–¿Saben que es verde y huele a pintura? – Briana dijo mientras comíamos nuestro desayuno en la cafetería.
Todos la vimos fijos, ninguno dijo una respuesta.
– ¿Qué? – pregunto Mariana.
– Pintura verde – dijo y soltó una carcajada.
Ashley y yo empezamos a reír también, no por el chiste, si no por lo divertido que a Briana le pareció.
–¿Dónde aprendiste ese chiste? – Dijo Gil – bueno, un chiste tan malo solo lo pudiste inventar tú.
– Déjala en paz – le dijo Elizabeth.
– Perdón por molestar a tu novia – le respondió.
– Al menos yo tengo – respondió triunfante.
– Uh – dijo Allison – in your face, eso debió doler en tu ego, amigo.
– No tengo novia porque no quiero – Gil la vio con desdén – porque podría tener a la chica que quiera cuando quiera.
– Ay cállate – dijo Ashley – Porque meteré este pan en tu nariz si no lo haces.
– Te digo algo – habló Galileo – no te conviene retar a esta chica.
– ¡No puede ser! – grito Oriana que estaba centrada en su teléfono.
Todos la vimos algo alarmados.
–¿Qué pasa? – fui yo quien habló.
– Perdí tres seguidores en Instagram.
–Sin duda – dijo Briana – el fin del mundo.
Luego de comer todos nos dirigimos a nuestros salones, me desvíe para ir al baño, necesitaba acomodar mi daga, cuando salí Galileo estaba esperándome. Un revoloteo de mariposas en mi estómago se desató al verlo recostado en el muro con rayos del tocando su rostro, ¿Por qué está tan guapo?
–Pensé que te habías adelantado con los otros.
– Decidí esperarte, quería pasar unos minutos contigo sin los demás.
Ay Cristo, este chico iba a matarme.
–Bueno – continuó – quería preguntarte si esta tarde irías a mi casa, es que Katy me pidió que te dijera, al parecer le agradaste mucho.
– Sería genial, pero esta tarde no puedo, tengo que entre… - me detuve – entregar algo a mi hermano.
–Juraría que estabas a punto de decir “Entrenar”
–Pero era entregar, a veces uno se confunde – Casi meto la pata.
–Sí – dijo y sonrió – pero de verdad, me gustaría un día quedar contigo de nuevo, a ver una película o algo.
– También me gustaría – dije.
– ¿Estas aceptando mi propuesta? – dijo Galileo cuando entrabamos al salón.
– Tal vez, pero no te emociones.
Y un estruendo nos hizo mirar hacia el centro del salón.
Allí, Layla estaba frente a Allison, cuyos cuadernos estaban en el piso.
– Cuando yo diga que te quites lo haces ¿Ok? – le dijo Layla en tono odioso.
– ¿Cuál es tu problema? – Le dijo Allison – Ni siquiera me hablaste, si lo hubieses dicho con respeto te hubiese dejado pasar.
– Igual, no creo que hubieses entendido rubita.
– Layla que tengas problemas con tus padres no significa que tengas que pagarlo conmigo, ya entiendo porque no te soportan.
– Creo que paso lo mismo contigo, pero ellos no tuvieron paciencia para nada, porque te dieron en adopción – y empezó a reír.
Eso hizo sentir mal a Allison, fue obvio, su expresión lo dijo todo. Ally se dispuso a recoger sus cosas del piso y en ese momento Ashley se metió.
– No recojas eso – dijo – lo recogerás tú – y señalo a Layla.
– ¿Te crees la gran cosa, nueva?
– Mira pelo e´ Chigüire, no me creo la gran cosa, pero delante de ti lo soy, recogerás las cosas de mi amiga en este momento si no quieres problemas.
–¿Ah sí? ¿Y qué me harás? – Dio un chasquido y las chicas que normalmente la acompañaban se acercaron – ya no eres tan valiente.
Y ahí entre yo, sentí a Gali seguirme.
–No nos intimidaras – le dije.
–Por supuesto que no – Briana y Elizabeth se unieron también.
– Sin duda no te conviene – Oriana y Mariana se acercaron hablando al mismo tiempo.
– Lú – dijo Layla – recoge sus cuadernos.
La chica detrás de ella se acercó y levantó los cuadernos.
–Mucho mejor, así no tenemos problemas – dijo Ashley.
Se dio la vuelta pero antes le guiño el ojo a Galileo, luego se fue. Ah caramba, ¿está estúpida que le pasa? ¿Ahora le lanza tejos a Gali?
– Oye – me acerqué a Allison, ya todos se habían ido a sus mesas - ¿Estás bien?
– Sí, no pasa nada, gracias por defenderme.
Me fui hasta mi asiento justo cuando el profesor entró.
–¡Buenos días! – Dejó su maletín sobre el escritorio – saquen sus libros.
***
–Lista para entrenar – Me dijo Jace.
– La verdad no – dije estirándome – tengo algo de sueño, mejor hacemos esto otro día.
– Muy divertida Herondale – me dijo y me pareció raro, era la primera vez que usaba ese apellido conmigo – toma un arma del estante.
Alcé una claymore del estante, una espada larga y ancha de doble filo, y la sopese en la mano.
– ¿Sabes que arma es la que tienes en las manos?
– Es una espada – sonreí – tengo veinte.
– Necesito que tomes esto con seriedad.
– Lo hago – acomodé mi agarre – es una Claymore, si leí el Codex.
– Cuando estás en una batalla debes ser cuidadosa a la hora de elegir tus armas, necesitas centrarte en lo que haces – se acercó al estante y tomo otra espada – O el enemigo rápidamente te hará su presa.
Blandió su espada hacía mí y bloqué el ataque.
–Tus pies – Estiro su pierna y con ella empujo mi pie y me hizo caer – debes estar firme Alana, o terminaras en el fondo de un risco siendo comida para tiburones.
–Al menos no son demonios – me levanté.
– Terminaras muerta igual; prepárate, esto es combate cuerpo a cuerpo – empezó a moverse hacia mí y a batir su espada, yo con dificultad bloqueaba sus ataques – si tu enemigo es más grande y más fuerte, necesitas usar tu agilidad – con un movimiento rápido me tomo del brazo y puso la espada en mi cuello – ellos no tendrán piedad – me soltó – Concéntrate, necesito que uses tus habilidades, no eres cualquier cazadora de sombras.
–¿Por qué soy Herondale? – me puse en guardia.
– Porque eres mi hermana – comenzó a moverse – y claro, eres una hibrida bruja.
– Si lo dice así – esquive un golpe y le di una patada en la costilla – suena feo.
– Eso me dolió niña fea – me dio un golpe en la mano y la espada se cayó deslizándose lejos de mí.
Atacó contra mí, pero con una voltereta en el suelo escape de él y tome de nuevo la espada, con rapidez me acerqué desde atrás y puse la punta en su espalda.
– Creo que ya agarre el hilo.
– Ya veo, pero debes tener en cuenta algo.
– ¿Qué?
Se dio la vuelta y golpeo mi brazo, haciendo que perdiera el agarre de mi espada de nuevo, pateó mi espinilla haciéndome caer y puso la punta de su espada en mi frente.
– El factor sorpresa – bajo la espada – Haz mejorado sin duda, pero no lo suficiente.
– Para ti nunca es suficiente.
– Debes ser la mejor hermanita.
– Chicos – Clary entro a la habitación – Creo que querrán ver esto.
A paso apurado la seguimos hasta la sala donde estaba el televisor.
<<Nuevos asesinatos en Brooklyn, ocho nuevos en total, y en todos ellos, una de las víctimas les faltaba una mano, el departamento de policía no deja de investigar…>>
Y no escuche más.
– Carajo – Jace dijo.
– ¿Ahora qué hacemos? – Clary apago el televisor.
– Seguir con el patrullaje y esperar a los chicos, no deben tardar mucho.
– Cierra la boca – dije – ¿no te das cuenta de lo que viene?
– ¿A qué te refieres? – Clary me vio con preocupación.
– Ella solo necesita seis manos de Gloria y ya las tiene, ahora solo falto yo.
Jace parecía estar contando con sus dedos, luego me vio sin expresión en su rostro.
– Te quedaras aquí en el instituto, no saldrás a ningún lado hasta que nos encarguemos de esa bruja.
–Ay no, no le tengo miedo, puedo defenderme, además, me gustaría ser yo quien acabe con esa mujer, si es que así puede llamarse.
– No seas estúpida niña, harás lo que digo.
– Tengo que estudiar, necesito ver a mi madre, Ashley, mis amigos.
– Y seguramente Galileo.
– Iré a casa – Salí de la habitación en busca de mi mochila.
– Podría golpearla, dejarla inconsciente y meterla en una habitación – Le dijo Jace a Clary.
–Se te olvida que es Herondale, No podrás con esa niña.
Él salió detrás de mí, yo tenía la mochila en mi hombro cuando él me vio serió, parecía algo molesto.
– Quiero verte intentando salir del instituto – me dijo desafiante.
Camine pero el se movió tapándome el camino, hacía donde me movía el me cubría.
– La única salida está cubierta por mí Alana, no te iras.
– ¿Seguro? – le dije.
– Sin duda.
Empecé a correr en dirección contraria, al parecer olvido mis poderes, y con un chispazo turquesa me tele transporté del lugar.
– ¿Se te olvido que podía hacer eso? – dijo Clary tocándole el hombro.
– Niña estúpida.****
Oh no! Todas las manos de gloria completa, chale.
¿Qué creen que ocurra?
Cómo dijo Ariana Godoy, apuesten su Watty dinero-Srta. Umbrella ☂️🌻
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Nephilim Venezolana
FanfictionAlana Briceño es una adolescente de trece años que vive en Venezuela y tiene una vida normal, o eso pensó ella; Su madre, de un momento a otro le dice que se tienen que mudar a Nueva York.Allí se entera de un secreto tan enorme como el sentido de la...