capitulo 29. Charlando con el mujeriego.

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-vamos Ros, esto no te importa, apártate.-dijo Scott

-ambos sabemos que es lo que planeas hacer Scott.-dijo Ros

-no te metas.-Scott empujo a Ros haciendo a un lado.

-te dijo que la dejaras.-Antón se entrometió.

-no acabes mi paciencia idiota.-dijo Scott y le metió un puñetazo a Antón.

Antón le devolvió el golpe y en menos de un segundo se había armando una salvaje lucha entre los dos. Intente hacer algo para que pararan, pero Ros me tomo del brazo y me alejo de ellos, entonces ella se entrometió.

-vete de aquí, estúpida p**a.-la insulto Scott y la empujo haciendo que Ros cayera.

Scott no debió hacer eso.

Pude ver como a Ros se le llenaron los ojos de furia. Le lanzo una patada a Scott aun en el suelo directo a su “zona”, Scott se arrodillo por el dolor.

-ahora ¿Quién es la p**a?.-dijo Ros y le pego un puñetazo en la cara haciéndolo caer.

Ya era 2 veces en la que Ros golpeaba a alguien por “defenderme” pero algo en mi me dijo que igual a como la primera vez, las intenciones de Ros no eran precisamente “defenderme”.

-ven.- me dijo Ros tomándome por el brazo.- nos vamos a casa.

Ros me condujo hasta la casa sin decir una sola palabra. Estaba enojada, de eso no tenía duda. Antón nos acompañó de lejos mientras caminábamos.

-te lo advierto Jane, no te metas con Scott.-dijo apenas entramos.

-pero…el es un buen chico.-dije casi susurrando.

-no lo es!.-grito.- tu no lo conoces

¿Por qué a Ros le importaba tanto que estuviera con Scott? Ya no sería tan ingenua, se perfectamente que yo lo le importo para nada a ella, todo lo que hace lo hace por agradar a Hugo. La verdad lo que creo es que ella no quiere que sea feliz, al fin y al cabo ella dice odiarme, es lógico que no quiera que este con Scott porque no me quiere ver feliz. Es tan egoísta.

-si lo conozco y si es un mal chico, conmigo es diferente.-le dije.

-eres una tonta.-me dijo.- tienes que creerme yo conozco a Scott más que tú, ya deja de ser estúpida…

-te pido que por favor ya dejes de insultarme.-le grite casi involuntariamente  llevada por el enojo.-l…lo siento, no quería grita…

-sabes que-dijo Ros tratando de no explotar.-no me meteré más…-dijo simplemente y se fue a su habitación.

No debí hacer eso, ni siquiera sé porque le grite, no debí, fue un error. Solté un suspiro y me desplome en el sofá de la sala, lo menos que quiero es estar más mal con Ros y ahora ella va a odiarme más de lo ya me odia.

-oye no te sientas mal.-dijo Antón que aún seguía ahí y que había escuchado todo lo sucedido.

-no debí gritarla, eso fue grosero de mi parte.

-ella te estaba insultando, sabes Ros es bastante dura a veces, entiendo que hayas explotado.-dijo

-¿Qué? ¿Por qué dices eso de ella? Tu eres su amigo.

Antón sonrió.

-justamente por eso te lo digo. La conozco muy bien, no sabes cuánto, y sé que es bastante directa, no se guarda nada y tiene eso de que explota con facilidad y hace sentir mal a muchas personas, si querer.

-¿sin querer? Créeme ella adora hacerme sentir mal, lo ha hecho desde que llegue a esta casa. No soy capaz de decirle que pare, porque no debo, soy una inquilina en su casa y le debo mucho su padre.-de pronto una gran ira me invadió.- y es que ¿sabes qué? desde que llegue se ha encargado de hacer mi vida miserable, si se comporta “bien” conmigo es porque quiere agradarle a Hugo que por alguna razón yo le agrado y ni siquiera se porque, yo no soy el tipo de chica que le agrade a chicos como Hugo. No sabes cuánto quiero decirle que me deje en paz, pero sinceramente ahora me da miedo de que me pueda golpear.

Antón no pudo evitar sonreír con aquel comentario.

-¿de qué te ríes? ¿tú también te burlaras de mi?.-dije enojada

-no, no hacia eso.-se disculpó.- es solo que me da risa que pienses que Ros es un monstro violento.

-no dije eso, es solo que he visto como ha golpeado a los que se meten con ella y no quiero que me haga lo mismo.

-ella no te hará nada.-dijo Antón con seguridad.- Ros en el fondo es muy comprensiva y paciente, aunque claramente no lo demuestre.-sonreí con su comentario.- aunque sea un poco orgullosa, sabe cuándo ha cometido un error, ella ahora esta dolida y confundida con tu llegada, dice que te odia, pero sabe perfectamente que no es odio lo que siente en su corazón, de hecho no estoy muy seguro de lo que pueda sentir, pero créeme cuando te digo que ella es una buena persona y que con el tiempo puede que su corazón se ablande.

-¿ella te dijo eso?.-pregunte

-no.-dijo Antón regalándome una sonrisa.-te digo que la conozco muy bien.

Me quede unos segundos contemplando a Antón, era bastante atractivo, tenía unos grandes ojos verdes que me contemplaban, su cabello era perfecto y su sonrisa encantadora.

-¿Por qué impediste que Scott me llevara con él?.-pregunte al recordar lo sucedido en la fiesta.

-no conozco muy bien a Scott, pero Ros si, ella me dijo que no era de fiar.-dijo.- vi cuando te estaba llevando al segundo piso, no he hablado mucho contigo pero sé que no eres de esas chicas.-Antón me miro y sonrió.- no podía permitir que él te llevara y tal vez te hiciera pasar una mal rato.

-¿enserio? .-dije algo triste por lo de Scott.

-sí, y luego fue cuando Ros se entrometió. Antes de que llegaras la vi discutir con Scott.

Ahora todo tenía sentido, Ros lo golpeo no por lo que me quería hacer sino porque ya había discutido con él y estaba enojada.

-gracias.-dije simplemente.

-de nada.-dijo Antón

Me levante del sofá hacia la cocina a tomar un poco de agua.

-Jane.-escuche la voz de Antón detrás de mí.

-¿sí?

-me gusto hablar contigo.-dijo con una sonrisa coqueta.

-a mí también.-dije tomando un sorbo de agua.

-podríamos salir y así, ya sabes hablar y conocernos más.-propuso Antón

-si, claro me encantaría.-dije aun algo distraída pensando en Scott.

Deje el vaso de agua en la cocina y empecé a subir las escaleras hacia mi habitación.

-hey Jane.-dijo Antón desde la sala.-se me había olvidado que estaba allí.

-oh! Lo siento.-baje las escaleras.- me encantaría seguir charlando contigo pero estoy muy cansada, quisiera dormir…

-si claro, yo… yo me iré.-dijo Antón.

-no quiero que pienses que te estoy corriendo es solo que…

-no, te entiendo.-me interrumpió.- yo también estoy cansado… es mejor que me vaya.

Acompañe a Antón hasta la puerta para despedirlo.

-adiós Jane, fue un gusto conocerte.-dijo con un enorme sonrisa. Yo aun distraída le dije casi lo mismo.

Antón se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, me miro coquetamente y se fue.

No debo prestarle atención a Antón, si algo se de él es que es un mujeriego y un galán con las chicas, además a mí me gusta Scott y al que quiero es a él, pero, ahora no se bien que pensar de lo que sucedió en la fiesta.

HATE TO LIVE. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora