Primer día y ya lo habían sacado de clases.
¡Esa chica!
Definitivamente esa morena era ¡Terrible!
Ni si quiera le importó que la sacaran de clases, salió como si nada, definitivamente era Nick Grace versión masculina.
Si él fuera una chica real -en el sentido literal- se quedaría de brazos cruzados, mirando la tonta banca que tenía frente a él, pero como el hombre que era -bueno no en ese momento-por dentro, estaba claro que haría algo.
En la preparatoria, podían haberlo sacado de clases, por molestoso a veces, tenía buenas calificaciones pero le gustaba divertirse y hacerse el galán la mayoría de las veces, pero eso no significaba que en un instituto de chicas -trató de recalcar lo más posible la última palabra en su mente- lo sacaran de clases.
¡Y menos por esa chica!
Fijó su vista en la morena, caminaba haciendo ese molesto movimiento de caderas por el campus.
Caminaba mirando a todas partes, llevaba una seguridad que george nunca había visto antes.
Toda la hermosura que poseía, la opacaba su carácter ¡Dios!
En todos sus años de galantería de george -si así podía llamársele- nunca había conocido a una chica como ella, siempre se le acercaban, castañas simpáticas, rubias esculturales, pelirrojas cariñosas, pero nunca morenas desquiciadas.
- Hey, rebelde -no se le ocurrió otro nombre mejor- tú, _____ -la chica se dio vuelta a mirarlo extrañado.
- Hola ¿Katy? -sonrió- ¿cómo estás? -notó el sarcasmo- deberías agradecerme, te he sacado de clases -rió.
- primero que todo, es Kate -apoyó su mano en lo que podría ser su cintura, lo encontró un movimiento tan gay, para él claro- segundo, estoy mal, y tercero, ¡No debo agradecerte nada!, me han corrido de clases por tu culpa -suspiró.
- ¡Por mi culpa! -exclamó “ofendida”- pero yo no he hecho nada.
- Claro que sí -llevó sus manos hacia la peluca- ¡Mira mi cabello! tú y tus estúpidas bolitas.
- Ah, era eso -le molestó el tono de sin importancia que utilizó- estaba aburrida, ahora si me permites -se dio media vuelta y comenzó a caminar.
- No -la detuvo, tomándola fuertemente del brazo.
- ¡Suéltame! -miró los brazos unidos, george la soltó de inmediato dándose cuenta que no había medido su fuerza- No me toques -la apuntó- No te atrevas a volver a tocarme, porque o si no Katy, te irá muy, pero muy mal -dijo la última frase lentamente y george inconscientemente fijó su vista en los labios de la chica, ¿serían así de rojos?, ¿o llevará maquillaje?
Se preguntó en cuanto la vio caminar con el tonto pasito, hasta quien sabe dónde.
Luego de que terminara la primera clase, se dirigió al salón para pedirle disculpas a la profesora, ésta se las aceptó también disculpándose por el comportamiento de su hija, y aconsejándole que tan sólo no la tomara en cuenta.
Al final si eran madre e hija, se dijo segundos después de la conversación.
A la siguiente clase se sentó con una chica bastante linda, y según pudo conocer, ella formaba parte del grupo de las nerds, no era buena en deportes, ni música ni nada, sólo era bastante inteligente. Le explicó los grupos de chicas que se formaban, y no dudo ningún segundo en preguntarle por Leah.
- Ella es como, la señorita perfecta ¿entiendes? -le habló la chica.
- ¿Cómo, perfecta? –preguntó.
- Forma parte del centro de alumnas, es guapa, es popular, participa en todas las actividades, creo que tiene un novio mayor y bueno en fin, es como la perfección de todo el instituto. Todas quieren ser como ella -quedó boquiabierto, ¿Leah era realmente así?, si él solo había conocido a una chica sencilla en la playa.
- Oh, ahora entiendo -murmuró, sin querer se le vino a la mente la morena, como solía decirle desde hace unas horas- ¿qué sabes de _____ Graham?
- ¿_____ Graham? -la chica lo miró un poco asustada- ¿te has topado con ella?
- Algo así.
- Que milagro que estés viva, mujer -rió y george no entendió la razón- te explico, _____ Graham es, ¿cómo decirlo? -pensó un poco- le apodaban la extraña ____, es la hija de la profesora Kristinne Graham, repitió un año, por lo que ya debería haber salido, pero sigue pegada aquí, no está en ningún grupo, si así podríamos llamarle, es rebelde, contestona, antipática, desagradable, en vacaciones se la pasa de fiesta en fiesta, sólo se junta con Nayla, la morena esa, casi ninguna se mete con ella, porque podrías llevarte un buen golpe en tu cara, ha tenido varios altercados con chicas, se escapó una vez en horario de clases, a ver ¿qué más? -su compañera pensó un poco, mientras george quedaba asombrado, esa chica definitivamente era peor que Nick Grace- suele ser grosera, falta a clases, está el rumor de que tiene sexo con cada chico que conoce, y por último -suspiró cansada- Leah Collins es su peor enemiga.
Salió de aquella clase, asombrado, la morena era enemiga de su novia.
- Hey Josh -lo saludó- cierra las piernas hombre, se supone que eres una señorita.
- No me jodas, george -se acomodó mejor en el césped del campus- toda la mañana he pasado con las piernas cerradas, y Joshchote me está doliendo.
- ¿Joshchote?, estás loco -se rió.
Luego del almuerzo, le tocó otra clase, aburrida.
¿Por qué debería tomarle atención a las clases?
Si al fin y al cabo iba a pasar sólo unos meses ahí, debía descubrir que escondía su novia y arreglaría los papeles del traslado.
Se quiso inscribir en el club de teatro, y lo hizo.
Atrás había quedado el miedo al qué dirán, ahora era chica y podía hacer lo que quería.
- ¿No te inscribiste en nada? -le preguntó george a su amigo, mientras caminaban por el campus, luego de que todas las clases hubieran acabado.
- No había equipo de basketball -se encogió de hombros- asé que no.
- No seas descarado -no dudo en decirle eso, en cuanto vio que Josh miraba a cada chica que pasaba por su lado.
- Es que george, aquí hay... cada chica -simuló la figura de una mujer con sus dos manos.
- Lo sé, pero estamos aquí por otra cosa -se fijó en Leah, que estaba mucho metros más allá de ellos, sonreía mientras hablaba con Camille- es hermosa.
- Sí, sí, sí, Leah aquí, Leah allá -se burló Josh, pero paró de pronto- ella sí que es hermosa, perfecta, guapa, me dan ganas de folla… -lo interrumpió george
- ¿De quién hablas, hombre? -Josh apuntó una dirección y george la siguió con la mirada, un poco más allá. ______.
- ¿Qué chica eh?
Pero george no lo escuchó, se quedó observando la situación, _____ se acercaba peligrosamente a su Leah, y con todo lo que le habían contado de ellas hoy, no resultaría nada bueno.
