Capítulo 25

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Yoongi

Incluso antes de entrar a la habitación de mamá y pedirle que me ayudara, ella ya lo había hecho, a través de Jimin. Quería una señal y allí la tenía.

Me sentí tan en paz, como hacía rato que no me sentía. De repente todo se veía claro y supe con certeza que quería a ese chico en mi vida. Sea como fuese. No podía dejarlo ir tan fácilmente. Me di cuenta de que Jimin me hacía bien. Me hacía sentir mejor y me hacía querer ser mejor. ¿Qué más se puede pedir de una persona?

Nos parábamos de besarnos ni un segundo mientras intentaba desabrochar y quitarle los pantalones. No me aguantaba más. Quería hacerle el amor ahí mismo. Me separé de su boca cuando por fin pude quitarle el cinturón. Entonces me incorporé y tomé sus pies uno por uno para deshacerme de sus zapatos. Todo el tiempo hacía contacto visual con Jimin. Él no me quitaba la mirada tampoco pero se veía un poco intimidado y sonrojado.

Me moría de ternura. Se veía tan angelical mientras lo desvestía. Luego de los zapatos, siguieron los pantalones y por último su camisa. Solo lo dejé en ropa interior.

Me coloqué arriba suyo nuevamente y empecé con un recorrido de besos desde su boca y cuello, hasta su abdomen, acariciando cada parte antes y después de cada beso.

- ¿Tú no vas a quitarte la ropa? - preguntó luego.

- ¿Quieres hacerlo tú o prefieres mirar mientras lo hago? - le sonreí.

- Prefiero hacer las dos cosas. - respondió seguro.

Me arrodillé en la cama y Jimin, debajo de mí, se levantó un poco también para empezar a quitarme la camiseta que traía puesta. Sus ojos recorrían cada parte de mi cuerpo mientras lo hacía al mismo tiempo que me acariciaba suavemente. Sus dedos me hacían cosquillas pero se sentía bien. Luego siguió con mis jeans. Desprendió el botón, bajó el cierre y tiró de ellos hacia abajo. Me los terminé de quitar y quedé en ropa interior yo también.

- ¿De verdad vamos a hacerlo? - preguntó nervioso cuando me volví a colocar arriba suyo, sintiendo nuestras pieles rozándose.

- ¿Qué pasa? ¿Ahora tienes dudas, bebé?

- No, solo quiero saber qué te hizo cambiar de idea.

- Todo lo que dijiste. Además estoy cansado de pelear contra lo que siento. Estoy cansado de pensar también. Solo quiero sentirte. Quiero hacerte mío, Jimin. ¿Aún lo quieres?

- Sí, más que nunca. - me tomó del cuello y me empujó hacia su boca para besarme en los labios.

Y así empezamos. Ya no había más lugar para las palabras. Los besos apasionados y húmedos fueron solo el comienzo. Me excitaba tanto sentir su lengua en mi boca, que por cierto Jimin ya había aprendido a usar muy bien, y entonces empecé a moverme arriba suyo, frotándome contra él.

Sus gemidos comenzaron primero suaves y despacio para luego volverse más intensos y fuertes. Su erección no daba más y empezó a mojar su ropa interior. Me detuve con lo que estaba haciendo y con mis dedos sobre el elástico comencé a bajarla hasta quitarla por completo. Ahora lo tenía desnudo, todo para mí.

Busqué el lubricante que estaba en uno de los cajones y básicamente repetí lo de la última vez. Dilatarlo y prepararlo lo mejor que podía con mis dedos. Jimin estaba un poco más relajado que la primera vez que habíamos hecho esto así que fue un poco más fácil y pude llegar meter tres dedos en su interior, el cual se seguía sintiendo demasiado apretado.

Cuando los quejidos de dolor fueron desapareciendo, quité mis dedos lentamente, me terminé de sacar mi boxer y luego dirigí mi miembro a su entrada después de untarlo bien con el lubricante. Jimin se asustó un poco y se volvió a tensar.

Cuídame - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora