Capítulo 52

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Yoongi

El señor Park, sentado enfrente de mí, me miraba seriamente y con el ceño fruncido en medio del silencio incómodo durante la cena. Esa noche había sido invitado cordialmente a comer a casa de Jimin con sus padres bajo la promesa de no ser asesinado por mi querido suegro. Yo le sostuve la mirada todo el rato y no me deje intimidar ni un segundo. Probablemente mi actitud desafiante no ayudaba a relajar la extraña tensión entre nosotros pero vamos, que yo ya era un hombre grande y no me iba a dejar regañar como si fuera un mocoso.

Jimin había querido sentarse a mi lado cuando la comida estuvo lista pero su padre lo llamó y lo invitó a tomar el lugar al lado suyo. Su madre quedó entonces a mi lado.

Supongo que no era el único que se sentía ligeramente incómodo ya que ni Jimin ni su mamá tampoco hablaban mucho o por lo menos no parecían saber qué decir. Era la primera vez que estábamos los cuatro así juntos y la verdad era muy extraño.

- ¿Y ese reloj? - rompió el silencio la voz del señor Park cuando notó el accesorio en la muñeca de Jimin.

- Yoongi me lo regaló, por mi cumpleaños. ¿No es genial? - le contó emocionado.

- Eso se ve muy costoso. - me miró molesto.

- No fue nada. - respondí quitándole importancia.

- Supongo que tienes un buen trabajo y ganas mucho dinero.

- Sí! A Yoongi como que lo ascendieron y ahora es socio de su empresa. - volvió a decir Jimin y me miró como sintiéndose orgulloso de mí.

- Claro... - dijo el señor Park sin nada de emoción o sorpresa. - ¿Y ya vendiste la casa?

- No, todavía no. Tal vez lo haga pronto, no estoy seguro en realidad.

- ¿Por qué?

- No lo sé...supongo que es difícil desprenderse de ciertas cosas. - le eché una mirada de complicidad a Jimin y él me sonrió en respuesta.

Al parecer su padre notó la interacción entre nosotros y cambió de posición en su silla intentado ignorarnos.

- Bueno...¿y cuánto tiempo te vas a quedar? - cambió de tema después.

- Solo unos días. Tengo que volver a trabajar. Prácticamente me fui sin pedir permiso.

- Eso no suena muy responsable.

- Papá, lo hizo para poder venir a verme por mi cumpleaños. - me defendió Jimin.

- Como sea - lo ignoró - ¿Cómo se supone que van a estar...juntos viviendo en cada extremo del planeta?

La pregunta que nos hacíamos todos. Pero tal vez no era la mejor para discutirla en la mesa, al menos no ese momento, pués Jimin y yo teníamos que hablarlo a solas primero.

- ¿No tienes pensado llevarte a mi hijo del país o sí? - me miró de forma amenazante.

Iba a contestar cuando noté que la madre de Jimin también me miraba expectante por mi respuesta, pero la suya era más una mirada de preocupación que otra cosa. De repente me sentí como una especie de monstruo que venía del exterior para llevarse a su bebé lejos de ellos.

- Jimin es libre de hacer lo que desee. - contesté. Todas las miradas fueron entonces hacia él.

- Yo... - dijo nervioso. - Estoy averiguando sobre universidades.

- ¿En dónde? - le preguntó su padre.

- Aquí...pero también en Estados Unidos.

- Jimin... - el hombre parecía empezar a querer quejarse cuando la mamá se levantó rápido de la mesa y preguntó si queríamos postre.

Cuídame - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora