Sakura se apresuró por las calles de la aldea para detenerse en su oficina y guardar en un pequeño bolso, los suministros y ropa necesaria para el viaje. Su corazón estaba acelerado y retumbaba fuerte en su pecho, no podía esconder una sonrisa sellada en su rostro; con rapidez salió del hospital, se dió media vuelta para despedirse de Shizune agitando su mano.
-¡Adiós Shizune! -dijo antes de chocar con el pecho del Uchiha-
-Sakura -toco su hombro- ¿Estas lista?
-Si -dijo impaciente- Vamos Sasuke.
Se dirigieron a la salida de la aldea, el paso rápido de la pelirrosa no paso inadvertido por el Uchiha, conocía bien a la ojijade y deducía que estaba contenta de ir al encuentro de Gaara, en su mente intento repetir miles de veces que para ella era un buen amigo y un apoyo muy grande en su vida, no podía reprocharle nada, el no había estado para ella, eso no era algo que el pudiera olvidar fácilmente.
-Más rápido -jalo de su brazo- Es tarde, tenemos que llegar antes del anochecer.
-Mantén la calma -ella hizo un puchero- Llegaremos pronto Sakura.
Caminaron por el bosque, era un día lluvioso, era época de transición a la primavera la tierra brillaba en tonos verdes, destacando los orbes de la ojijade, Sasuke notaba el contraste de su belleza con la naturaleza, era un flor de cerezo en todo el esplendor primaveral, floreciendo. Sus labios rojizos como cereza estaban humedecidos, los miro ansioso por saborearlos, deslizo su mirada por su cuerpo apreciando que su compañera de equipo dejo de ser una niña hace mucho tiempo. En cambio Sakura, estaba sumergida en sus pensamientos, tan distraída que no notó el rubor del Uchiha al apreciar su belleza.
-Este camino es mas rápido -dijo la ojijade reaccionando- No lo conocía.
-Es una ruta que aprendi en mis viajes -desvió su mirada- Es corta y directa a la Arena.
Los recuerdos de la pelirosa se fueron a la época donde vivió en la Arena, en esos momentos tuvo tiempo suficiente para descifrar a Gaara. La seriedad del pelirrojo le recordaba a Sasuke cuando era niño. El día que le suplico ayuda para salvar a su hermano vio el alma de Gaara y cuando ella llegó a punto de morir por una batalla la ayudó a sanar. El pelirrojo se había convertido en alguien especial en su camino, le dio un hogar y un motivo para seguir.
-¿Por que Gaara insistió en que fueras tú?
-Digamos que nos conocemos bien -el moreno frunció el ceño- Además trabaje mucho en su aldea, quizá conozca información relevante.
-Bien -apreto el puño- Solo te pido que seas profesional, es una misión.
Sakura se sorprendió por su comentario, pero decidió cambiar el ambiente tan tenso, ella le hizo muchas preguntas al azabache a lo que él atinaba a asentir enfadado o hacer un leve ruido. Sakura se emocionaba por cada cosa que veía a su paso, como una niña descubriendo el olor a tierra mojada, notando el crecimiento de la hierba, admirando cada flor que se cruzaba en su camino. Ella era luz en todo su esplendor, aquella que iluminaba su vida y le daba calor a su corazón, al final del camino logro robarle una sonrisa al Uchiha.
-¡Llegamos! -dijo Sakura en la puerta de la aldea-Ven date prisa.
-Bienvenidos a la Arena -dijo el guardia-¿Nombres?
-Haruno Sakura y Uchiha Sasuke.
-Bienvenidos los esperábamos.
-¿Por qué hay tanta gente? -dijo curiosa-
-Celebrábamos la semana de lluvia. -sonrió- Disfruten su estancia.
-Vamos Sakura -dijo sarcástico- Gaara debe estar ansioso.
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Promesas (Sasusaku)
FanfictionEl corazón de Sakura Haruno pertenece a alguien que no puede quedarse. Han pasado dos años desde que Sakura vio por ultima vez a Sasuke, mantenía su vida como doctora en el Hospital de Konoha, los aldeanos la conocían por ser la eterna enamorada de...