WOMAN. #1

DUBLIN.

—No puedo creer que tenemos que hacer el trabajo de otros.

Sarah sonrío ante el tono molesto de Jamie y engancho su brazo con el de su mejor amigo mientras caminaban por las concurridas calles de Dublin.

Con cariño, respondió:

—Calma, campeón. Piensa que tendrás muchísimas fotos aquí.

Jamie rodó los ojos caminando con su maleta.

—Es que no me gusta viajar de un momento a otro. Me molesta mucho, joder... Esto es aprovecharse de... 

—Ya, Jamie —Intentó que él dejará de discutir, sin embargo, no lo logró.

—Somos editores no periodistas o algo así —Continuo con tono molesto —¿Qué hubiese sucedido sí no hacíamos esto?

—Probablemente fuera de Vogue. En tú casa sin calefacción, cada día muriendo de hambre, siendo unos fracasados.

Ambos entraron en el hotel y buscaron la habitación reservada a sus respectivos nombres.

El lugar tenía una bella vista hacia las calles irlandesas y en medio del colchón había una caja de chocolates y un mensaje de bienvenida. Sarah moría por probar las delicias de aquel país y porque no, un poco de cerveza.

Se encontró en el pasillo con Jamie y salieron nuevamente a las calles en busca de un taxi.

—Qué detalle más agradable el de los chocolates —Comentó ella distraídamente observando por la ventana.

Él la observó a través de sus gafas de sol.

—¿Te dieron chocolates? ¿Sabes lo que había en mí habitación? ¡Sólo una tarjeta de bienvenida!

Ambos rieron y él leyó desde su teléfono la información con una sonrisa.

—Primera parada, un festival de la BBC. Debemos tomar unas fotos y hacer una especie de nota sobre este evento.

Sarah elevó sus cejas.

—Eso no es aburrido, de hecho, suena genial.

—Entraremos gratis, amiga.

Al llegar se contagiaron de la música electrónica que sonaba en el lugar y bebieron algunas cervezas antes de trabajar, llevaban en sus cuellos las credenciales de prensa, Sarah escribía rápidamente en su libreta mientras Jamie tomaba las respectivas fotos.

El ambiente irlandés era increíble, cientos de banderas y mucha gente vestida de verde. Se notaba que el día de San Patricio se acercaba.

—Almorzamos y luego nos vamos al desfile, ¿Vale? —Habló en voz alta y Jamie asintió, pidieron papas con un tipo de pescado frito que se veía increíble.

Instantes más tarde, se sentaron en una mesa de camping mientras observan el escenario a la lejanía, fue allí cuando se tomaron algunas fotos y finalmente comenzaron a disfrutar aquel inusual viaje de trabajo.

—Te das cuenta lo inglés que eres cuando en medio de toda esta comida sólo pides un clásico británico.

Él río y bebió de su cerveza, trago y añadió:

—Deberíamos quedarnos hasta el último acto de este escenario y luego ir al desfile.

Sarah observo a su mejor amigo llevar una papa hacia la deliciosa mostaza que había en el centro de la mesa, ella se la quitó de la mano y la llevo a su boca satisfecha con la reacción sorprendida de Jamie.

—Te apoyo amigo pero ese desfile tiene un horario definido.

—Tienes razón. Maldición.

Comieron en silencio mientras mantenían su atención en la presentación de Sam Smith y encantados observaron la forma en que el cantante se robaba el escenario solamente con su voz.

—¿Sarah?

Ella se giro y encontró a Nick Grimshaw observándola con una sonrisa mientras la señalaba, sin pensarlo dos veces, la editora de Vogue se colocó de pie mientras rodeaba su abdomen con suavidad.

—¡Nicholas!

A pesar de que los años habían pasado, recordaba cada momento que había pasado junto al locutor radial de la BBC, él se sentó a su lado y la observo con una sonrisa mientras bebía de su cerveza para luego preguntarle como estaba ella y su trabajo. Noto como él desplazaba su vista hacia Jamie en distintas ocasiones y se dio cuenta que no los había presentado formalmente.

—Nick él es Jamie.

Su mejor amigo le sonrío cordialmente y estrecho su mano mientras le brindaba un perezoso hey.

—Estoy aquí por este evento al igual que tú, estaremos toda la semana pero el primer día siempre es el mejor. Luego de Sam viene Imagine Dragons —Respondió el locutor radial y Sarah abrió sus ojos sorprendida, volteó a ver a Jamie quién se encontraba absorto en su mundo mientras grababa una historia para Instagram.

—¿Has escuchado eso? ¡Al diablo el desfile!

Con un tono burlesco, el rubio contestó:

—Cariño, eso es lo que te estoy diciendo hace horas.

—Pueden quedarse en mi sección si quieren, tengo que hacer algunas entrevistas en vivo —Nick complementó y luego chocaron puños mientras se colocaron de pie, bailaron y cantaron junto a la banda por alrededor de dos horas y luego Sarah busco a Nick para despedirse de él. 

No lo veía hace mucho y deseaba agradecerle por su contención y amabilidad.

Lo vio riendo junto a sus compañeros y toco su hombro levemente, los ojos color avellana del chico la vieron atentamente de forma inmediata.

—Me tengo que ir a un desfile de Calvin Klein. Ha sido un gusto volver a verte, Nick.

Él la observo con una amistosa sonrisa y le brindo un corto abrazo.

—Oh pequeña Li, ha sido un gusto encontrarme contigo luego de tanto tiempo.

Él tomo sus manos y con una voz mucho más seria, añadió:

—Tienes mi número de teléfono para cuando quieras beber un café. No te olvides de tus amigos por trabajar en Vogue —Notó la diversión en su voz y él río cuando ella lo pellizco suavemente —Ahora ve con tú novio.

Sarah soltó una carcajada y Nick la observo con una sonrisa.

—Es mi mejor amigo y es gay.

Él abrió sus ojos ampliamente y luego sonrío.

—Bueno, yo le iba a decir a Styles que te había visto junto a tú novio. Quizás hubiese venido por ti desde donde sea que éste.

Sarah carraspeo ante la broma de el locutor radial y él soltó una carcajada.

—¡Es una broma! ¿Por qué debería enviarle un mensaje?

Sarah se encogió de hombros y le brindo un último abrazo antes de irse.

Jamie hizo un gesto a su muñeca señalando un reloj falso y tomó su mano para arrastrarla hacia el taxi.

—Tenemos diez minutos. Luego, iremos por un McDonald's.

Él apretó su mejilla y juntos recorrieron las calles de Dublin en lo que sería la última tarea antes de volver a Londres.