(Pv Marcos)
Desperté de golpe cuando sentí el peso de Anelis sobre mi estómago.
—¡PAPÁ! ¡TENGO HAMBRE!
—¡Auch! Anelis, ya te he dicho que no te lances así cuando estoy dormido.— gruñí adolorido.
—No me extraña, ya son más de las once.— dijo Aras levantándose y rascándose la cabeza.— Creo que se nos fue la mano.
Ya luego le reclamaré por ser el culpable de que apenas pudiera moverme sin dolor.
—Anelis, espera afuera mientras nos vestimos por fa.— le dije cargándola antes de darme cuenta que seguía con su pijama.— ¿No ha llegado Mamá Lúa?
Ella negó con la cabeza mientras Aras revisaba su celular.
—Parece que el viejo la retuvo seguramente para molestarla.— nos avisó.— Pero dice que mañana sin falta vendrá, ya vez que ella es la que manda al final.
Espero que no se meta en problemas por nuestra culpa.
—Danos veinte minutos y vamos a comer ¿te parece? Ve a lavarte los dientes y prepara la ducha como te enseñé.
—Ok.— dijo antes de bajarse de la cama.— ¡Pero no hagan cosas cochinas! que se tadan mucho.
Cerró la puerta como si no hubiera dicho nada que casi me da un infarto.
—Creo que mamá Lúa le ha estado enseñando más de lo que imaginé.— meditó Aras sorprendido.— Mejor démonos prisa.
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Luego de pelear con Aras para que me quitara el pañal nos arreglamos y fui a bañar a Anelis para que comieramos finalmente.
—Papi ¿Y tu otro collar?— preguntó al ver mi nuevo collar plateado.
—Ya no lo va a usar más.—respondió Aras mientras me pasaba una toalla para secarla.— Este es el collar de novios que prueba que tu papi y yo vamos a casarnos.
—¡¿De verdad?!— preguntó emocionada.—¡SI! ¡Papi y papi Aras se van a casar! ¡Ahora si tendré tres papis!
Ambos nos echamos a reír al ver la sonrisa de mi hija mientras la peinaba y le ponía el broche que Aras le regaló, puede que no entendiera el tipo de relación que teníamos ya que al ser una niña el mundo era sencillo para ella pero sin duda era muy inteligente y estaba en la edad perfecta para enseñarle que una relación entre hombres era algo normal.
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—Hoy tengo que atender unos asuntos en la ciudad.—nos informó Aras mientras bajábamos al comedor llevando a Anelis de la mano entre los dos.
—Entonces yo debo encargarme de la fiesta ¿cierto?— pregunté.
—Así es y tan pronto comamos te daré las indicaciones.
—¿Fiesta?— preguntó Anelis curiosa.
—El cumpleaños de Aras es la próxima semana.— le expliqué.— Como su pareja debo hacerme cargo del evento.
—¡¿El cumple de papi Aras?!— exclamó emocionada.— ¡Quiero ayudar papi! ¡Por fa!
—Lo siento Anelis.— se disculpó Aras sentándose frente a la mesa.— Pero me temo que esta no será una fiesta muy agradable para ninguno—ella lo miró extrañada.— Aunque diga que es una fiesta, se trata de una reunión de trabajo muy importante donde se decide el futuro de mis negocios y como príncipe tengo que invitar a gente que no me agrada para mantener las buenas relaciones y mantener el ministerio de turismo.
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El Príncipe y el Esclavo
RomanceMarcos es secuestrado y vendido como esclavo, su dueño es el cuarto hijo del Rey, el príncipe Aras y a partir de ese momento comienza su vida como un juguete sexual, o al menos eso piensa él. Ya que termina enamorándose de ese estilo de vida y del...