WOMAN. #1

DENVER.

Denver.

Los pasillos blancos y repletos de gente desconocida le hicieron recordar los días que acompañó a Harry en el Madison Square Garden. 

La única diferencia es que esta situación era completamente distinta.

Primero no sé trataba de él, segundo, estaba impresionada con la cantidad de maquillaje y vestuarios por todo el lugar y tercero chicos, muchos chicos.

Sarah y Jamie se mantuvieron sentados detrás del fotógrafo y observaron como Vincent posaba para la nueva colección de su marca, unas cuantas tomas y retocaban su maquillaje o cabello, todo era increíblemente rápido.

—Es realmente bueno —Admitió Sarah en voz alta.

—Y guapo, mira sus expresiones faciales —Murmuro el rubio y ella lo observo de reojo al notar su enamorado tono de voz. 

Se quedo en silencio y siguieron escuchando las instrucciones que le indicaban al chico cobrizo, era increíble las fotos que aparecían en la pantalla de forma constante con distintas expresiones y ángulos. 

Vincent era bueno.

El pelinegro se acerco a ellos y les entrego dos vasos de delicioso café junto a unos pequeños pasteles. Se sentó a un lado de Jamie y llevo el vaso a sus labios, cuando lo quitó paso su lengua ellos propagando el sabor y movió su pierna izquierda al ritmo de la música en el set.

Christian se había presentado hace algunos días como uno de los amigos más cercanos de Vincent en California, al igual que el chico de cabellos cobrizos, él era americano pero su acento no era tan marcado como el último, más bien parecía inglés. Y claro que lo era, ella lo había interrogado y luego de muchos intentos el contesto que era de Yorkshire.

—¿Dónde iremos después? —Pregunto el chico de ojos exóticos, una mezcla de oliva y marrón; conecto su mirada con la de Sarah al ver que Jamie observaba embobado a su novio.

Ella se encogió de hombros y contestó:

—¿A comer? —Pregunto desviando su vista y escapando de su intensa mirada. Él era dueño de unos intimidantes ojos y como modelo él sabía sus puntos a favor los utilizaba bastante bien.

Se había dado cuenta de ello con el paso de los días.

—Deberías trabajar para Elle, tengo conocidos allí y te puedo ayudar en eso.

Sarah dejó el tenedor en el plato y se giro a observar al chico a su lado, éste le devolvió la mirada y luego le sonrío con sus labios cerrados. Su rostro no llevaba bello facial y se preguntó sí era una condición para su trabajo o realmente le gustaba llevarlo así.

—Gracias pero no —Ella vio como elevaba una de sus cejas —Trabaje allí hace algunos años, ahora quiero progresar no retroceder.

—Eres una buena chica y quiero ayudar, eso es todo. No hay segundas intenciones —Christian desvío su visión hasta la mesa y tomó el vaso de agua. Sarah se había fijado en ello, él no bebía alcohol.

—No es necesario... —Contesto con un tono de voz más suave —Lo estoy haciendo por mí cuenta, de verdad.

—¿Por qué no quieres aceptar? —Pregunto él seriamente.