george arrastró sus maletas hacia la entrada, una recepcionista estaba tras un mostrador, atendiendo a varias jovencitas que parecían reclamar por algo. Miró a su alrededor y suspiró, ya estaba ahí, no podía devolverse, el plan debía continuar.
¿La relación que llevaba con Leah merecía todo el sacrificio?
A veces pensaba que no, pero al recordar todo lo vivido con ella, al recordar cómo se conocieron, los primeros meses de su relación, cuando todo era perfecto, lo hacía querer volver a recuperar aquello, volver a lo que siempre había querido, volver a lo que simplemente se había ido.
Pasaron un montón de chicas a su lado, empujándolos levemente. Josh miraba todo, atónito, y Rgeorge buscaba entre su bolso -de chica- un papel que le habían enviado días antes.
Le hizo una seña a Josh para que se acercaran al mostrador.
- ¿En qué puedo ayudarlas señoritas? -dijo la joven recepcionista, se veía amable, pero quien sabía cómo en realidad era.
- Nosotr… -comenzó a decir Josh con su propia voz, por lo que recibió un codazo de george, haciéndole recordar el cambio de voz- nosotras, somos nuevas -dijo ahora bien, tratando de simular el fuerte golpe en sus costillas.
- sí -continuo george- somos nuevas y nos dijeron que le mostráramos esto -le pasó el papel- para que nos dijera nuestras habitaciones y nuestro horario.
- Claro -los miró raro, y por un momento george pensó que los había descubierto- espérenme un momento -se dirigió a una puerta que se encontraba a unos metros y desapareció tras ella.
- ¡george! -exclamó Josh- eso dolió he.
- Te pasó por tonto -miró a todos lados, ahora se encontraban solos en recepción la mayoría de las chicas se habían ido.
- Esto no me está gustando, además el brazier me aprieta, no sé como las chicas lo soportan -reclamó- esto es el… -paró en seco al ver como tres chicas caminaban frente a ellos, meneando suavemente sus caderas, eras guapísimas, para cualquier hombre y más para Josh- paraíso -terminó por decir.
- Ya ves, sé que terminará gustándote - a penas terminó de decir esto, apareció la recepcionista con unos papeles en sus manos.
- Bien señoritas -leyó los papeles- Marie y Kate ¿cierto?
- Sí -dijeron ambos.
- Bien, les tocó la ultima habitación disponible para ustedes, porque todas están ocupadas -apretó los labios la mujer- en cada habitación hay cuatro chicas, por lo que ustedes la compartirán con dos más -Josh sonrió ante la idea de ver a dos chicas a cada momento- estos son sus horarios -les pasó las hojas- y estas son sus llaves -ambos la cogieron asintiendo- si tienen algún problema con sus compañeras de cuarto, no duden en avisar y si tienen alguna pregunta o duda, está el centro de alumnas que podrá ayudarlas.
- Gracias, pero… -habló george, pero fue interrumpido.
- Una chica las llevará hasta su habitación, no se preocupen y buena suerte -se sentó en su silla y fijo la vista en su computadora.
Ambos chicos se miraron y lograron caminar tan solo un metro porque una chica los paró
- Hey -sonrió,george la miró bien e ¡idiota!, la conocía- soy del centro de alumnas del instituto, y me han dicho que son nuevas.
- Sí -habló Josh mirando a su amigo que estaba algo pálido- soy Marie, Linda –sonrió.
- Mucho gusto, Marie -le devolvió la sonrisa- yo soy Camille, y ¿tú eres? -le habló a george, que pareció recién haber salido de su trance.
- soy Kate -rogó para que ella no lo reconociera, Camille era la mejor amiga de Leah, la había visto solo un par de veces, pero podía asegurar que más que amigas, Leah y Camille eran como hermanas.
- Bien chicas, ¿qué habitación les ha tocado? -preguntó ella.
- Eh -george miró el llavero que sostenía un numero y una letra- habitación 300 sector ¿D?-
- Oh -dijo Camille- lo siento tanto -comenzaron a caminar por el gran campus, alrededor de éste, se encontraban 4 edificios, más allá un gimnasio y una piscina al aire libre.
- ¿Por qué? -preguntó con voz de chica, Jackson.
- Las compañeras que les tocaron -empezaron a subir unas escaleras- hay cuatros edificios, denominados Sector A, B, C y D, yo estoy en el A, obviamente, pero como no hay más habitaciones las mandaron con las peores chicas.
- ¿tanto así? -preguntó george esta vez, mientras recorrían un gran pasillo.
- Son las peores chicas, una quedó repitiendo y la otra es buena golpeando -sobó su mejilla como si recordara algo- bien, aquí es, en serio chicas si algo malo sucede, no duden en buscarme a mí, o a mi mejor amiga, Leah; que no pudo recibirlas ahora; para decirme lo que sea, yo las ayudaré -sonrió para luego desaparecer entre los pasillos.
- Leah es su amiga, tu novia, ¿ella? -preguntó incoherentemente Josh
- Sí -murmuró- entremos.
george abrió la puerta encontrándose con una chica sentada a la ventana fumando
La chica al percatarse de ellos o ellas, se paró.
-¿qué mierda hacen acá?