HATE TO LIVE. (Terminada)

capitulo 40. Mi única felicidad

Deje de caminar y comencé a correr. Corrí lo más rápido que podía desesperada. Mis piernas ardían y mi corazón estaba a punto de colapsar pero no me detuve, no podía hacerlo, Antón sonaba demasiado preocupado, y menciono a jane, la llamada se cortó y no pudo decirme lo que sucedía. Lo único que le escuche es que estaba en el hospital. Eso no me gustaba para nada.

Azote la puerta al llegar, entre y comencé a gritar desesperada, no sabía que sucedía,  y no podía dejar de pensar en lo peor. ¿Algo le sucedió a Antón? ¿o a Jane? no me agradan los hospitales, los momentos que he pasado en ellos no han sido los mejores, siempre que estoy en uno es porque algo malo ha pasado o pasara.

Me abro paso entre la gente esquivando ágilmente a los doctores y hasta guardias de seguridad que tratan de detenerme. Miro rápida mente en todas las habitaciones buscando algún rostro familiar. Me detengo de repente, allí esta Antón. Parece estar bien. Gracias Dios, no le ha pasado nada a el. Pero eso no me tranquiliza del todo.

-Antón!!!.-alcance a gritar antes de que uno de los guardias se abalanzara sobre mí.

-suélteme!!!.-grite al guardia que yacía encima de mi

Forcejee lo mas que pude, pero golpear a un guardia en la cara no es una buena idea. Al final entre 3 guardias lograron sacarme del hospital.

-Ros!!!.-dijo Antón saliendo del hospital

-es mejor que la calmes.-le dijo un guardia.- sino la llevaremos a la estación de policía

Esa amenaza debió hacerme reflexionar y detenerme, pero no fue así, todo lo contrario, despertó una gran furia en mi. Patee a uno de los guardias para librarme de el, y a los demás los agredí pateándolos y dándoles puñetazos, por un momento pensé que me libraría de todos ellos, pero en un descuido un guardia se lanzo sobre mi inmovilizándome, en menos de un segundo estaba esposada, en una patrulla de policía y asombrada y asustada por mi agresiva reacción.

Mientras me dirigía a la estación de policía, ya mas calmada comencé a reflexionar, ¿porque reaccione de forma tan agresiva? No sabía que podía explotar de esa forma, vi como los guardias de seguridad se retorcían de dolor ¿Cómo pude hacer eso? Soy un monstro, ¿acaso esta es la persona que solía ser? Así se agresiva y repugnante, no me gustaba esto, me hacía sentir mal, yo pensé que mi vida pasada era mala pero ahora estoy segura que era un total infierno.

Un peligro para la sociedad, eso fue lo que me dijeron en la estación de policía, mi castigo: un mes en el reformatorio juvenil. Aun asi eso es lo que menos me importa en este momento, todavía no sé qué está sucediendo.

En mi celda solo hay 3 chicas, hermosas pero con una apariencia acabada y maleante, una de ellas me mira un par de veces y logro ver su maquillaje de ojos corrido, su triste expresión me hace ver que ha estado llorando. Por otro lado, la otra chica está furiosa, no le agrada su confinamiento y golpea cosas cada que puede, solo espero no me golpee a mí, con la experiencia que acabo de vivir eso sería muy malo, para ella.

Un guardia golpea las rejas de la celda de manera agresiva, me exalto y levanto la mirada hacia el.

-tu, la Baby Doll, tienes una llamada.-dijo refiriéndose a mi con el apodo que caracteriza a varias luchadoras de boxeo.

Me levante rápido del asiento y espere impaciente a que el guardia abriera la puerta. Me tomo fuerte del brazo y me condujo hasta el teléfono.

-¿hola? ¿Antón?.-dije al tomar la bocina

-Ros, Dios mío, ¿estás bien? No me dejaron entrar a buscarte.-dijo preocupado

-si, estoy bien, no te preocupes, solo dime ¿Qué fue lo que paso?

-por suerte, nada grave.-dijo.- fue Jane, ella…

-¿Qué le sucedió?.-lo interrumpí preocupada

-tuvo un desmayo, y su nariz comenzó a sangrar…pero no te preocupes, ella está bien, no fue nada grave.

-¿Por qué estaba sangrando? Algo le tuvo que haber pasado.-replique

-Ros, le van a hacer unos análisis para determinar la causa, pero los doctores dijeron que no había de que preocuparse.-dijo Antón tratando de calmarme.

-pero…..

No pude terminar la frase, el guardia de seguridad colgó el teléfono y me devolvió bruscamente a la celda.

No me convence para nada la explicación de Antón. Hay muchas cosas que no encajan, demasiados acertijos en mi cabeza que no logro resolver. ¿Quién era ese chico misterioso? ¿Por qué sabia tanto de mi? Por mas que pensaba no lograba recordar nada relacionado con el, y por alguna extraña razón cada que trataba de acordarme un inexplicable tristeza me invadía. Lo que sucedía con Jane tampoco lograba comprenderlo, algo estaba sucediendo, algo malo, lo sentía en mi interior, una extraña corazonada me hacía pensar que nada de lo que estaba sucediendo era bueno y mi falta de memoria solo hacía que me confundiese aun mas, hay algo mal conmigo, lo se, al parecer toda mi vida ha sido colmada de desgracia y esa mala racha aun la tengo, ¿soy una mala persona acaso?, debo de serlo si todas estas cosas malas me pasan, pero también se que he sido lastimada, por muchos, una prueba de ello son las marcas en mis piernas de las cuales aún no se la causa. Me siento vacía, algo falta en mi vida….no logro recordar que es…pero aquello, es mi única felicidad.