GANADOR.

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—Es un gusto volver a verla, señorita Sarah. Su ausencia se ha notado durante estos días.

—¡Que lindo eres, Chase! Sé que me has extrañado, estoy de vuelta —Bromeo con una sonrisa y engancho su brazo con el alto hombre de seguridad. A pesar de tener una apariencia amenazadora y un rostro serio Chase se había convertido en un adorable hombre que la mantenía a salvo en las situaciones complicadas que se presentaban, cómo por ejemplo, aquella vez en donde los cientos de fanáticos se reunieron fuera del Museo de Bellas Artes en Houston, recordó las amables pero duras palabras que el hombre de seguridad entrego a cada chica que impedía su camino hasta la camioneta negra que los trasladaría al hotel, con el único fin de protegerla y llevarla a salvo hasta su jefe.

Chase bajo sus maletas y avanzó con ellas hasta el ascensor sin mirar atrás, Sarah rodó sus ojos al comprender el mensaje y lo siguió. Luego de unos segundos, las puertas se abrieron en el piso diecinueve de la torre y el seguridad camino hasta la puerta de su habitación por el suelo alfombrado.

Sarah lo abrazo levemente y se separo observándolo: —Gracias, nos vemos en unos minutos para almorzar. Eres el mejor guardaespaldas que he tenido.

Con una sonrisa divertida en su rostro, el alto hombre se giro y camino por el pasillo nuevamente hasta el ascensor.

Sarah abrió la puerta de su habitación y se encontró a Jamie bebiendo una lata de Coca Cola con su teléfono en mano, al sentir el ruido de las maletas elevo su mirada y sus grandes ojos azules se abrieron al darse cuenta de su presencia.

—¡Sarah Li O'Kelly nunca más me abandones de esta forma! —Chilló y se abalanzo sobre ella rodeándola con sus brazos en un abrazo cálido y reconfortante. Sarah cerró sus ojos al sentir finalmente algo de calma luego de aquellos desastrosos días en Londres y al separarse de Jamie, limpio las inevitables lágrimas de sus mejillas con el dorso de su mano, la mirada de su mejor amigo siguió sus movimientos y una triste mueca se formo en su rostro. 

Sin palabras, Jamie la abrazo por los hombros y la sentó en el cómodo colchón de la habitación, camino hasta la mesa de noche y saco una pequeña caja con un lazo en ella, acercándose nuevamente se la entregó.

Pestañeando, ella abrió el sorpresivo regalo y encontró un marco de fotografía en su interior, al girarlo su labio tembló ligeramente al ver la imagen.

—Sé que a veces soy un amigo sarcástico y exagerado, muchísimo —Admitió con un tono divertido pero el brillo no llego a sus ojos —Eres mí mejor amiga desde que llegaste a Vogue, Sarah, comenzamos esto juntos y lo terminaremos de esa forma... Aunque bueno, no puedo renunciar sí debo mantenerte —El típico tono exagerado en la voz del rubio se hizo presente sacando una breve sonrisa en ambos —Pero si te sirve de algo, no me has perdido a mí.

El corazón de ella se llenó de amor.

—Afortunadamente —Admitió Sarah acariciando la foto de ambos juntos en el avión rumbo a Manila, el primer show de la gira junto a Harry.

—Eres brillante y no quiero que creas que esta situación que estas pasando la mereces. No, señorita. Encontrarás algo mucho mejor y ¿Sabes qué? Cuando lo hagas, nos iremos a Nueva York.

El brillo en los ojos de Jamie le brindaron apoyo y alegría a través de unas simples palabras y Sarah comprendió que sí ella estaba mal, él también lo estaría.

—Eres el mejor amigo que he tenido nunca. Te adoro, te quiero mucho, por favor nunca te separes de mí.

—No me hagas llorar, idiota —El inglés la golpeó suavemente y luego ambos se abrazaron fuertemente. 

WOMAN. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora