Capítulo 16

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El portal me escupió justo en una esquina, que cuando me fije más, me di cuenta de que era el vecindario de Magnus,

Camine por la avenida un cuarto de manzana hasta llegar al edificio de Magnus, su entrada era protagonizada por una enorme puerta revestida metal, en la hilera de timbre destacaba "BANE" pues estaba escrito con brillantina a un estilo muy rainbow.

Pulse el timbre, de inmediato la voz de Magnus Salió de la bocina.

-Who?

-Hello Magnus, Kitten.

-ASF, Alana... pass.

Entre y subí hasta su departamento al entrar me lo encontré igual a la vez pasada, lo que me sorprendió.

Magnus se acercó a mi vestido con un chaleco bordado pantalones y zapatos de hebilla brillante.

-Alana, que te trae a mi humilde hogar.

-Pues me iba a traer el metro, pero me termino trayendo la Reina de la corte Seelie – dije, seguro él si la conoce mejor - ¿la conoces?

-¿Estás hablando enserio? Lindo peinado.

-Sí y me dio escalofríos – me sacudí – gracias, ella ordeno que me lo hicieran.

-¿Tienes idea de lo importante y peligroso que acaba de ocurrir?

-Seguro, pero ¿No tienes café? De repente me entraron unas ganas terribles de tomar café.

-Pasa a la cocina – hizo un ademan con su mano – llamare a los chicos, Jace tiene información sobre la bruja.

-Por cierto, lindo conjunto – dije adentrándome en su cocina.

-Gracias... espera – se detuvo, entrecerró sus ojos de gatos, como acusándome de un crimen - ¿eso fue sarcasmo?

-No ocupes el tiempo de la "Nephilim Venezolana" – hice comillas con mis dedos en lo último.

-¿Nephilim Venezolana? ¿Ya te creaste seudónimo? – el tomo una taza y la lleno de café, me la entrego y procedió a llenar otra taza para él – No eres importante.

-Uno, tú tampoco eres importante y te haces llamar el gran Brujo de Brooklyn.

-Eso es algo cuestionable.

-Dos – continúe como si él nunca hubiese hablado – la bruja esa me llamo así, al parecer ha habido mucho rumores sobre mí, entre algo que ella llamo, "Subterráneos"

-Rumores, que cosas, eres importante después de todo, tal vez si te mereces el apodo.

-¿Dónde están los chicos?

-En sus vidas, realmente no los quiero en mi apartamento siempre, eso trae consecuencias.

-¿Cómo cuáles?

-Tener una niña de trece años en mi hogar.

-Tonto – mire alrededor de la cocina, era hermosa, tenía un diseño muy convencional - ¿Y tú maridito? ¿También lo enviaste a su vida?

-¿Mi "maridito"?

-Alec.

-Él no es mi "maridito", es mi novio.

-Sinceramente, pienso que cuando alguien tiene sexo con otro, es más que novios, mariditos – le lancé una mirada cómplice.

-¿Qué te asegura que eso haya ocurrido entre nosotros?

-Solo lo pensé... es más que obvio, sus rostros cuando se ven parecen un libro pornográfico abierto, realmente no me interesa saber que ustedes tienen sexo, pero igual, yo pensé y tú confirmaste.

Nephilim VenezolanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora