Ya era jueves y _____ no recibía ninguna respuesta... hasta que sintió su celular...
______ caminaba inquieta en la habitación, el mensaje que había recibido había sido horrible.
Su querido Tony, no podría ser arreglado en mucho tiempo.
Eso significaba que se quedaba sin moto, hasta que obtuviera el dinero. Los idiotas de sus mejores amigos, se habían gastado el dinero, organizando una gran fiesta y pues no midieron los gastos. Tony tendría que esperar.
Se fijó en su madre, que explicaba el análisis psicológico del tonto libro que tenían leer. Era tan aburrido, lo había leído hace años, cuando le interesaba leer, escribir, bailar, en ese tiempo lo amaba, ahora simplemente no.
La clase se dio por terminada y en un intento por salir rápidamente de la sala, fue interrumpida por la voz de la profesora.
- _____ quédate -le ordenó, y tan sólo ella bufó.
- ¿Qué sucede mamá? -se sentó frente a ella.
- Pues -se quitó sus lentes y la miró- pagué la multa, pagué los arreglos del auto.
- Gracias -murmuró- ¿puedo irme?
- No señorita -la paró antes que ella pudiese irse- no usarás la moto en el estado que la usaste, y no saldrás el fin de semana ¿entendido?
- Claro -recordó a Tony todo destrozado- ahora me voy -caminó hacia la puerta del salón, pero fue detenida por la voz de su madre.
- Llamé a tu padre -_____ se quedó estática- él está… -____ la interrumpió.
- ¡No me hables de él! -se dio vuelta con una furia inmensa- ¡No lo llames!, ¡No quiero saber lo que dice, ni como está! –exclamó.
- _____ es tu papá y el dice que… -la interrumpió nuevamente.
- ¡No me interesa lo que diga!, y no vuelvas a llamarlo ¿entendido? -salió del salón, lanzando un portazo de muerte, mientras Kristinne suspiraba cansada.
¿Cuándo _____ entendería a su padre?
(…)
Ni el día martes, ni miércoles, ni el mismo jueves que estaba acabando, le había dado algún indicio de lo que podría estar ocultándole Leah.
Se pasó los tres días, almorzando con ella, estudiando con ella, haciendo tareas con ella, pero no notaba nada raro en ella.
¡Se sentía frustrado!
Tendría que seguir, varios días mas -cosa que ya no le agradaba- con ella, siendo su “amiga”, para ver si le soltaba lo que escondía, o si notaba algún movimiento extraño.
- ¿Cuánto llevas con tu novio? -le preguntó de repente Leah, caminaban después de clases por el campus, para dirigirse a los distintos edificios.
- Eh -<<inventa algo>>, se dijo a sí mismo- cinco meses -sonrió- ¿y tú cuánto llevas?
- ¿Con cuál de los dos? -murmuró ella en tono bajo, pero pudo escucharla y quedó confundido.
- ¿A qué te refieres? -la miró con el ceño fruncido.
- No me tomes en cuenta -desvió el tema y george lo notó- realmente no recuerdo cuanto llevo con george pero es bastante.
- Que bueno -dijo, mientras se sentía decepcionado al saber que su novia no recordaba cuando llevaban juntos, ¿no era que las mujeres le importaban las fechas y todo ese tema?- pero ¿Por qué quieres terminar con él? -aprovechó de preguntar.
- No estoy cien por ciento segura -hizo una pausa- digo debería terminar con él, pero en cierta parte no puedo ¿entiendes? -¡Joder!, porque siempre le preguntaban ¿entiendes?, ¿entiendes esto?, ¿entiendes?, ya se estaba hartando de la palabrita.
- Algo, no mucho ¿puedes ser más explícita? -ojalá esta vez Leah no cortara la conversación.
- Haber -pensó- debo terminar con él, pero no puedo porque… -suspiró- george es el chico que cualquier chica popular como yo quisiera tener, amable, atento, cariñoso, galán, guapo y terriblemente sexy -george frunció el ceño- no se merece que en cierta parte le termine, entonces por eso no puedo, pero debería terminar porque me aburre lo cotidiano, me aburre lo normal, yo quiero otra cosa -sonó su celular, lo miró mientras george trataba de analizar las palabras que le había dicho- debo irme. Adiós Kate -se despidió de él, y se perdió en el camino del campus... completamente opuesto a la dirección de sus habitaciones.