Yoongi
Le mentí. Le mentí a Jimin, al chico que amo, con todo el dolor del mundo. Pero no se me ocurrió qué otra cosa decirle, y menos cuando me suplicó llorando que nos viéramos. No tuve el valor para decirle que me iría esa mañana temprano, ni tampoco quería hacerlo porque no toleraría una despedida.
Se molestaría cuando se enterara y yo ya no estuviese pero era lo mejor. Si lo veía, no iba a poder irme. Lo sabía. Jimin era mi debilidad.
Tenía todo listo para irme. El avión salía en unas horas y Namjoon se ofreció a llevarme hasta el aeropuerto.
Me despedí de Jin y le agradecí por todo. También le pedí que cuando Jimin viniera que le diera un abrazo y lo contuviera. Sabía cómo se iba a poner cuando se enterara de la verdad.
Me dijo que no me preocupara y que iba a cuidar de él.
Le di un fuerte abrazo y deseé verlo pronto.
En el auto, Namjoon volvió a quejarse sobre lo que le estaba haciendo a Jimin, que no era correcto y blabla.
Pero cuando me vio con los ojos llorosos se dio cuenta que no me estaba ayudando en nada y decidió mejor guardarse sus comentarios.
- Perdóname - se disculpó - Solo quiero que los dos sean felices.
- Lo seremos. - le afirmé. - Cuando toda esta mierda termine.
- Seguro que sí. - me sonrió.
Mi amigo tenía que ir a trabajar así que me hizo compañía en el aeropuerto por el tiempo que pudo y luego se fue. No me gustan las despedidas pero esa no la pude evitar. Lo abracé y no lo solté por un buen rato hasta que se volvió incómodo y raro.
- Me gusta este lado cariñoso de Min Yoongi. - se rió de mí en medio del abrazo.
- Cierra la boca y disfrútalo mientras dure, idiota. Te quiero, Nam. Gracias por todo, y sobre todo por apoyarme con Jimin desde el primer momento. Te debo mucho.
- Ahg olvídalo. Solo háganme padrino de la boda cuando se casen y estamos a mano. - me robó una risa con su comentario pero luego lo mire con seriedad.
- Eres mi mejor amigo. Cuídate mucho.
- Tú también, Yoongi. Te quiero. Siempre serás bienvenido a mi casa. No lo olvides. ¿Nos vemos pronto?
- Eso espero!
Nos despedimos con una sonrisa y luego lo observé alejarse.
Entonces me quedé solo. Y volví a pensar en Jimin. A esa hora estaría preparándose para ir al colegio. Todo ilusionado porque más tarde nos veríamos. Odiaba hacerle esto. Estaba al borde de arrepentirme pero aún si lo hiciera no tenía forma de comunicarme con él. No tenía celular y su madre ya debía de estar en su trabajo.
Era tarde. No, era mejor así. Me aferré a esa idea lo mejor que pude.
Faltaba poco para despegar. Ya me estaba dirigiéndome hacia mi plataforma, sintiendo un peso en mis hombros y en mis pies que no me dejaban avanzar con facilidad.
Me sentía terrible.
Y entonces escuché su tierna voz...
- Yoongi!!
Jimin
Me desperté super temprano a pesar del cansancio y estrés del día anterior. No podía dormir aunque quisiera porque tenía mucho en que pensar, pero lo más importante era que vería a Yoongi.
Mamá se había ido temprano a trabajar y aunque no tenía el ánimo para ir a clases, le prometí que no faltaría.
Iba caminando hacía el colegio, ya había hecho unas cuantas cuadras cuando un auto frenó de golpe a mi lado. Me llevé un buen susto pero luego reaccioné que se trataba del auto de mamá. En definitiva era ella cuando bajó la ventanilla y me habló.
- Jimin, sube de inmediato.
- Mamá ¿qué pasó? ¿No deberías estar trabajando?
- Sube, te contaré en el camino. No tenemos tiempo.
Obedecí, subí al auto y mamá empezó a conducir como loca como nunca antes la había visto.
- Ya dime qué pasa, ¿por qué estás conduciendo como si estuvieras en Rápido y Furioso?
- Acabo de recibir una llamada. Un tal Jin. Amigo de Yoongi. Me dijo que él ya se fue, Jimin.
- ¿Qué? No, no puede ser. Nosotros quedamos en...
Y entonces todo se hizo claro. Ahora entendía por qué estaba tan raro cuando hablamos la noche anterior. Me había mentido. También recordé que una vez me dijo que iría a visitar a su madre al cementerio antes de volver a Estados Unidos. Todas las piezas encajaban y me sentí un idiota por no haberme dado cuenta antes.
- Te llevaré al aeropuerto, tal vez lleguemos a tiempo. Su vuelo aún no sale. Sé que querrás despedirte de él, Jimin. No podía dejarlo así nomás y no hacer nada.
- Oh mamá, conduce más rápido, por favor.
No lo podía creer. ¿Por qué Yoongi me haría esto? Estaba desesperado. No podía dejar que se fuera así.
Jin le había dado todos los datos a mi madre sobre dónde encontrar a Yoongi, así que a penas llegamos al aeropuerto, salí corriendo lo más rápido que pude. Ni siquiera dejé que mi madre terminara de detenerse, prácticamente me tiré del auto y salí en búsqueda de mi tonto, tonto hyung. ¿Cómo se atrevía a hacerme esto?
Había mucha gente en el aeropuerto. Me choqué con muchas personas en el camino, hasta me perdí en varias partes pero no paré nunca. No había nada que me detuviera de llegar hasta él. Incluso si apareciera mi padre frente a mí, le pasaría por encima de ser necesario pero iba a llegar a Yoongi fuese como fuese.
Finalmente divisé de lejos el número de la plataforma de salida de su vuelo y me dirigí allí con rapidez. Esperaba verlo todavía rodando por ahí pero todas las personas no sé por qué de repente se veían iguales, o tal vez yo estaba demasiado desesperado, agitado y no podía enfocarme bien.
Pero luego lo vi. Ese andar tan particular, esa piel tan blanca y ese cabello negro tan brillante y suave. Esos gestos tan característicos. Era Yoongi y estaba a punto de darle el boleto a una empleada antes de subir al avión.
- Yoongi! - lo llamé.
Él volteó a verme y yo salí corriendo para terminar de llegar a su lado. Nos quedamos mirando mientras intentaba recuperar el aliento. Estaba más que sorprendido de verme.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó.
- Que importa! ¿Qué crees que estás haciendo?! - le recriminé con bronca. - Me mentiste.
- Jimin...lo siento. No pude. No quería decirte la verdad.
- ¿Por qué?
- Por esto! No quería esta despedida...perdón.
- Entonces...¿planeabas irte así como si nada, dejarme sin siquiera darme un beso de despedida?
- Jimin... - se iba a poner a llorar en cualquier momento y luego le seguiría yo obviamente.
- ¿Por qué te vas hoy? Aún...podíamos vernos un poco más. Aún...
- No, sabes que no podemos. - me interrumpió.
- Pero Yoongi. Yo no...estaba listo para esto.
- Yo tampoco, bebé. - soltó sus bolsos y se acercó a mí para acariciarme el rostro - Pero es hora de decir adiós...
¿No podía pedirle que se quede o sí?
No, esta vez no podía.
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Cuídame - Yoonmin
FanfictionYoongi, un chico frío, cerrado y al que no le gusta hablar de sus sentimientos, solía ser el niñero del pequeño y alegre Jimin. Después de diez años y de una tragedia inesperada , ambos ya más grandes y más maduros, se reencuentran. Pero Yoongi no s...