WOMAN. #1

HOUSTON.

—¿Los puedes evitar algunas veces o es así todo el tiempo?

Jamie caminó rápidamente a un lado de Harry mientras que Chase los protegía de los molestos paparazzis. El rubio se fijo en la seria expresión del cantante y notó que a él no le gustaba para nada que invadieran su privacidad, tal cual lo hacían en este momento. 

Se encontraban camino al Museo de Bellas Artes de Houston, era el único día libre que tenían luego de su show en Dallas y querían disfrutar un tiempo al aire libre pero al parecer los enemigos de Harry se habían enterado sobre todo.

Subieron a la camioneta y con un suspiro se sentó a un lado de Adam, éste último comentó:

—Los chicos ya están allá. Sólo faltamos nosotros.

Jamie asintió y vio como Harry elevaba sus gafas de sol y luego pasaba ambas manos por su rostro en un gesto de frustración, luego de algunos instantes, el cantante enfocó su atención en sus amigos y les sonrío un poco.

—¿Cómo ha estado tú primera experiencia con ellos?

—La verdad es que nunca había salido a la calle con una súper estrella —Admitió el rubio haciendo una mueca, Adam y Harry negaron con diversión —Buscaré esa foto en Internet y la colocaré de fondo de pantalla.

Al llegar al museo, se encontraron en el interior con los chicos quiénes estaban de brazos cruzados esperándolos. 

—¡Al fin! ¿Qué los ha detenido por tanto tiempo? —Clare cuestionó con preocupación.

—Una invasión de paparazzis —Admitió Adam ajustando su gorra.

Observo como Sarah caminaba hasta Harry y él colocaba la mano en su cintura suavemente mientras hablaban en voz baja, Jamie sonrío para sí mismo al ver que las cosas iban tan bien sobre ellos.

Recorrieron el museo como turistas por largas horas y escucharon cada una de las explicaciones de cada obra, Harry sentía la suave mano de su novia junto a él y notó que a pesar de estar en un lugar público, se sentía increíblemente cómodo con Sarah a su lado.

Estaban de pie escuchando a la guía cuando notó que ella soltaba su mano y se alejaba un poco, sin hacer caso a sus actos él se acerco a ella y susurro:

—¿Qué esta mal?

Ella lo observo y desvío su vista a otro lado de la silenciosa habitación, él se giro y vio un grupo de chicas que estaban en la puerta con sus teléfonos en mano, mordió el interior de su mejilla con frustración y se cruzo de brazos volteando su cabeza hasta la guía del museo.

Aquello nunca le había gustado.

Los minutos pasaron y cuando salieron de aquel lugar las chicas se le acercaron sutilmente pero él evito las fotos. Era su día libre.

—Si han tomado alguna foto por favor no la suban a redes sociales —Comentó amablemente, no quería ser grosero pero también tenia que advertirles sobre la situación.

Las chicas asintieron con extensas sonrisas y respondieron: —No te preocupes, Harry. Ten un buen show mañana. 

Él se despidió de ellas con una sonrisa y siguió a su grupo para ir a la siguiente exposición. Se coloco en el lado extremo de Sarah pero no pudo concentrarse en lo absoluto porque no podía dejar de mirarla, ella llevaba su cabello suelto y estaba seguro que no llevaba maquillaje, quizás un poco de máscara de pestañas pero sólo eso, sus pecas lo saludaban a la distancia.