Yoongi
Dos semanas. Ese era el tiempo que había transcurrido desde que volví a casa. Dos semanas hablando con Jimin por mensajes un ratito todas las noches.
Eso me hacía sentirlo un poco más cercano pero cada día seguía extrañándolo más.
El trabajo ayudaba a distraerme y cada tanto me juntaba con mis compañeros entre semana para ir a tomar algo en plan tranquilo. Nada exagerado. Me hacía bien socializar y hablar con ellos de trivialidades, aunque empezaban a sospechar por qué ya no salía de fiesta como antes.
Cada tanto me cruzaba a mi ex, pero a penas si nos saludábamos y nos mirábamos. Solo teníamos una relación cordial por el trabajo. Se lo contaba a Jimin para que se quedara tranquilo pero el mocoso celoso insistía con que el otro iba a encararme o tirarse encima mío y qué sé yo qué más tonterías cruzaban por su cabeza.
Pero bueno, lo entendía. Probablemente yo reaccionaría de la misma forma porque era igual o peor de celoso que Jimin. Para mí suerte, él no tenía chicos interesados rodeándole por entonces.
Fuera de esas tontas discusiones por celos, todo marchaba bien. La mayor parte de las veces hablábamos como bobos, poniéndonos cursis y diciéndonos cuánto nos amábamos mandándonos un montón de corazones y caritas tiernas. Sí, a ese grado patético de enamoramiento había llegado...pero, era lindo.
Ah pero la parte que más me gustaba era cuando nos poníamos cachondos, claramente conmigo siendo el que generalmente iniciaba esa clase de conversaciones. Me gustaba ser tierno pero me defendía mejor en el terreno de lo sexual, eso no se podía remediar.
Claro que no bastaba solamente decirle cuánto deseaba tocarlo o besarlo o las cosas sucias que le haría, pero al menos me ayudaba a sobrevivir y calmar mi deseo nocturno de tenerlo conmigo.
Solo esperaba seguir soportándolo así por el tiempo que quedaba.
Por entonces, se podría decir que mantenía la cordura.
Y no tenía intenciones de perderla....aun cuando uno de los idiotas de mis compañeros intentó tener algo conmigo una noche.
Era tarde y estábamos en la oficina prácticamente solos, trabajando juntos.
Ya había estado con ese tipo antes, un par de veces, e incluso tarde en la oficina como ese día. Supongo que por eso se tomó la confianza para creer que podríamos volver a hacerlo allí.
En fin, yo estaba concentrado haciendo unas copias de unos papeles cuando sentí sus manos rodeándome por detrás. Enseguida me asusté y me di vuelta solo para encontrarme con este sujeto a centímetros de mi boca mirándome provocativamente.
Todo fue tan rápido.
- Extrañaba esto, Min. - dijo antes de estampar su boca en la mía.
Lo alejé enseguida, me hice hacia atrás pero me tomó por la corbata y me arrastró hacia una silla cercana. Me empujó haciéndome sentar en ella y rápidamente se subió a horcajadas arriba de mí.
- ¿Qué haces? Estás loco! - exclamé.
- Ay por favor. Nada que no hayamos hecho antes, Yoongi. - empezó a restregarse sobre mí mientras intentaba volver a besarme.
- Quítate! - le pedí pensando en la erección que se estaba creando en mis pantalones.
No era Jimin pero vamos...cualquier contacto físico de esa clase en un hombre tiene ese efecto, queramos o no.
- ¿No extrañas follar en la oficina? - me sonrió y luego relamió sus labios. El tipo era sexy, atractivo pero...no quería besarlo. No quería hacer eso con él, por mucho que lo había disfrutado las anteriores veces que sí lo hice.
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Cuídame - Yoonmin
FanfictionYoongi, un chico frío, cerrado y al que no le gusta hablar de sus sentimientos, solía ser el niñero del pequeño y alegre Jimin. Después de diez años y de una tragedia inesperada , ambos ya más grandes y más maduros, se reencuentran. Pero Yoongi no s...