14. Un Padre Exigente pero Amable

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—¡Se ve increíble!

Nico saltaba emocionado al ver mi trasero marcado con la fusta. El príncipe Aron y él vinieron para mi tratamiento y cuando me desnudé en la oficina no pude evitar mostrarle los resultados de mi noche de juegos.

—Recuerdo la primera vez que estuve en mi cuarto de juegos.— decía Nico.— Estaba tan excitado que incluso probé el caballo de madera ¡Fue asombro! No pude moverme por dos días y me dolía la garganta por tantos gritos pero fue tan excitante y tan genial que no me importó.

—¿Qué es un caballo de madera?— pregunté curioso.— ¿Es igual que el potro?

—¡Es algo con forma triangular y donde te colocas se ajusta un pene de plástico, cuando te sientas y la gravedad hace lo suyo es como si todo tu cuerpo se derritiera y fueras un ser hecho sólo de sexo y placer!— exclamó con sus ojos brillando de la emoción.— El miedo de caer y la adrenalina, el que tu amo te mire o te castigue ¡Es el paraíso! El potro es un poco más ancho y acolchado pero podria hacer la misma función ¡Te enseñaré luego y la pasaremos muy bien!

No había visto a Nico tan feliz hablando de sexo y eso que era muy abierto con ese tema, no sé como es esa cosa pero tal vez deba probarla después de todo me daba miedo probar la fusta y al final rogaba por ser azotado, tal vez pronto quiera probar una de esas paletas.

____

Cerca de la hora del almuerzo fuimos al cuarto de juegos para que Nico y yo jugáramos entre nosotros. Nico era mi mejor amigo y por alguna razón besarnos y abrazarnos formaba parte de nuestra rutina mientras hablábamos de todo, era muy inteligente y sabía mucho de medicina ya que su Amo le había enseñado y ahora era su asistente en la clínica en la que también era auxiliar de pediatría.

—Nunca he ido a América, de hecho no he salido del país.— explicó Nico mientras miraba los disfraces.— Aron si, de hecho conoció a Kira mientras estudiaba en Estados Unidos y aunque tenga aspecto oriental en realidad es americana y se llama así porque su padre le gustaba un anime y le puso ese nombre.—rió.— Ella vino a este país casada con él y al parecer le gustaba eso del sadomasoquismo y vino encantada sabiendo lo que debía hacer.

—¡Vaya! pensé que la única forma de ser un esclavo era ser comprado.— expresé mirando una tanga negra que no había detallado anoche.

—No, normalmente los extranjeros para ser esclavos deben venir casados.— respondió Nico nervioso.— Lo que pasó contigo...no es algo usual.

—Descuida Nico, antes me hubiera sentido fatal pero ahora estoy agradecido.— le sonreí amablemente.— Anelis está a salvo y encontré un Amo que me quiere tal como soy y por lo que vi adora a mi hija tanto como yo. Si este era mi destino, créeme que lo acepto gustoso.

—Me alegra Marcos.— respondido antes de abrazarme.— En tan poco tiempo te has convertido en mi mejor amigo, los otros esclavos también me agradan pero es la primera vez que hablo con alguien con los mismos intereses.

Sonreí antes de besarnos entre risas, para nosotros eran simples besos de amistad, nada que nos hiciera cambiar de sentimientos hacia nuestros Amos.

—Ya verás que pronto te darán un collar plateado.— expresó.

—¿Collar plateado?— pregunté confundido.— ¿Qué tiene mi collar?

—Ese es el estándar.— explicó.— Cuando tu amo se te declare oficialmente te dará un collar de cuero blanco o de plata, eso significa que eres oficialmente el novio de tu Amo y nadie puede tocarte con este si alguien quiere tener sexo contigo puede decirle al príncipe para que te alquile, pero con el collar plateado tienes más respeto incluso puedes comprar propiedades.— luego tocó el suyo con orgullo.— Y cuando tengas el dorado serás oficialmente su esposo, tienes todos los privilegios del príncipe e incluso puedes comprar esclavos.

El Príncipe y el EsclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora