—¡No! – me senté de golpe gritando.
¿Dónde estoy?, vi a mi alrededor y solo observe cortinas blancas que me rodeaban, yo vestía una camisa suelta de color gris y unos pantalones sueltos, un dolor se extendió desde mi estómago, levante la camisa y pude ver un vendaje que me cubría.
Alguien abrió las cortinas y la luz me golpeo las retinas, tanto que tuve que cubrirme con mi brazo.
—Por fin despiertas –Dijo Isabelle.
—¿Dónde estoy? – mi voz sonó ronca.
—En el instituto, en la enfermería para ser exactos.
—¿Qué paso? – intente sentarme.
—No te sientes, quédate acostada, no queremos que tu herida empiece a sangrar de nuevo.
Escuché pasos de alguien acercándose, y unos ojos gatunos con delineado m vieron fijos.
—Niña estúpida.
—También te quiero Magnus – le dije.
—Por fin despiertas.
—¿Por fin?
—Tienes tres días dormida – Isabelle sirvió agua en un vaso, me ayudo a sentar y me tendió el vaso – iré a decirle a Jace – Isabelle se fue.
—¿Dónde están los demás?
— Ashley está en su casa recuperándose junto a tu madre que tiene unos cuantos moretones, Allison solo necesito un par de puntos en la frente y una vendita, y los demás, intentan superar lo que pasó, aunque ese chico Galileo ha venido todos los días aquí, Jace se ha contenido de no matarlo.
Jace se acercó sonriendo, en sus manos traía un tazón con lo que parecía sopa caliente, la dejo sobre la mesa al lado de mi camilla y me vio fijo con sus ojos dorados.
—¿Cómo estás? – dije después de unos segundos.
—¡Estúpida hija de los demonios! – Me dio un golpe en la cabeza - ¿En qué rayos pensabas al irte sola a ese lugar? ¿Estás enferma?
—Ay – me tallé – perdón.
—Si no hubiésemos llegado, estarías muerta.
—Sí, lo sé, y Gracias – deje el vaso sobre la mesa junto al tazón – Pueden decirme que paso.
—Magnus llegó y liberó a los chicos de esas jaulas de magia, Isabelle destruyó el demonio de gas que sostenía a Galileo y Alec acabó con el autómata, Clary ayudó a Ashley y luego Magnus también, mientras yo peleé con esa asquerosa bruja, era fuerte pero la decapité, justo para darnos cuenta que la daga que te había clavado estaba encantada y te estaba drenando la sangre.
—Sin duda, la bruja estaba logrando su acometido, y su hermana estaba reviviendo, a no ser por mí y un hechizo de anulación, pudimos sacarte de allí, pero no te recuperabas, la bruja cuando te tocó te había debilitado con un artificio, casi mueres querida.
—Gracias – les dije – realmente lo lamento, haber ido sola fue lo más estúpido que he hecho.
—Y haces muchas estupideces – dijo mi madre entrando, corrió a abrazarme – me tenías muy preocupada.
— Debo volverme a disculpar, realmente me di cuenta de que lo que hice fue estúpido, el problema es que ya estaba en la cueva luchando contra un autómata, una acción retardada – me toque las vendas - ¿Puedo levantarme?
—No – Magnus tocó uno de sus anillos – aún estas muy débil para hacerlo, la herida no ha sanado lo suficiente, no queremos que se abra y sangre nuevamente, gracias a que la daga estaba encantada tus poderes de vampiro demonio licántropo no te sanaran la herida.
—¿No puedo usar una Iratze?
—No – dijo Jace – no harán efecto.
—En realidad sí – Magnus se mostró divertido – pero el castigo de tu imprudencia será este, sanar como mundana.
—Apoyo el castigo – dijo mi mamá, chocando puños con el rubio – además, no es tan malo.
—Mano, no puede ser, ahora no nada más me castiga mi mamá, si no el mechas pintadas también.
Jace me golpeó en la cabeza de nuevo.
—Soy rubio natural.
Sané como mundana, eso era cierto, duré alrededor de una semana después de despertar en el instituto, hasta poder irme a casa lograr ver a Ashley, la cual ya estaba completamente bien, lo de ser mujer loba le ayudó, no fue mi caso.
Me enteré de cosas que me sorprendieron, resulta que la intuición de mi madre era verdad, Allison era su hija biológica, así que ahora tenían una nueva hermana, completamente hermosa, para variar.
Los chicos corrieron a casa apenas llegué, me alegro mucho verlos a todos, incluso Gil, me dio un abrazo, parece que estar al borde de la muerte cambia las actitudes de las personas hacia ti. Ellos me dijeron los confundidos que se sentían, y que recordaban todo por el hecho de que prometieron no hablarlo con nadie, pues Magnus dijo que borrarías sus mentes, un montón de mundis no deberían haber vivido eso.
Galileo y yo, bueno… oficialmente somos novios, sigue siendo extraño para mí, y algo sorprendente, mi madre ama al chico, pero Jace… aun quiere matarlo, y si fuera por él no dejara ni que se me acercará, pone una mirada asesina solo cuando ve que Galileo me besa en la mejilla. Las hermanas de Galileo parecen amarme, lo que realmente es genial, Katy la más asombrosa, me llevó galletas y Madeleine envió saludos.
Para los demás se supone que tuvimos una especie de “Excursión”, y tuvimos ciertos accidentes en el camino, por eso los raspones y magulladuras.
Y bueno, no tengo la menor idea de que pueda ocurrir ahora, creo que mi gran aventura terminó, no creo regresar a mi país por lo pronto, mi madre consiguió un amor y una hija aquí, Ashley también, y yo conseguí amigos geniales, un par de hermanos y un chico que me vuelve loca.
De igual forma, a lo que llegué a ocurrir, estoy preparada, soy una nephilim venezolana, y como he dicho varias veces, a mi no me joden demonios.
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Nephilim Venezolana
FanfictionAlana Briceño es una adolescente de trece años que vive en Venezuela y tiene una vida normal, o eso pensó ella; Su madre, de un momento a otro le dice que se tienen que mudar a Nueva York.Allí se entera de un secreto tan enorme como el sentido de la...