Capítulo 18

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-Sean- digo con una sonrisa un poco falsa y veo que Noah aprieta los puños.
-Noah, años sin verte- dice él.
-Si...- dice forzando una sonrisa.
-¿Qué hacen aquí juntos?- pregunta Sean.
-Noah y yo...- iba a decir que somos novios pero aún no me lo ha pedido, a si que no se si decirlo.
-Somos novios- completa Noah y sonrío.
-Oh... entiendo... yo debo irme, nos vemos luego- dice Sean incómodo y se va antes de que podamos despedirnos.
-¿Si somos novios?- le pregunto a Noah y él sonríe.
-Si, aunque aún no te lo he pedido formalmente pues si somos novios-
-Okay, NOVIO- digo resaltando la palabra "novio" y él ríe.

Luego de cenar juntos me dejó en casa y me coloqué mi pijama, mandé un mendaje por el grupo de Whatsapp que tenemos Sam, Paul y yo, llamado "Las tres Dobbys" antes era "Las tres mosqueteras" pero Sam decidió cambiarlo, diciéndoles que tenemos que salir mañana urgente para contarles todo.

Después dejo mi teléfono a un lado y caigo en un profundo sueño.

...

Es domingo por la mañana, son las 11 am, hoy mamá vino pero a penas la he visto, ya que cuando llegó se fue a ver el salón para la boda y aún ni regresa. La verdad mamá se está tomando bastante bien esto de la boda, aún no se ha estresado mucho como tienden a estresarse las novias. Mamá y Dominic se irán de luna de miel a París y estarán allí por un tiempo y volveran un día antes de mi cumpleaños. Además para la boda vendrá toda la familia, es decir, podré ver a Clara.

Tomo mi teléfono y veo que hay un mensaje de Paul que dice "en una hora estoy en tu casa", así que llamo a Sam para que venga a casa y nos arreglemos juntas, hoy los tres saldremos a almorzar juntos para contarles todo lo sucedido ayer.

En unos minutos mi mejor amiga entra a mi habitación y se tira en mi cama.

-Viniste a ayudarme con mi ropa no a tirarte en mi cama- digo y ella ríe.
-Cállate- dice entre risas.

Mi amiga entra a mi closet y comienza a sacar mi ropa.

-Oh, mira esto- dice con una sonrisa mostrándome una pulsera que tiene en la mano.
-¿Dónde estaba?- pregunto viéndolo.
-En una de tus gabetas, ¿lo recuerdas?- dice dándomela y yo sonrío.
-Claro que si, fue el día que nos hicimos amigas oficialmente...- digo recordando el momento.

Flashback...

-Samy, Samy, tengo una terrible noticia- digo triste corriendo hasta donde está ella, me siento a su lado en las escaleras que se encuentran en la entrada de su casa y ella me mira confundida.
-¿Qué pasó?- pregunta viéndome fijamente.
-Mi mamá me incribió en algo llamado "escuela"- digo aterrada y ella ríe.
-No es algo malo, bueno, mamá me dijo que no- dice ella calmándome.
-Pero... ya no pasaremos todo el tiempo juntas-
-No pasa nada, le diré a mamá que también me inscriba-
-Eso sería genial Samy... pero ¿y si si es malo?- digo asustada y ella me abraza.
-No dejaré que nada malo te pase jamás- dice viéndome con sus grandes ojos.
-¿Jamás? ¿Y si estamos lejos?-
-Ten, es un brasalete de la amistad, si estoy lejos siempre te cuidaré y nos mantendremos unidas con esto- dice colocándomelo en el brazo y me muestra que ella tiene uno igual en su muñeca.
-Entonces... ¿ya somos oficialmente mejores amigas?- pregunto con una sonrisa.
-Para siempre- dice y nos abrazamos.

Fin del flashback...

Ambas nos reímos recordando ese día.

-Quién diría que al final tú sería una genio en el instituto y yo la que odia ir- dice Sam.
-Si... fue un lindo día-
-La verdad que si-
-Bueno, vistámosnos, que Paul llegará y sabes que él odia esperar- digo y entra nuevamente al armario.
-Sip, es toda una diva- dice divertida y yo suelto una carcajada.

Luego de unos minutos Sam sale con un conjunto de ropa, me lo coloco y después de peinar mi cabello suena el timbre, Sam toma su bolso y bajamos las escaleras.

-¡Liam te dejé con Luky, vuelvo más tarde!- grito antes de salir y cierro la puerta.

Subimos al auto de Paul y él conduce hasta un centro comercial que está cerca, al llegar bajamos y caminamos hasta encontrar un lugar para comer.

-Se me antoja tacos- digo viendo un puesto de comida mexicana.
-A mi también- dice Paul.
-Vamos- contesta Sam.

Entramos al local y pedimos la comida, todo estaba delicioso y quedamos bastante llenos, mientras comimos le conté todo a los dos y ellos lucían hasta más emocionados que yo.

-¿Postre?- digo sonriente.
-Hace cinco minutos dijiste que no te cabía más comida en el estómago- dice Paul riendo.
-Siempre hay espacio para el postre, dahh- digo obvia.
-Vamos por un helado- dice Sam.
-Yayyy- chillo emocionada y mis dos mejores amigos se burlan.

Pagamos la comida y salimos del local, caminamos hasta encontrar una heladería que tiene como mil sabores de helado. Después de mil horas pensando que voy a pedir, me decido por pistacho y oreo con nutella, hacemos los pedidos y caminamos por todo el centro comercial viendo tiendas mientras terminamos nuestros conos.

A lo lejos veo a un chico que se me hace familiar en el puesto de churros, esta haciendo la fila para pedir y está volteado por lo cual no le puedo ver el rostro, luego lo atienden y le dan su pedido, se voltéa para irse y logro reconocerlo.

-Miren, ¿ese no es Alan?- digo señalándolo y Sam asiente.
-Chicos- dice Alan sonriente al vernos y se acerca.
-Hola Alan- lo saludo.
-¿Cómo están? ¿Qué hacen aquí?- dice él con una bandeja de churros en la mano... es una gran bandeja.
-Estabamos comiendo- dice Sam y veo como Paul está viendo a Alan con una sonrisa.
-¿Y tú que haces aquí?- pregunto.
-Bueno... yo...- empieza a decir algo ¿nervioso? ... pero lo interrumpen.
-Bebé, aquí estás, llevaba rato esperándote- dice un chico muy guapo detrás de él.
-Él es mi novio Michael-
-¡¿Qué?!- decimos los tres al unísono y veo la cara de desilusión y tristeza de Paul.

Mierda...

Otra vez tú (Oh, Savanah! #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora