WOMAN. #1

ALICE Y NOAH.

Oficialmente las dos semanas de vacaciones habían comenzado.

Clare, Mitch, Sarah y Adam volaron nuevamente a Londres para estar con sus familias y él, impresionando a todo su equipo, prefirió quedarse en Tokio.

—Harry, no dejaré que te quedes sólo aquí —Sarah Li O'Kelly lo observo de brazos cruzados y el ceño fruncido mientras veía como Styles se paseaba por el comedor vacío.

Él se encogió de hombros.

—No es la primera vez que lo hago, quédate tranquila y toma el avión a Londres junto a Jamie porque entraremos en la parte más agotadora de la gira y deben descansar.

Ella lo vio por largos segundos sin saber que hacer, no quería volver a casa y dejarle allí, en otro continente, completamente solo. Harry extendió sus brazos hacia el techo de la habitación mientras soltaba un fuerte bostezo, rasco su barbilla y la observo con atención antes de, nuevamente, contestar:

—Ve a casa, Sarah.

—Bien —Asintió en su dirección.

Harry vio por el rabillo del ojo como ella abandonaba la habitación y suspiro pesadamente observando el vacío comedor.

¿Por qué te pones en ese estado si otras veces no te ha importado estar sólo?

Se aseguro de distribuir las fechas, dejando su regreso a casa para los últimos tres días y luego volar desde el Reino Unido hasta Argentina, sería mucho menos agotador que hacerlo desde Tokio. Pero él amaba esta ciudad, sabía la cantidad de jardines y preciosos lugares para visitar, no estaría sólo.

Camino por las calles de Tokio como una persona normal, hace algunos años junto a Niall habían logrado pasar desapercibidos sólo con unas gorras y gafas de sol. Recorrieron la ciudad durante un día completo, aquel recuerdo le provoco una nostálgica sonrisa en su rostro.

Así que camino con tranquilidad, compro cosas para llevar a casa y se deleito con la gran arquitectura de Japón por horas antes de volver al hotel y encontrar en el salón principal de su piso a Sarah junto a un ordenador y cientos de papeles a su alrededor.

La observo impresionado ¿Qué hacía allí? Su vuelo era en el mediodía.

Notó como los claros ojos avellana se posaban sobre él y con alegría le sonrío.

—Hasta que vuelves, muero de hambre. A diferencia de ti, no me gusta estar sola —Sarah habló y Harry pestañeo algunas veces.

—¿Te has quedado en Tokio por mí?

Ella se encogió de hombros y notó de inmediato que no debió preguntar eso, ya que, pudo percibir el rubor en su rostro antes que bajara su mirada hacia los papeles de su entorno.

—Iré a dejar estas cosas a mí habitación —Murmuro una vez más y se giro sobre sus talones en dirección al cuarto, Sarah elevó su mirada y negó un poco cuando lo vio desaparecer a través del corredor.

Cerró la computadora y paso sus dedos por sus cansados párpados, segundos después notó como el sitio a su lado se hundía.

—¿Escribías o editabas? —Su ronca voz la hizo abrir sus párpados  y se giro a observarlo.

Con atención observo su pálido rostro, los claros ojos esmeralda la veían con atención y aquello la hizo sentir muy bien.

—Escribía, debo enviar una parte a Jamie para que él comience a armar todo este lío.