Sakura Haruno estaba en su oficina del hospital, era una tarde luminosa y fría donde el otoño había esparcido sus hojas muertas por todos los rincones de la aldea. Miró por su ventana, donde la brisa se colaba y escucho las risillas de los niños que pasaban por las calles.
-¡Sakura! -dijo Ino entrando a su oficina dramáticamente- Qué día tan más ocupado.
-¿Tuviste algo interesante? -pregunto curiosa- Llevo horas observando estas paredes.
-Una pancreatitis y una cirugía de espalda bífida.
-Eso es suerte Ino -le enseño los papeles- Me dejaron a todos los niños con gripe.
-Sakura necesito tu ayuda -la miro sonrojada- Tengo una misión de recolección en el Pais del Rayo voy a ir con Sai. ¿Podrías atender mis casos?
-Claro que si tonta. -sonrió y la señalo- Después me pagaras cubriendo mis vacaciones.
-Esta bien. -la abrazó- Gracias.
El turno de Sakura termino al anochecer, dejo su bata en el costado de su silla para salir del hospital, suspiro pensando en el largo baño que tomaría para recuperar sus fuerzas. Era jueves por la noche y muchas familias paseaban alrededor de la aldea, se acercaban a saludarla o agradecerle por alguna atención medica. Camino por las calles, cuando paso junto a la policía de la aldea, no pudo evitar mirar el logo Uchiha y sonrió recordando. Al final del día siempre se aferraba a la esperanza y los recuerdos de su primer amor.
-No se donde estas -dijo hacia el cielo oscuro tocando su frente- No se lo que haces, solo quiero que sepas, que no te olvido.
-¿Doctora Sakura? -un hombre de cabello castaño se acercó-
-Hola -sonrió- ¿Cual es su nombre?
-Soy Arata, me atendió la semana pasada, quería agradecerle. -le entrego unas flores- Y si usted esta libre, la quiero invitar a salir.
-Gracias por las flores Arata -dijo nerviosa y miró hacia el edificio- Pero estoy enamorada de alguien más.
-¡Oh lo siento doctora! -se sonrojo- Disculpe y que pasa bonita noche.
Llego a casa, puso a calentar la tetera en la estufa y se recostó en la bañera para descansar. A su mente vino la imagen de un hombre de cabello negro y mirada inquietante, recordó la promesa de aquel día "Hasta pronto". Dos años era mucho tiempo, sus compañeros tenían relaciones serias, sus amigas se preocupaban por la soledad de la chica, incluso Naruto le decía que debería seguir con su vida y encontrar a alguien más. Era tan fácil para ellos decirlo, sus sentimientos eran correspondidos ¿Pero los de ella?. El chirrido de la tetera interrumpió sus pensamientos, camino hacía la cocina con una toalla a su alrededor, miro con duda la tetera y como siempre termino sacando una botella de sake del estante. Un día mas en la aburrida vida de Sakura Haruno. Si alguien la observara, juraría que es una borracha solterona. ¿Y no era verdad?.
Ino y Sai, se encontraban en el Pais del Rayo, recolectando unas plantas medicinales que les pidió Tsunade. Había un brote de gripe en las escuelas de Konoha, muy raro en las fechas de viento, una infusión de esas flores pararía con la enfermedad y el desabasto del hospital seria solucionado.
-Ya están todas, belleza. -dijo Sai colocando su mochila- Deberíamos buscar algo de comer en el pueblo.
-¡Por fin! -sonrió estirando sus brazos- Estoy muy hambrienta y cansada.
Los chicos se adentraron al pueblo para buscar comida, Sai tomo de la mano a la Yamanaka para no perderla entre la gente. Ino observo una figura masculina que le era conocida, avanzo rápidamente entre la gente y se coloco cerca de ellos, a su lado de aquel hombre de capa oscura, estaba una pelirroja caminando a su costado.
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Promesas (Sasusaku)
FanfictionEl corazón de Sakura Haruno pertenece a alguien que no puede quedarse. Han pasado dos años desde que Sakura vio por ultima vez a Sasuke, mantenía su vida como doctora en el Hospital de Konoha, los aldeanos la conocían por ser la eterna enamorada de...