capitulo 20

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Desperté sintiendo toques fríos en mi frente.

-¡Oye, despierta! – dijo Allison con ese marcado acento que tienen aquellos que están acostumbrados a hablar inglés.

Abrí mis ojos para encontrarme con Allison con mi estela en sus manos.

Me senté de golpe y se la quite de las manos.

-Mía – dije.

-Me supuse, ¿Qué es?

-Es una... - que le digo - es un palito para el... marca libros, si, es un marca libros.

-Ok, ¿por qué te fuiste anoche de la pijamada?

-Vine a buscar algo y me quede dormida aquí.

-Oriana está haciendo arepas.

-¿Arepas?

-Sí, dijo que quería aprender a hacer comidas típicas del país de su madre, voy abajo, te espero allí.

Y se fue.

Saqué el teléfono y revise.

Tenía tres mensajes de Ashley.

-"¿Qué tienes? ¿Te enguayabaste por mí?"

-"Estoy bien. Nada de qué preocuparse"

-"Cálmate Abigail"

"Estaba asustada – comencé a redactar un mensaje para Ashley – pero solo era un mal presentimiento, no estoy enguayabada por ti. Necesito que me mantengas al tanto de todo lo que pase, hasta de la más mínima cosa"

Al enviarlo casi de inmediato recibí su respuesta.

"Primer reporte, fui a cagar a las siete, hice marroncito y aguadito"

"¡ASCO! No todo los detalles, ¿acaso tienes diarrea que hiciste aguadito?"

Baje a la sala, tomándome mi tiempo.

"Algo que me comí"

"¿Cómo está mi papá Juan?"

Cuando estuve en la cocina, Mariana me tendió un plato con arepas.

-Ori-ori las hizo.

En el plato estaban dos arepas muy deformes, pero arepas al fin.

-Lamento que quedaran torcidas – Dijo Oriana sacando el resto de las arepas del budare.

-Saben bien – Allison se estaba comiendo una arepa en la isla de la cocina.

-Tienes razón – Mariana le dio un mordisco a otra arepa.

Yo me senté en la mesa y le di un bocado a la mía y era cierto, estaban riquísimas.

Mi teléfono sonó, lo que significaba que Ashley había respondido.

"Bien, tu sae lo normal, flaco, con los mismo 0.70 grados e miopía, la misma barba recortada, sin cambios ¿Y mamá Rebeca?"

Mi mamá bajo, bien perfumada y arreglada.

-Bendición.

-Dios te bendiga.

-Tía hice arepas.

-Que... - mi mamá vacilo mientras las veía – que bien que tengas iniciativa a cocinar. Hola Allison, hola Mariana.

La vi con ojos entrecerrados mientras ella comía una arepa.

-¿Qué pasa?

-Nada.

Y comencé a responderle a Ashley.

Nephilim VenezolanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora