5 meses después..
Camino desde la entrada del hospital, se detuvo en algunos puestos para comprar un poco de comida y unos tulipanes. Sin darse cuenta el día se convirtió en noche y la brisa nocturna acariciaba su rostro, sintió unas pataditas que la tomaron por sorpresa, rió un poco por las travesuras de sus pequeños.
-Tranquilos -susurró acariciando su viente- Ya vamos a casa, papá no tardara en llegar.
El camino al complejo Uchiha no era tan largo, pero con la pesadez de su cuerpo y el poco ritmo que tenía, llegar a casa era un verdadero logro. Sasuke había intentado por todos los medios evitar que siguiera trabajando, pero se negaba a permanecer en casa sentada sin hacer nada productivo. Estaba iniciando su octavo mes y estaba lista para asentarse en casa hasta que llegara el momento de dar a luz, pero antes tenia que dejar instrucciones en el hospital, le había tomado todo el día. Miro irritada las escaleras que la llevan a la puerta de su casa, suspiro por la gran hazaña que seria descender, con su viente y el incomodo vestido de maternidad. Sintió una presencia detrás de ella que le erizo los vellos de su cuerpo, por un momento pensó que era Sasuke, pero el no le causaba esa sensación.
Giro para encarar a quien se escondía en la oscuridad, pero fue más rápido y de un empujón la hizo caer rápidamente por el asfalto de las escaleras, chilló de dolor y cubrió su viente tratando de amortiguar el golpe de cada escalón en su abdomen y gimió de dolor.
-¡Maldita zorra! -dijo la pelirroja con una sonrisa satánica en su rostro- ¿Por que no termine contigo en tu boda? -rió con burla- ¡Ya se! Sabía que matarte en este estado de debilidad seria mas satisfactorio.
-¿Karin? -entrecerró sus ojos concentrando su chakra en su viente para salvar a sus hijos- ¿Por que haces esto?
-¡El era mío, solo mío! -gritó cerca de su rostro- Quien debería llevar a esos niños soy yo, el debería amarme a mi -pateó su cuerpo repetidamente- Pero tenias que regresar a su vida, con esa cara de inocencia que tanto detesto. -jalo su cabello- Espero te mueras junto con tus bastardos.
-Basta -cubrió su viente e intento ponerse de pie pero ella se lo impidió- Solo déjame en paz. Mis hijos no merecen tu odio.
-¡Callate! -dijo abofeteándola mirando el charco de sangre en sus piernas- Te dejare morir sola, sufre como yo lo hago -se encogió de hombros- En fin, creo que estas abortando.
-¡No por favor! -dijo rápidamente intentando detenerla- Ellos no tienen la culpa, ayudalos.
-¿Yo ayudarte? -río con burla alejandose- Muérete perra, cuando lo hagas, yo llevare a los verdaderos herederos Uchiha.
Sakura sintió su cuerpo laxo, sus labios empezaban a secarse, sentía que ardía. Unas contracciones no la dejaban cernirse en la oscuridad que tanto anhelaba, iba a parir en la soledad de la noche. Si tan solo pudiera levantarse, pero toda su fuerza se concentro en su viente en lapsos, para mantenerlos a salvo, acelerando el proceso de crecimiento de sus bebés. Aunque la vida le costará, sus hijos nacerían para hacer feliz a su padre.
-¡Sakura! -parpadeo ante la voz de un hombre que la miraba con unos grandes ojos grises-
-¿Daiki? -no podía respirar sentía que el destino estaba en su contra- Por favor no me hagas daño.
-No niña -toco su cabello- Soy el padre de Daiki -miro detrás de el cargándola en sus brazos- Aiko cariño, tenemos que llevarla al hospital.
-¡Sakura pequeña! -dijo la mujer rubia corriendo hacia ellos- Por Dios ¿Quien te hizo esto?
-¿Qué hacen aqui? -balbuceo- Por favor no les hagan daño.
-Tranquila cariño, tus hijos estarán bien -caminaron al hospital- Veníamos a pedirte perdón.
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Promesas (Sasusaku)
FanfictionEl corazón de Sakura Haruno pertenece a alguien que no puede quedarse. Han pasado dos años desde que Sakura vio por ultima vez a Sasuke, mantenía su vida como doctora en el Hospital de Konoha, los aldeanos la conocían por ser la eterna enamorada de...