(Pv Marcos)
Me desperté sintiendo los fuertes brazos de Aras rodeándome con cuidado, recordar la noche anterior me provocaba miles de sensaciones, vergüenza, incomodidad, felicidad, deseo. Nunca pensé que haría algo así y menos para otra persona ¿Qué clase de poder tenía ese hombre sobre mí? Lo amo, eso es totalmente cierto...pero hacer todo eso por él, me genera muchas sensaciones que nunca pensé tener en alguien.
—¿En qué piensas, Marcos?
Los ojos de Aras me atravesaron como rayos y las preguntas volvieron a mi cabeza.
—En todo lo que siento cada vez que estoy contigo.
Le expliqué todo y lo que me me hacía sentir extraño, mientras hablábamos fuimos al baño y nos arreglamos para salir.
—Comprendo lo que te pasa.—me dijo mientras se vestía con una túnica blanca y un pantalón negro.—Yo nunca antes estuve con un hombre, tuve esclavas pero luego las liberaba o se regalaba a conocidos cuando sentía que no la quería.—bajé la mirada incomodo.—Pero contigo...todo es diferente, no es sólo sexo lo que quiero.— se acercó y me abrazo con fuerza.—Quiero mimarte y protegerte, quiero ver a Anelis correr y jugar por todas partes y luego verla crecer contigo, que cuando llegue el día en que sea una mujer la veamos juntos como logre sus sueños...—me miro y para mi sorpresa se soltó y se puso a jugar con los dedos.—También quiero....ir a Estados Unidos con ustedes...conocer la ciudad donde creíste y nació Anelis....quiero.....presentarme formalmente ante la tumba de Sophie.
No podía creer lo que decía, esas palabras eran tan sinceras y puras que no pude evitar que una lagrima cayera de mis ojos.
—Aras....—lo abracé feliz.—No te preocupes Sophie no está sola allá, ella quería ser cremada y sus cenizas se esparcieron en una playa de Florida.—se sorprendió al escucharme.—Ella no quería atarme al país, siempre dijo que yo debía conocer el mundo, por eso ella, estoy seguro que está feliz de ver lo mucho que nos quieres.
—En ese caso, te pido que me dejes darte algo que te permita recordarla por siempre.—dijo seriamente.
—¿Eh?
—Te prometo que te gustará.
____
Fuimos a despertar a Anelis y luego bajamos a desayunar, acordamos que nos tomaríamos un descanso de tanto sexo por unos días y para evitar tentaciones Anelis podría pasar el día con nosotros después del trabajo, cuando le dije que estaría en el despacho con nosotros se alegró tanto que cuando Isú y mamá Lúa llegaron les fue a contar emocionada como si fuera una gran noticia.
Isú le regaló a Aras un libro que al parecer había estado buscando, aunque al principio se negó a aceptarlo ella insistió y que era su forma de agradecerle así que no tuvo más remedio.
La mañana prácticamente se nos fue con el exceso de trabajo, como parte de la tradición, se dejaba un día de descanso entre la fiesta y la formalización de contratos, por lo que Aras pasó horas en el teléfono mientras yo organizaba todo en la laptop.
A la hora de la comida estábamos agotados, pero Aras tenía que salir a llevar los últimos documentos a la embajada y pedir una cita para la renovación de pasaportes y la nacionalización.
—Pediré todo de una vez para que no tengan que ir varias veces.—explicó mientras terminábamos de comer.—Le avisé a mi abogado que empiece a tramitar tu contrato como esclavo, ya que fuiste obligado seguramente no existe o lo falsificaron y si lo llevamos será mucho más fácil que te den la nacionalidad.
—Entiendo.—asentí antes de levantarnos de la mesa.
—Una vez que todo eso esté listo, comenzaremos los trámites para el ingreso de Anelis a la guardería, Isú me esta ayudando con eso ya que su novio es hermano del dueño, cómo ya está terminando el ciclo escolar, aprovecharemos las vacaciones y así podrá ingresar en el nuevo semestre.
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El Príncipe y el Esclavo
RomansaMarcos es secuestrado y vendido como esclavo, su dueño es el cuarto hijo del Rey, el príncipe Aras y a partir de ese momento comienza su vida como un juguete sexual, o al menos eso piensa él. Ya que termina enamorándose de ese estilo de vida y del...