Nephilim Venezolana

Capítulo 25

Baje las escaleras dando un bostezo.

–Buenos días – dijo mi mamá cuando entre a la cocina.

–Bendición.

–Dios te bendiga – me tendió una taza de café – ¿dormiste bien?

–Ñee, Después de desayunar voy a salir.

–¿Adonde?

–A casa de un brujo amigo mío.

–¿El tal Magnus?

–Ese mero.

–¿A qué?

–No me interrogues como si fuera la sospechosa de un asesinato, tengo que hacer algo, te diré todo, solo que necesito... estar segura de algo.

–¿Qué pasa? Te ves preocupada.

–No es nada.

–Bueno – mi mamá me paso un tazón y la caja de cereal – te tengo noticias.

–¿Noticias? – Dije sacando la leche de la nevera – ¿y eso? – vertí la leche en la taza y la volví a guardar.

–Ya conseguí donde vivir.

Yo me detuve de echar el cereal y la vi seria.

–¿Qué?

Termine de servirme, en silencio, cerré la caja y la aparte de mí, con la cuchara revolví todo, sin mirarla a ella a los ojos, yo no me quiero ir de aquí y menos ahora que sé que la bruja puede venir cuando desee y matar a mis tíos o mis primas.

–¿Qué te pasa Alana?

La vi seria y me metí una cucharada a la boca.

–No me parece – dije.

–What? Take to easy Lana...

–No, ni que me lo digas en inglés. No me parece.

–¿Por qué?

–No me quiero ir de aquí, me gusta mi habitación, la tía la pinto especialmente para mí, es decir que ella quiere que nos quedemos aquí, no creo que le molestemos.

–Tú lo sabía desde el principio, estaríamos aquí por un tiempo, luego yo buscaría un lugar donde vivir.

–Bah, yo no me quiero ir.

Mariana entro en la cocina con el cabello alborotado y ojeras.

–Good morning aunt, Alana – se sentó en el taburete a mi lado.

–Buenos días solecito – le dije – ¿Qué tal tu fiesta?

–Genial – ella reviso mi taza y me la regreso con mala cara – ¿Cómo puedes tomar café tan oscuro? Solo tienes trece.

–En realidad catorce y lo tomo desde que tenía... – pensé un momento – desde que tengo memoria.

–A mí no me gusta el café, y... ¿Catorce? Ósea... thirteen four? ¿Me está fallando el español?

–No te está fallando el español, Alana es como loca y está convencida de que cumple años en agosto – dijo mi mamá lanzándome una mirada que decía "Si eres salida"

–¿Entonces eres mayor que yo? ¿Perdiste un año?

–Recién cumplidos – le dije.

–Ah, por cierto, después de desayunar iremos a comprar la cosas para la high School.

–No puedo ir, tengo que ir a otro lado.

–Pero tienes que ir, para que elijas lo que te gusta.