Cuídame - Yoonmin

Capítulo 40

Yoongi

¿Por qué? ¿Por qué tenía que aparecer Jimin cuando estaba a segundos de subir a ese avión?

Mi corazón latía de emoción al verlo pero al mismo tiempo sentía que todo mi ser se quebraba en mil pedazos.

- ¿Cuándo vas a volver? - me preguntó con los ojos llorosos. Estaba aguantándose las ganas de llorar, lo sabía. No quería complicarme las cosas, pero no servía de nada, porque yo en cualquier momento sentía que estallaba.

- No lo sé.

- No voy a dejar que te vayas hasta que me des al menos una idea de cuánto tiempo vamos a estar separados.

- Tal vez lo ideal sería volver para tu cumpleaños.

- ¿Mi cumpleaños? Pero...faltan como dos meses. Es demasiado....

- Lo sé. Pero hasta entonces ¿qué vamos a hacer? Vas a tener a tu padre vigilándote como un halcón.

- Que se vaya a la mierda!! Es mucho...

- Estaremos en contacto, de alguna forma. No te preocupes.

- Voy a extrañarte mucho, Yoongi.

Apoyó su cabeza en mi hombro y me abrazó, intentando ocultar las lágrimas que yo ya sabía que caían de sus ojos.

- Te amo, Jimin. De verdad te amo. - dije frotando su espalda. - ¿Vas a esperar por mí?

- Claro que sí. No haré otra cosa que contar los días para volver a verte. Te amo, hyung.

Por el altavoz del aeropuerto anunciaban que quedaba poco tiempo para que mi avión despegara y que todos los pasajeros ya debían estar a bordo.

- Tengo que irme, bebé.

Se separó de mí para mirarme a los ojos. Los suyos estaban llenos de tristeza. Esta despedida estaba siendo horrible...pero creo que me hubiese sentido el doble de mal sin ella.

Me acerqué a su boca para besarlo y antes de tocar sus labios le dije las últimas palabras.

- Gracias por todo Jimin, gracias por enseñarme a amar otra vez. No voy a dejarte ir, mocoso. - sonreí - Volveré por ti y le diré a todo el mundo que eres mío.

Jimin también me sonrió y entonces lo besé. Un beso de esos típicos nuestros, suaves y tiernos al principio pero luego llenos de energía y pasión. Estaba seguro que ese no iba a ser el último beso, pero lo hicimos como si lo fuera.

Le susurré una vez más que lo amaba. Él dijo lo mismo y luego empecé a alejarme, hacia atrás hasta que nuestras manos se soltaron.

Me di la vuelta y caminé hacia la puerta donde tenía que entregar mi boleto y subir al avión. Sabía que Jimin seguía allí y que estaba observándome pero no me animaba a voltear y verlo por última vez.

Solo cuando estuve a segundos de desaparecer de su vista...me animé y lo hice. Giré mi cabeza sobre mi hombro y allí seguía él. Y más allá de que se veía triste, como seguramente me veí yo también, me sonrió por última vez y me saludó con la mano.

Después de eso seguí mi camino...pero ya no sentía ese peso que no me dejaba avanzar y que sentí minutos antes de que él apareciera.

Ahora estaba más liviano y me fue más fácil subir a ese avión.

Sin embargo cuando ya estaba ubicado en mi asiento, me largué a llorar como un bebé todo lo que me había estado conteniendo enfrente de Jimin. Lo dejé salir todo y no me guardé nada.