-Qué camino tan largo – dijo Jace tirado sobre el sofá de Magnus.
-Ni me lo digas – respondí, estaba tirada en el piso con ropa prestada de Clary, que me quedaba enorme, pero era mientras la mía estuviese seca.
-Yo te cargué, ¿por qué rayos estas cansada?
-Te acuerdas cada vez que te decía "vamos Jace, ya casi llegamos" – él movió su cabeza negativamente – bueno yo sí, el punto es que estoy cansada de motivarte, también es un trabajo duró.
-Que niña tan astuta – dijo Magnus, el cual tenía rato sin decir palabra.
-¿Quien le pidió a Magnus que hablara?
-Estas en mi casa – dijo el brujo gatuno.
-Por eso digo que Magnus tiene toda la razón.
Alec llega a la habitación y tira las cartas cerca de mí.
-Pues, efectivamente, Samuel Cartair es tu papá, esa daga es muy importante, era pasada de generación en generación, no se mucho de la historia de ese hombre.
-Yo – Magnus habló seductoramente, estoy segura de que a Alec se le aguo el guarapo – tampoco se mucho – iba a decir algo pero Magnus me calló, con magia, porque no podía abrir mi boca – lo único que sé es que es descendiente de Elías Cartairs, Samuel, fue un olvidado porque nunca tuvo mucha habilidad, en nada, ni siquiera en leer libros – mientras intentaba más hablar era como si me cosiera la boca, quería insultarlo – supe que trabajo con Valentine, pero solo como barrendero.
Me levante de donde estaba e intente caerle encima a Magnus, pero me lanzó otro hechizo dejándome en el aire, tan inmóvil como una estatua, ahora no podía mover mi cuerpo.
-¿Podemos mantenerla así por siempre? – pregunto Jace.
-Sería buena idea – dijo Alec rascándose la barbilla.
Mientras más luchaba por soltarme, más me sentía atrapada, eran como cuerdas invisibles.
Clary entro a la sala con una libreta en las manos.
-¿Qué les pasa? Déjenla en paz.
Magnus hizo un rápido movimiento de manos, dejándome libre, lo que provoco que me estrellara contra el piso.
-¡Pajuos! – grité.
Clary deposito la libreta sobre la mesita de vidrio que había en el medio de la sala, me llamo la atención la runa que había en la portada de esta.
-¿Qué es esto? – pregunte.
-Una runa – dijo Alec con desdén.
-Nawebonada marico, tu si eres inteligente, un premio nobel pa' este muchacho – dije señalándolo.
-¿Un nobel a qué? – dijo Jace enarcando su ceja.
-Te sugiero un título – dijo Magnus divertido – al novio más ardiente.
-No, no – dije mostrando asco en mirada – diría algo como: "Alec litgud, premio al más gafo"
-Así no se pronuncia mi apellido, muchachita.
-¿Es lo único que te molesta? – dije sorprendida.
-No sé mucho de tu idioma Venezolano, además es Ligtwood, no Litgud.
-Ligtwood, Litgud, ¿cuál es la diferencia? Es prácticamente lo mismo.
-Dejen las tonterías – dijo Clary – que fue lo que dijo el robot, con claridad.
ESTÁS LEYENDO
Nephilim Venezolana
FanfictionAlana Briceño es una adolescente de trece años que vive en Venezuela y tiene una vida normal, o eso pensó ella; Su madre, de un momento a otro le dice que se tienen que mudar a Nueva York.Allí se entera de un secreto tan enorme como el sentido de la...