capitulo 37. Dolorosos recuerdos...

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-no leas eso.-unas manos tomaron aquel cuaderno azul arrebatándolo de mi poder.

-¿Qué haces?.-dije levantado la mirada para ver a Jane.- ¿Por qué me lo quitas?

Jane bajo la cabeza y soltó un suspiro.

-no creo que debas hacerlo…-dijo

-ese es mi diario ¿no es así?

Jane asintió con la cabeza

-ese diario me ayudara a recordar quien soy, por favor dámelo.- acerque mi mano para tomar el diario pero jane lo aparto de mi alcance.

-Jane, dámelo ya.-dijo un poco molesta.

-Ros… es que, no creo que sea lo mejor para ti.-dijo- no por ahora

-hay algo mal conmigo ¿no es así?.-le dije- ¿Por qué no quieren decirme nada? Ni siquiera se que fue lo que me paso.- levante el vestido que llevaba puesto dejando al descubierto mis piernas.- mira- le dije a Jane.- no sé cómo es que esto paso, estoy segura de que esto no fue un accidente, alguien me hizo esto…y abecés creo que ese alguien fui yo….

Los ojos de Jane se aguaron los ojos al ver las cicatrices en mis piernas

-si no quieres que lea el diario no lo hare.-le dije- pero recuerda, tarde o temprano empezare a recordar, y no descansare hasta saber cuál fue la razón por la que me paso todo esto.

Sali de mi habitación dejando a Jane sola allí. Necesitaba salir de allí, tome una chaqueta para el frio y Sali a la calle.

-Ros!!!.-escuche al alguien gritar mi nombre apenas Sali de la casa.

Voltee a ver y un chico de cabello castaño, ojos azules y con una chaqueta roja corría hacia mí.

-hola Ros.- me dijo y se lanzó a  abrazarme.

-hola.-dije algo insegura.- eres Marcus ¿no es así?.-pregunte

-¿así que no recuerdas nada?.-dijo.- no importa, se que nunca olvidarías nuestra amistad.-una sonrisa apareció en su rostro.- ¿A dónde vas?.-pregunto.

-no lo se, solo quiero ir  a un lugar en donde poda despejar mi mente, y logre recobrar mis recuerdos.-le dije.

-ven conmigo.- dijo tomándome de la mano.

Pensé que Marcus me llevaría a un lugar abierto y relajado en donde pudiese reflexionar, des estresarme un poco y así lograr recordar algo. Pero no fue así. Me llevo a uno de los lugares más escandalosos y poco tranquilos de toda la ciudad: la feria de juegos mecánicos. Al principio me sentí afligida en medio de tanta gente, la algarabía se me hacía insoportable y los constantes gritos de las personas desde los juegos extremos me ponían algo nerviosa, pero luego todo empezó a cambiar, resulta que me encanta la algarabía y este lugar me provocaba sensaciones que estoy segura haberlas vivido ya. Empecé por subirme a los juegos normales, allí mas y mas sensaciones me invadían, cada que experimentaba en un nuevo juego, todo se me hacía más familiar, poco a poco aquellas sensaciones se convirtieron en recuerdos. Ya era hora de montarme en los juegos extremos, entre mas emocionante era el juego mas recordaba, fue entonces cuando decidí montarme en el enorme martillo kamikaze, si, ese que te da la vuelta completa y te hace gritar hasta que te quedas sin voz.

Con cada grito de euforia, adrenalina y terror que salía de mi boca, mi mente me enseñaba pequeños flashback, de pronto una inevitable risa salió de mi, me sentía feliz, por fin recordaría quien era. Por mi mente pasaron todas las fiestas, todos mis buenos amigos locos, todas las locuras y momentos hermosos junto con mis hermanos del alma. Pero de repente, un rostro extraño apareció en mi cabeza, era un chico, no lo reconocí, tampoco logre distinguirlo muy bien, pero eso hizo que de pronto la repentina felicidad se transformara en tristeza, mal humor y algo de miedo. Ahora en mi mente pequeños fragmentos de escenas doloras y desagradables me invadían, una mujer que me jura su amor y luego se aleja de mi, una hermana que arruino mi vida y por la cual solo siento odio, un padre que jamás se comportó como tal, unos malos amigos que me hicieron cosas desagradables…un amor frustrado y lleno de dolor que provocaba en mi una profunda desesperación.

Comencé a gritar y no precisamente por la adrenalina, sino por el miedo que me provocaba todo aquello que pasaba por mi cabeza. El juego se detuvo y apenas las puerta se abrieron Salí corriendo de allí dejando a Marcus solo, ~necesito ese diario~ pensé, estoy segura  de que hay algo allí que me ayudara a aclarar mi mente, no me importa lo que digan, necesito saber quién soy!!!, necesito saber porque cuando ahora mi vida aparenta ser perfecta tengo aquellos recuerdos malos y desagradables, necesito saber cómo es en realidad mi relación con Jane, quiero saber quién es aquella mujer que invade mis pensamientos, tengo que saber cómo era mi vida, que me paso para tener estas heridas y cicatrices que ahora son la marca de un recuerdo que se desvaneció temporalmente de mi memoria, hay una razón para que todo esto esté pasando, quiero saber porque sucedió aquel accidente que me arrebato mi memoria…y algo en mi, algo muy en mi interior, siente la intensa curiosidad de saber quién era aquel chico cuyo rostro no distingo pero que sin duda hace parte de mi…. 

HATE TO LIVE. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora