Yo estaba en medio de un Juan Rivas muerto, un Vampiro también muerto y sin mano y una Ashley inconsciente.
Me arrastre en hasta el cinturón donde guardaba la supuesta Estela Cartairs, pero estaba partida, ni siquiera podía llorar a Juan porque las lágrimas no me salían.
Me senté y con un grito enderece mi pierna, los rasguños que me había ocasionado ya habían sanado, ahora solo bastaba mi pierna rota.
Vi a Ashley moverse por el rabillo del ojo, arrastrándome como pude me di la vuelta y me acerque hasta ella.
-Ashley – la llame.
Ella abrió los ojos lentamente, luego se sentó.
-¿Qué paso? – Ella vio todo el lugar y el pánico corrió por sus ojos – Papá.
-Cálmate Ashley.
-¿Qué pasa? ¿Por qué no me responde? – ella ya estaba llorando y gateo hasta él -¡No! – sollozo sobre su cuerpo.
Vi la hora en el reloj del microondas (que es una de las cosas que no está destrozada) 1: 35 am.
Unos minutos después, cuando mi pierna estuvo lo suficientemente firme me levante y cojeando me acerque a Ashley que aun lloraba sobre Juan.
Allí llore con ella.
Sentí una mano en mi hombro y al voltear vi que era Jace.
-¿Ya esperaste lo suficiente? – le dije, logre ver a Clary y Alec.
-Perdón por no apoyarte en ese momento, pero ahora estoy en este.
Treinta minutos después, ni Ashley ni yo pudimos seguir llorando, pero seguíamos sobre el cuerpo que ya estaba frio.
Me levante y Clary me abrazo, Alec se acercó, sus ojos azules distantes.
-¿Aún dudas de que sea verdad?
-Lo lamento.
Jace dejo a Ashley y también se acercó.
-¿Ashley se puede quedar en el instituto? – pregunte quitándome la sangre seca de entre las uñas.
-¿Cómo? – dijo Alec.
-Moco, No la dejare aquí donde ya no tiene a nadie, pero tampoco puede ir a la casa de mi tía, porque preguntaran.
-Tu madre se dará cuenta de Juan murió – Jace puso su brazo sobre mi hombro.
-Lo sé, pero no lo sabrá hasta unos días cuando encuentren el cuerpo.
-¿Qué? – Ashley levanto El rostro - ¿Lo dejaremos?
-Sí, no tenemos el tiempo para protocolo, perdón que lo llame así, pero es cierto, debemos irnos, ve a recoger tus cosas.
Ella subió lentamente y viendo el cuerpo de papá cada tres pasos.
-Te has vuelto muy dura – dijo Clary.
Me quite el brazo de Jace de encima.
-Es culpa de rubiales teñido.
-¿Estas molesta? – pregunto Alec.
-No, yo estoy muy de lo más genial – le dije apretando mis dientes.
Subí corriendo hasta donde Ashley para ayudarla a empacar.
Todo era silencioso y doloroso, todo se veía tan tétrico que daba miedo, luego de empacar todo lo necesario bajamos.
-Adiós – le dije al cuerpo de Juan para despedirme – muchos mares y naciones cruce para dedicarte estas últimas palabras – recite el poema Nefilim – saludos y adiós Juan Rivas.
Ashley lloro sobre el cuerpo, hablo con la "i" como siempre los dos hacían, limpio el rostro de Juan con un pañuelo y no sé de donde saco una flor de cayena y se la puso en el pecho.
-Ispiri vilvirti i vir – dijo por último.
Después de la despedida nos transporte al instituto.
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Nephilim Venezolana
Fiksi PenggemarAlana Briceño es una adolescente de trece años que vive en Venezuela y tiene una vida normal, o eso pensó ella; Su madre, de un momento a otro le dice que se tienen que mudar a Nueva York.Allí se entera de un secreto tan enorme como el sentido de la...