—Las radiografías indican que todo está en su lugar no hay nada de que preocuparse, sólo evite apoyar con mucha fuerza el pie, tomé estos analgésicos en caso de dolor y en un par de días estará como nueva. —eso comentó el médico después de poner una venda en mí pie y entregarle la receta médica a Vladimir que no se quiso esperar afuera, en cuanto vio quien me iba a revisar no se separó de mí, quizás se sintió amenazado del mango latino de grandes y hermosos ojos que me atendería.
Todo el camino le estuve recordando las palabras del médico haciendo énfasis que todo estaba bien, pero no, el exagerado dramático de mi novio tenía llevar todo al límite, no me dejaba ni asomar las narices fuera de la habitación, hasta para ir al baño me quería llevar cargada y no era para tanto si podía caminar ni siquiera me dolía. Y que digo de la vergüenza que me hizo pasar cuando fuimos todos al teatro, me bajo cargada en brazos de la limusina y me puso en una silla de ruedas, tratándome como si estuviera lisiada, peor aún me hizo sentir una inútil.
Ayer por la tarde llegué al límite y tuvimos una fuerte discusión ya que se puso a regañarme como si fuera mi papá frente a sus hermanas y cuñado, sólo porque aproveche que se había quedado dormido mientras veíamos una serie en Netflix y baje a la cocina para tomar un poco de agua, es más que obvio que ya me sentía en perfectas condiciones, lista para correr un maratón completo, bueno el problema fue qué después me quedé en la sala platicando con ellos, hasta que él apareció, claro.
—¿Qué haces aquí?... —me pregunta enojado. Yo estallo como olla exprés, llegando más allá del límite de compresión y paciencia, nos pusimos a discutir frente a todos, yo gritaba, mientras él intentó hacerlo pero lo amenacé, no nos importaba quién nos estuviera escuchando, parecíamos dos gallinas en corral, ellos mejor optaron por dejarnos solos, ahí fue donde le puse un alto y le pedí que dejará de tratarme como una niña.
Sin duda está fue una pelea épica dónde un chihuahua gana la batalla campal contra un doberman, ya después de tanto gritar, se dio por vencido y prometió no ser tan sobreprotector.
Espero y cumpla.
A pesar de esos pequeños detalles me llevo lo mejor de Minneapolis, me divertí mucho, conocí nuevas personas y lo más importante he pasado momentos maravillosos con el amor de mi vida. Hace unas horas la despedida con su familia fue muy emotiva, estos días llegué a tomarles cariño a todos, en especial a sus papás que fueron muy lindos, carismáticos, se preocuparon por mi cuando supieron que me lastime el pie y estuvieron atentos en mi recuperación, creo que después de todo fue lindo conocerlos en verdad me agradaron, espero poder reunirnos pronto se los prometí, además tenemos que hacer formal nuestro compromiso en algún momento.
Me hace dar cuenta que hemos llegado, cuando detiene la camioneta que tomamos en el aeropuerto, no se si es de él o sólo la rento pero ya estaba lista para nosotros cuando bajamos del jet.
Sin duda me agrada más éste clima cálido de Malibú, bueno que más puedo decir al fin de cuentas éste es mi hogar, donde nací y crecí.
Todo está pasivo aún, estoy segura que somos los primeros en llegar, el resto de la familia llegara mañana, yo insistí en llegar un día antes.
Él está más emocionado que yo, parece un niño que va por primera vez a Disney, no ha parado de hablar de cuando conoció a mi papá y lo bien que simpatizaron, de lo mucho que tienen en común, de su partido de fútbol americano, ya me dio jaqueca de escucharlo desde que subimos al avión, pero me alegra que se lleven bien mis dos hombresotes.
—¿Todo bien amor?... — pregunta por mi distracción y al confirmarle con una gran sonrisa que estoy de maravilla se baja para abrirme la puerta para ayudarme a bajar, en ocasiones aún me siento rara que lo haga pero él es todo un caballero, las primeras ocasiones que lo hacía pensé que sólo era para que tuviera buena impresión de él y que después dejaría de hacerlo, pero lo sigue haciendo creo que es su naturaleza.
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La Mejor De Las Coincidencias© [COMPLETA]
RomanceJessica Miller de 24 años, una joven linda, sencilla, divertida e independiente, en una situación poco agradable y algo vergonzosa conoce al multimillonario Vladimir Collins, un hombre maduro y antipático, que después de conocer a Jessica y a pesar...