HATE TO LIVE. (Terminada)

capitulo 35. ¿Quien soy...?

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-Alguna vez escuche una historia: una princesa en un enorme castillo, lo tenía todo, nunca le había faltado nada, pero aun así, sentía una enorme tristeza, su madre había muerto, su padre, el rey, estaba muy ocupado gobernando a su pueblo y no tenía compañía alguna. Un día conoció a un plebeyo y se enamoró profundamente de él, pero su padre, le prohibió verlo, pues ellos eran de mundos  diferentes y jamás podrían estar juntos. Y así paso toda su vida, encerrada en el castillo de su sufrimiento, recordando a su amado, recordando que no lucho por su amor…recordando que ya nunca podría volverlo a ver….

-no me gusta esa historia.-le dije aun envuelta con mi sabana encima de mi cama.

-pequeña.-dijo acariciándome el cabello con delicadeza.- no todos los finales son felices

-pero…y entonces ¿Cuál es la enseñanza?

Ella me miro con ternura y pensó unos minutos. De pronto una lágrima se escapó de sus ojos, pero ella la retiro de su rostro con su mano.

-lucha por lo que amas.-dijo finalmente.- no importa cuántos obstáculos se interpongan en tu camino, no importa que te digan que no puedes hacerlo….prométeme que nunca renunciaras a lo que amas….porque si lo haces ya nunca volverás a verlo.

La mire con extrañeza, yo solo era una pequeña niña, apenas y sabía que era lo que trataba de decirme.

-prométemelo.-dijo de nuevo.

-te lo prometo mama….

…..

Desperté exaltada de momento, tuve un extraño sueño, fue como si hubiese vivido aquello ya, fue extraño pero no recuerdo mucho de eso y cada vez que pasan las horas el recuerdo se desvanece de mi memoria. Me incorporo del lugar en el que mi cuerpo reposa ¿Dónde estoy?, todo es blanco y ni siquiera estoy acostada en una cama, más bien es un negro y enorme sofá. Poco a poco mi vista se va aclarando, me encuentro en una habitación de lo que parece ser un hospital  ¿qué hago aquí? ¿Qué me ha pasado? Examino cada parte de mi cuerpo tratando de hallar el motivo por el que estoy aquí, pero no encuentro nada extraño, no estoy aquí porque este enferma, pero y si no me ha pasado nada ¿Por qué estoy aquí?.

Me levanto con delicadeza, un tormentoso dolor de cabeza me hace soltar un gesto de dolor, necesito un analgésico, si no lo tomo, tal vez mi cabeza explote. Salgo de la habitación para encontrarme en un enorme pasillo, una enfermera se sorprende al verme, me conduce  hasta la sala de urgencias y me proporciona el analgésico que tanto necesitaba. Me recuesto a descansar en una de las camillas que yacen allí, siento la necesidad de ir al baño. Me incorporo de la camilla y camino hasta el tocador femenino, me duelen mucho las manos, mientras bajo mis pantalones siento un enorme dolor en mis piernas, bajo mi mirada para ver que provoca tal dolor, la imagen que veo a continuación me deja aterrada.

-ayúdenme por favor!!!.-grite aterrada al salir del baño.- me estoy desangrando, por favor ayúdenme!!!

Un enfermero me toma en brazos y me conduce hasta un pequeño cuarto, mientras me retuerzo de dolor. Entramos y procedieron a mirar aquellas heridas.

-POR DIOS!!!.-exclamo una de las enfermeras tapando su ojos.

El doctor por su lado me miro aterrado. Poco a poco todos fueron reaccionando y empezaron a curarme. Pusieron una gaza en mi pierna para desinfectar, suelto un grito de dolor tan aterrador que por un momento pienso que los doctores y enfermeros saldrán corriendo de allí espantados.

-¿Qué es lo que te hiciste?.-dice el enfermero que me trajo hasta aquí en brazos.

-no he hecho nada.-dije. Sentí de momento como las fuerzas se me iban y de nuevo la vista se nublaba cayendo inconsciente una vez más.

-Ros….-escuche una voz muy cerca de mí.

Abrí lentamente lo ojos, pude ver la sombra de alguien frente a mí, poco a poco se fue aclarando. Era un chico, sus ojos verdes me miraban con alegría y tristeza al mismo tiempo, aunque yo no podía dejar de fijarme en el enorme golpe que tenía en su rostro.

-qué bueno que estés bien.-dijo abrazándome.- por favor no vuelvas a hacer esto.-unas lágrimas se asomaron en sus ojos.

Lo mire detenidamente con confusión. Su mirada cruzo con la mía y de pronto sentí como el miedo se reflejaba en ella.

-dime algo, háblame Ros…-dijo con desesperación.

-¿Ros?.-pregunte con confusión.

-no puede ser…-sus manos taparon su boca y las lágrimas no esperaron un minuto más para asomarse por sus ojos.- no puede ser!!!.-esta vez lo dijo con enojo. Golpeo su puño contra la pared y apoyo su cabeza en ella.- por favor dime que aun estas aquí conmigo.-se dirigió a mi.

Sentí tristeza por aquel pobre chico, pero ¿Qué podía hacer yo? No tenía idea de quien era.

-no logro recordar quien eres.-dije.

Un llanto inevitable salió de su interior, me levante de la camilla, no soportaba verlo así.

-oye, ¿Por qué lloras?.-pregunte

-porque tu ya no estás aquí conmigo.-susurro.

-si lo estoy…

-¿Qué?

-¿no ves que estoy aquí? No he ido a ningún lugar.

Se acercó rápidamente a mí y sus brazos me rodearon con fuerza, lloro en mi hombro un largo rato, yo solo me quede ahí, para consolarlo, se veía que era un buen chico.

…..

El chico se fue de mi habitación y la verdad ahora me siento mejor, me duelen las piernas mucho, pero es soportable, solo quiero irme de este lugar, no sé por qué pero no me gustan los hospitales, creo que ya es hora de irme a casa, el problema es que… no sé donde vivo, ni quien soy…

Salí de la habitación a buscar al doctor que previamente me había atendido. Encuentro su oficina y me dispongo a entrar pero una voz familiar llama mi atención.

-¿Por qué le ha pasado esto?.-pregunta el chico de mi habitación.

-es solo pérdida de memoria…tranquilo no es permanente.-respondió el doctor.

Estoy muy segura de que hablan de mí, así que me quedo a escucha que es lo que dicen.

-no recuerda ni siquiera quien es….yo creo que estoy es muy serio.-dijo el chico con tono de enojo.

-esto es muy común en este tipo de casos.-dijo el doctor.- poco a poco recordara quien es y también las personas que la rodean. Solo deben tener paciencia.

-¿cuánto durara esto?

-es difícil decirlo. Abecés duras días, algunas meses tal vez años, es muy incierto.-dijo.- lo único que te recomiendo es que no le menciones nada de lo que paso antes del accidente, que ella recuerde aquello puede hacerle un gran daño.

¿Accidente? ¿De qué están hablando?

-yo…ni siquiera se porque ella hizo eso, la conozco muy bien…jamás atentaría contra su vida…-dijo el chico con preocupación.

-lo hizo por el.-dijo el doctor.- según lo que me dices, fue muy duro para ella haberlo perdido.

-así es….

¿Qué está pasando? ¿De quién es la persona de que hablan? Y lo más importante ¿Qué me paso a mí para que ya no recuerde absolutamente nada?