capitulo 38. Recuperando mis memorias

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Camine alejándome cada vez mas de donde me encontraba, el remolino de recuerdos en mi cabeza se intensificaba con cada paso que daba. No podía dejar de pensar en todos aquellos extraños recuerdos que me invadían, entonces, de repente mi vista empezó a nublarse un poco. Estaba conduciendo un auto, junto a mi había alguien que me gritaba que me detuviera, lloraba y gritaba desesperada mientras las cortadas en mis piernas sangraban intensamente. Comencé a perder la conciencia debido a la pérdida de sangre, lo último que recuerdo es un fuerte golpe en mi cabeza.

Un fuerte ruido me hizo reaccionar, mi vista se aclaró poco a poco, a solo milímetros de mí, un auto se había detenido, y mientras su conductor me reclamaba en haberme atravesado en su camino sentí como poco a poco mis piernas perdían la fuerza y caía al suelo.

Abrí mis ojos lentamente para encontrarme de nuevo con una habitación de hospital, ya no era nuevo para mí despertar en esta situación.

-hey….-dije al ver a un chico sentado en el sillón al lado de mi cama.

El chico despertó exaltado, era bastante atractivo, tenía unos jeans negros, chaqueta de cuero y lucía un corte que le hacía ver todavía más guapo.

-Ros!!!.-dijo el.- qué bueno que ya despertaste.- se abalanzo hacia mí para abrazarme.

Lo mire con extrañeza al principio, pero luego su rostro se me hizo familiar. Como poder olvidarme de mi hermano.

-Porter!!!.-exclame no muy segura

Sus ojos se llenaron de ilusión y me abrazo aún más fuerte. Eso me dio la total seguridad de que era el.

-no puedo creer que me recuerdes.-dijo- dime, ¿recuerdas algo más?

-hay muchos recuerdos en mi cabeza.-conteste- aun no logro esclarecerlos.

-entiendo…

-Porter, ¿tu sabes qué fue lo que me paso?.-le pregunte

-no.-dijo dudoso, algo en mi me hizo ver que estaba mintiendo.

-no me mientas, por favor dime, necesito saberlo, necesito saber porque tengo estas cortadas en mis piernas, quiero saber cómo es que ya no recuerdo nada

Porter suspiro, me miro a los ojos y con un gesto me dijo que me diría lo que había pasado.

-sobre las cortadas….-dijo.- sé que no es bueno que te lo diga, pero creo que debes saberlo.-cada vez se le complicaba más y más hablar.- tú te cortaste Ros…exigí que me dijeran que te había pasado, y eso fue lo que me dijo Antón, él estaba contigo ese día.

Me quede en shock al oír eso, no podía hablar y de mis ojos poco a poco brotaron las lágrimas. ¿Cómo era posible que yo hubiese atentado contra mi vida? Y lo más importante ¿Por qué lo hice? ¿Qué fue lo que me paso? ¿Qué me hicieron para que destruyera mi integridad de esta forma?

-¿Por qué?.-dije sin poder evitar romper en llanto.

-no, Ros, no me hagas esto, te está haciendo daño.-dijo Porter.

-no, dime, necesito saber porque me hice estos, debe haber una razón, dímela.

-no lose.-dijo

-por favor…-duplique.

-no, no puedo, no puedo decírtelo, no voy a decírtelo.-  dijo Porter levantándose dispuesto a irse de allí.

-no.-dije deteniéndolo.- no te vayas por favor.

Porter se sentó en mi cama quedando en frente de mi.

-Ros, me parte el corazón verte asi.-dijo lanzándose a abrazarme.

-tuve un accidente ¿no es asi?.-le dije.- dime, ¿Cómo paso?

Porter se incorporó y se sentó en el sillón nuevamente.

-después de que…bueno, que te cortaste, te fuiste en tu auto junto con Antón.-dijo.- comenzante a llorar y Antón se cuenta de lo que habías hecho, el te suplico que pararas, pero no hiciste caso, perdiste en control del auto y te estrellaste. Te golpeaste muy fuerte en la cabeza, por eso es que no recuerdas nada.

Después de que Porter me conto todo lo que me había pasado y parte de mi vida guarde silencio. Necesitaba pensar, necesitaba estar sola y tratar de esclarecer mi mente. Salí de mi habitación, me aburría estar allí así que decidí dar un paseo por el hospital, y este al ser tan grande provoco que en menos de 5 minutos no tuviese idea de cómo volver  a mi habitación.

-oh!!! Lo siento.-dije al chocar sin querer con un chico en silla de ruedas haciendo que se le cayera lo que llevaba en sus manos.

Me agache a recoger sus cosas y se las acerque.

-gracias.-dijo mirándome fijamente con una extraña fascinación.

-y….¿qué te paso?.-pregunte

El me quedo mirando durante unos segundos, sus ojos brillaban llenos de ilusión aunque yo no entendía porque

-mi pierna…-dijo reaccionando un poco.- me rompí la pierna.

-bueno eso es algo obvio.-dije sonriendo.

Una gran y encantadora sonrisa apareció en sus labios

-¿y cómo paso?.-pregunte

-me caí de la terraza de mi habitación.-dijo

-¿enserio?.-dije riendo.- ¿Qué estabas haciendo?

-estaba pensando…estaba algo triste, me resbale y me caí.

-¿porque estabas triste?.-pregunte curiosa

-por muchas cosas, porque perdí a personas muy importantes en mi vida.-dijo con nostalgia.

Me dio pena por el chico, una enorme tristeza invadió su rostro. Me acerque a él quedando a su misma altura.

-te aseguro que esas personas estén donde estén te quieren tanto como tú a ellos.-le dije y sonreí

-Ros, aquí estas.-dijo el enfermero que me atendía.-veo que ya estás haciendo amigos.

Sonreí y observe al chico.

-y tu ¿Cómo has estado?.-se dirigió hacia él.

-ahora mismo, estoy mucho mejor.-respondió el chico.

-¿ustedes ya se conocen?.-pregunto el enfermero.

-no.-respondí.

-ya veo.-dijo.- entonces los presentare.-propuso.-Ros…él es HUGO….

¿Hugo?...

HATE TO LIVE. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora