Cuídame - Yoonmin

Capítulo 18

Yoongi

La noche del Lunes soñé con Jimin. Pero no un sueño normal, fue uno de esos sueños húmedos que hacía muchísimo que no tenía con nadie. Me desperté un poco sorprendido aunque no sé por qué después de todo lo que había hecho con él.

¿Qué era lo que estaba haciendo con Jimin y cómo hizo para dejarme arrastrar en todo este repentino deseo sexual que sentía por él?

Por momentos la cordura se apoderaba de mí y me sentía un pervertido, pero luego recordaba los gemidos del mocoso cuando lo tocaba y lo besaba el día anterior y mierda, me encendía de nuevo. Me volvía loco otra vez.

Acostado en la cama, con los efectos del sueño todavía presentes en mi cuerpo, deseé que Jimin estuviese ahí conmigo para hacerlo mío de una vez y me frustré al no tenerlo. Jamás había tenido necesidad por alguien así en mi vida y detestaba esa sensación.

Traté de olvidarme del tema y ocuparme de otros asuntos durante esa mañana. Ya me encargaría de Jimin cuando volviera de la escuela, pero las horas se hacían eternas.

Más tarde me llamaron de la inmobiliaria para informarme que había alguien interesado en la casa y que ese día iba a pasar a verla. Y entonces mis pensamientos empezaron a vagar por otro lado. La casa, la venta, mamá, su habitación. Aún faltaban cosas para hacer y no creí que realmente surgiera un comprador tan rápido. La verdad es que me desesperé un poco.

Me dirigí hacia su cuarto. Solo tenía que abrir la estúpida puerta. Aunque sea eso. Pero nunca me animaba a girar la perilla. Tal vez podría dejar de torturarme y pedirle a Jimin que se encargara de ese cuarto de una buena vez. Pero no podía... no se sentía correcto por alguna razón.

Maldije y me insulté a mí mismo por ser tan cobarde, complicado y dramático con este tema. Al menos pude acomodar el resto de la casa para cuando viniera el posible comprador.

El supuesto interesado era un hombre de familia que estaba buscando un nuevo hogar y estaba inspeccionando propiedades en la zona. Llego a eso del mediodía y desde entonces no paró de mirar cada detalle de la casa y de hablar por el celular con la que supuse era su esposa.

- Hyung, hyung! No sabes lo que pasó! - escuché la voz de Jimin apareciendo detrás de mí.

- Jimin ahora no es el momento. - respondí. ¿Ya había vuelto de la escuela tan rápido? Miré mi reloj y ya era pasado el mediodía.

Jimin se quedó mirando al tipo que observaba la casa y me miró confundido.

- ¿Y ese quién es? - preguntó.

- Es un posible comprador.

- ¿De la casa?! - exclamó con voz demasiado alta.

- Deja de hablar tan fuerte - lo reté - Sí, de la casa, ¿de qué más?

- ¿Pero...ya la vas a vender? ¿Tan rápido? ¿Y de dónde salió este tipo?

- Jimin, basta con tus estúpidas preguntas ¿quieres? Estoy ocupado ahora. Tengo que hablar de negocios con este señor. Mejor ve a tu casa.

- Hyung, por favor no la vendas todavía - me miró triste ignorando por completo todo lo que le acaba de decir.

El hombre justo se acercó a mí para hablarme y escuchó lo que Jimin estaba diciendo.

- Perdón ¿hay algún problema? - preguntó.

- No, no. No se preocupe. ¿Y qué le parece la casa? - respondí empujando a Jimin hacia la puerta de salida, como señal de que ya era hora de que se fuera.