capítulo 31

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—Me folle a un extraterrestre.

—¿En serio? Suena bien, —respondo a mi amiga sin haber puesto realmente mucha atención en lo que dijo.

—Amiga que pasa, siempre sueles ser algo distraída pero hoy has sobrepasado los límites, no has puesto atención alguna a lo que digo. —se queja recriminado mi comportamiento.

La verdad es que no tengo cabeza para nada, hoy se cumplen seis días que Vladimir salió de viaje y no ha tomado la molestia de hablarme o enviarme un mensaje, había dicho que sólo serían dos días bueno me lo dijo creyendo que estaba dormida, pero ahora ya no sé ni que día va regresar. Eso me molesta y a su vez hace que en mis pensamientos sólo este él, extrañándolo cada segundo que pasa.

—No pasa nada todo está bien. —le doy una sonrisa para aligerar el momento, pero ella no se traga ése cuento me mira aséptica elevando una ceja esperando que le diga la verdad, maldición, odio ser soy tan obvia.

—Esta bien, tú ganas.—ruedo los ojos y me decido por platicarle lo que pasó, a lo que me escucha sin comentar, admito que me está ayudando a descargar el peso que he llevado estos días. Pero cuando termino suelta una risita, eso me confunde, acaso dije algo gracioso o mis problemas suenan a alguna película de comedia, mejor no hubiera dicho nada.

Bufo molesta. Muevo la taza del café en círculos.

—No te enojes, entiendo tu preocupación pero estás siendo una exagerada, dramática, pobre de Vladimir debe estar verdaderamente enamorado para soportarte, acaso te ha dado indicios de que te este engañando o sólo lo dices porque has visto a esa mujer ahí.

Parece más amiga de él que mía.

—No, no tengo pruebas, pero... —no me deja terminar de hablar

—Pero nada, deja de ser tan testaruda y si lo extrañas por que no se ha comunicado contigo pues háblale tú, estoy segura que él no lo ha hecho solo para darte tú espacio, se ve que te adora, no la cagues amiga.

Proceso sus palabras dando un sorbo a mi café, mientras mi mirada se pierde entre las personas y el tráfico de autos de la calle. Ya había pensado en hablarle pero eso sería perder mi dignidad, aceptar ante él mi derrota.

—Recuerdas cuando estaba muy enojada con Steve por la foto en Instagram. —vuelve hablar. —Yo no tenía intención alguna de escucharlo, mucho menos de creerle, sino hubiera sido por ti que me dijiste que le diera una oportunidad, en éstos momentos no seguiríamos juntos y yo estaría dándome de topes en la pared por no hacerlo.

—Jaqui, esto es distinto, ambas sabemos que la mujer que estaba en la fotografía es la novia de Bruno.

—Te equivocas es lo mismo, porque yo no lo sabía y si no le hubiera dado la oportunidad de defenderse todo se hubiera ido a al mierda. —sigue tratando de hacerme cambiar de parecer.

—Pero Vladimir sí tuvo algo que ver con esa mujer. —siento ganas de vomitar al decirlo.

—Eso fue hace mucho y lo que no es en tu año no hace daño.

—Pero ella sigue trabajando en su empresa.

Eleva la mirada exasperada. —Ya déjate de tonterías y llámalo —me acerca más el móvil que tengo sobre la mesa.

Una parte de mi desea hacerlo, lo extraño mucho necesito escuchar su voz, saber que está bien, decirle que lo amo. Pero no lo hago, luego de unos segundos vuelvo a dejar el móvil en la mesa.

—Lo haré más tarde. —increpo sin dejar de observar el maldito aparato.

—Esta bien, haz lo que quieras. —mueve la cabeza en negación.

La Mejor De Las Coincidencias© [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora