Otra vez tú (Oh, Savanah! #2)

Capítulo 9

Escucho que mi teléfono suena, alguien me está llamando, así que con mucho sueño me levanto de la cama.
Tomo mi teléfono y veo en mi pantalla "Paul-niño raro".

Llamada...

-¿Por qué me llamas a esta hora? Tengo sueño- digo algo molesta... nunca me levanten.

-Primero son las 11, así que no es "temprano", y segundo niña rara si me hablas así no te llevaré las tostadas francesas y el café de starbucks y me devolveré a mi casa a comérmelos- dice divertido.

-Nononono, mentira, te amo, no te devuelvas y ven a traerme esas tostadas y ese café- digo y él rie.

-Baja a abrirme boba-

-Voy-

Fin de la llamada...

Pues si, como pueden ver ya hay mucha confianza con Paul, no he cepillado mis dientes, mi cabello está muy despeinado y estoy en pijama y así voy a bajar a abrirle.

-Hola niño raro- digo abriéndole la puerta y él pasa para dejar la comida en la barra.

Por favor díganme si no tengo al mejor amigo del mundo, vino a traerme tostadas francesas y café de starbucks.

-Hola niña rara-
-Me voy a cepillar los dientes, puedes ver tele- digo, él asiente y yo subo a ponerme un poco más presentable.

Cepillo mis dientes, peino mi cabello atándolo en una cola alta y bajo.

Me siento en la barra con Paul y juntos desayunamos.

-¿A dónde iremos hoy?- le pregunto.
-¿El cine?- me pregunta.
-Sip, y después podemos ir a comer helado-
-Perfecto-
-Ayúdame a ver que me pongo- digo subiendo las escaleras.

Paul elige un pantalón negro roto, una camisa atada con un nudo blanca y mis vans negras, dejo mi cabello ennla cola alta y me llevo una cartera de hombro.

Paul y yo subimos a su auto y nos dirigimos al centro comercial, ya allí hacemos la cola del cine para comprar los tickets. Luego compramos palomitas, refresco, gomitas y chocolates... sip, somos muy gordos, y entramos a la función.

-Estuvo buena- dice Paul.
-Si, me gustó-
-Oye... ¿ese es Alan?- dice señalando al chico que está volteado.
-Creo que si- digo y él chico se voltea y pues si, es Alan. Nos ve, sonríe y se acerca a nosotros.
-Hola chicos- dice Alan.
-Hola- lo saludo y Paul hace lo mismo.
-¿Qué hacen por aquí?- pregunta Alan.
-Estabamos viendo una película ¿y tú?- responde Paul.
-Vine a comprar unas cosas-
-Oh ya veo-

Paul y Alan se pusieron a hablar mucho, y me sentía como de sobra, además creo que sería bueno que hablen sólos, así que les pongo una excusa para irme.

-Em... oigan, voy al baño y a comprarme un helado, los veo luego- digo.
-¿Estás segura Sav? Podemos ir todos- dice Paul y yo niego.

Luego me voy y cuando estoy lejos le hago unas señas a Paul dándoles ánimos de que hablen y arreglen las cosas y él ríe.

Camino por el centro comercial y me paro en una heladería, después de comprar mi helado me voy a una parte del centro comercial que es al aire libre y es como una mini plaza, donde hay niños jugando, personas hablando y parejas besándose. Decido sentarme en una banca a terminar mi helado y leer... siempre tengo un libro en mi bolso, uno nunca sabe cuando lo necesita.

-Sav, hola- escucho la voz de Sean detrás mio.
-Hola Sean- digo y él se sienta a mi lado.
-¿Qué haces aquí sola?- me pregunta.
-No vine sola, pero con quien vine se encontró a alguien y creo que necesitan hablar así que decidí dejarlos solos - explico.
-Ah, bueno si quieres te puedo hacer compañía-
-Si claro, quédate- la verdad si necesitaba a alguien con quien hablar, no quiero estár sola.

Sean y yo conversamos de muchas cosas, y algunas veces me molesta con lo de "minion".

-Ya se está haciendo tarde- digo viendo la hora en mi teléfono... el tiempo se me pasó rapidísimo.
-Si, tienes razón-
-Mierda...- digo viendo mi teléfono.
-¿Qué sucede?- me pregunta confundido.
-Mi amigo se fue y me dejó como mil mensajes preguntándome si estoy bien, si estoy en casa y eso- digo preocupada, ya está oscuro... ¿qué haré?.
-Te puedo llevar a tu casa-
-¿Enserio?-
-Sip, vamos-
-Gracias- le sonrío.

Le aviso a Paul que estoy bien y subo al auto de Sean junto a él, en el camino cantamos y hablamos, debo admitir que la paso muy bien con él.

-Bueno, gracias por traerme, la pasé muy bien hoy- digo cuando ya llegamos a mi casa.
-No fue nada, y yo también la pasé muy bien- dice Sean sonriendo.

No se por que, pero Sean y yo nos quedamos viéndonos fijamente, pensé en bajar de una vez del auto pero no podía mover mi cuerpo. Sean baja la vista a mis labios y se acerca lentamente a mi...

¡Savanah muévete ya, tienes novio!

No puedo...

Sean une nuestros labios, primero no hago nada pero después le sigo el beso... ¿qué estoy haciendo? Tengo novio y no le puedo hacer esto, además es Sean, ¡no me gusta Sean!.

¡Sepárate!

Sus labios son suaves y dulces, la verdad me gustan bastante, pero reacciono y me separo de él.

-Yo... yo... - intento decir pero no me salen las palabras.
-Lo siento... no debí hacerlo- dice nervioso.
-No... yo tampoco debí... esto está mal, tengo novio- digo y rápidamente bajo del auto.

Si Savanah, huye y no aclares las cosas...

Cállate, no es fácil.

Entro a casa, subo a mi habitación y me cambio por la pijama. Me acuesto en mi cama con Luky y la verdad me costó quedarme dormida, no pude parar de pensar en el beso ... ¿qué hice? ¿por qué le seguí el beso? Bueno al menos me separé de él, siento que sólo le seguí el beso por que las hormonas me traicionaron, Sean es guapo pero no lo puedo ver como algo más. La cosa es ¿qué haré con Mike? ¿le cuento? ... no, no puedo contarle, mejor dejaré todo así.

...