía un lindo trasero, una cintura que jamás había visto y más arriba estaba el valle de sus pechos, bastante acorde con su figura.
Recorrió con la mirada el cuello, un tatuaje bastante singular yacía ahí, algo extraño pero bastante sensual...
Su barbilla era perfecta, y unos labios bastantes carnosos acompañaban en totalidad su bello rostro.
- ¿crees que deba sacarme el lunar de aquí? -sacudió la cabeza y se dio cuenta que había pasado mucho tiempo mirándola, y ella se había dado cuenta.
- Eh yo… lo siento -rió nerviosamente.
- Bien, así que, Kate -descaradamente ella la miró de arriba a abajo- yo soy ______ Graham, la cama de allí -señaló la cama, en la que él estaba apoyado- es mía, la habitación-extendió los brazos- es mía -llevó una mano hasta su cabello, y lo acomodó hacia atrás- Tú y tu amiguita no toquen nada y no habrá conflictos -sonrió y george la miró estupefacto.
¿Cómo que todo era de ella?
¿Quien se creía?
Nadie, ni si quiera una mujer le vendría decir aquello.
- ¿Qué pasa si... la toco? -la desafió y se sentó en la cama, que había mencionado anteriormente _____.
Ella tan sólo rió y se acercó sigilosamente a él.
- Pues -titubeó- habrán conflictos, linda –lo tomó de un brazo, se quedó quieta y lo miró extrañada- ¿haces bastante ejercicio, eh? -dijo al notar los músculos de los brazos.
¡Mierda! se dijo, a sí mismo, le encantaba ir al gimnasio en su tiempo libre, pero ahora no le estaba favoreciendo en nada.
- Sí -dijo apenas y se soltó rápidamente.
- Bueno -lo miró raro nuevamente- te lo vuelvo a repetir, no toques nada y todos felices -sonrió, al mismo tiempo que sonaba un timbre, por todo el edificio y al parecer todo el campus- anda a clases nuevita, y no esperes que te ayude porque no lo haré.
- ¿Tú no vas a clases? -le preguntó en cuanto la vio, sacar ropa de su maleta, y no irse a clases, lo que suponía que debía hacer.
- Primero, eso no te interesa -lo miró con aquellos ojos, por unos instantes george los vio, de un color verde, verde hermoso cabe mencionar- segundo, ¡Anda a clases! -le exclamó, casi echándolo.
- Pero yo, eh -tomó uno de sus cuadernos.
- Tú nada-lo empujó hasta la puerta, lo llevó hasta afuera, y sin que tuviera tiempo de ni si quiera protestar le cerró la puerta en la cara.
- ¡Esto no se queda así! -exclamó george, antes de comenzar a bajar el sin fin de escaleras del edificio.
Eran varios pisos los que tenía que recorrer, hasta llegar al campus.
Si hubiera bajado con Jackson, se habría ahorrado el mal rato con esa morena.
¡Es que ¿cómo se atrevía?!
_____ Graham era la peor que chica pudo haber conocido, Bastante grosera con una estudiante nueva.
La chica le recordó, a Nick Grace, el peor chico de la preparatoria a la que había asistido, siempre molestando a todos, a los nuevos, a los antiguos, a todos. Casi nadie se metía con él, excepto él, excepto george que más de alguna vez tuvo algún altercado con el chico por defenderse.
Maldijo en su interior, en cuanto llegó al campus, ¡No sabía dónde estaban los salones!
Es que esto sólo le sucedía a él nomás.
Empezó a caminar y trató de imitar a las chicas que caminaban de un lado a otro. ¿Cómo podían mover las caderas de un lado a otro?
Se quedó observándolas un buen rato, hasta que se dio cuenta que la escena era bastante extraña, una chica mirando a otra chica. ¡Le iban a decir Lesbiana ahora!
Decidió intentar mover las caderas igual que ellas y algo le resultó, pero de lo tan concentrado que estaba no se dio cuenta que había chocado.
- Disculpa, yo… -trató de decir, mientras levantaba la cabeza y miraba asombrado.
- No te preocupes -sonrió con esos labios tan conocidos para él.
- Leah -susurró en un intento de que solamente él escuchara.
- ¿Cómo sabes mi nombre? –preguntó.
Y es que definitivamente todo estaba saliendo más complicado de lo que pensaba.