Sakura despertó, escogió su ropa, coloco su tetera y tomo un vaso de sake. Eran cerca de las nueve de la mañana, suspiró en la ducha cuando recordó que tenía mucho trabajo, sería el último día cubriendo a Ino, tenía que preparar sus informes y su bienvenida. Estaba dispuesta a salir de su casa cuando una silueta en su corredor casi la hace brincar de la sorpresa.
Su mirada se enterneció y su boca dibujo una pequeña sonrisa al reconocer a Sasuke que estaba sentado en su entrada dormido en la posición más incomoda, su capa le brindo el calor suficiente para no despertarse durante la noche, se veía tan sereno y en calma.
Lo amaba irremediablemente, había aprendido a hacerlo con sus defectos, su arrogancia y el orgullo que lo caracterizaba. Se inclinó para sentarse en el regazo del azabache para poder abrazarlo.
Sasuke se estremeció por el contacto, sintió que despertaba y la abrazó por su cintura escondiendo su cara en su cuello, la estrecho contra su cuerpo, su fragancia masculina le embriago, su cabello azabache le hizo cosquillas en su piel y rió por el roce.
-Soy un idiota -susurró en su oido- Lo siento.
-¿Es difícil hablar conmigo?-tomo su rostro para besar sus mejillas-
-Eres la única con la que hablo.
-Debes descansar -se levanto- No creo que durmieras cómodo.
-Sakura -beso su frente- No vuelvas a llorar.
-Debo ir a trabajar -sonrío- Sasuke, te quiero.
-Cierra esa bata -la detuvo- Doctora Haruno.
La pelirosa se apresuró al hospital, cuando tuvo un momento libre se escapó a terapia intensiva, se ocultó y espero que un monitor se detuviera. El de una mujer de mediana edad sonó, corrió al cuarto y cerró las cortinas. Apago el monitor y espero que la mujer enfriara mas, era anti ético,pero necesitaba calmar sus dudas.
Colocó sus manos en su tórax y realizó el jutsu de Reencarnación, concentró su chakra y en unos minutos la mujer volvía a tener signos vitales, aunque débiles, pero estables. Sentía que una parte de ella se había ido, pero aún estaba viva y de pie. Salió rápido del lugar antes de que la mujer despertara, corrió a su oficina, su corazón latía rápido, sonrió porque había funcionado.
Tenia poca energía y un leve mareo, una desventaja. Quizá su límite era una persona por día, escondió otro pergamino en la oficina de Ino. Ahora era totalmente real, ella era el objetivo, la pregunta era. ¿Cuánto tardarían en encontrarla?
-Doctora Haruno -dijo una niña interrumpiendo su desucubrimiento- ¿Podría hablar con usted?
-Claro -le sonrió-¿Qué necesitas?
-Me gustaría que me entrenara -dijo orgullosa- Me llamo Kasiki, se que usted es la mejor ninja médico.
-¿Entrenar? -se sorprendió- Puedes venir mañana y empezaremos con lo básico.
-Muchas gracias -la abrazó- Los rumores son ciertos, usted es muy bonita.
-Ve a descansar -acaricio su cabello- Es tarde para que estes aquí, toma mi bata para que no tengas frió.
-Gracias doctora -se despidió-
Salió de lo hospital, era de madrugada y las estrellas iluminaban el cielo, el calor del día desapareció dejando una brisa tan fría que temblaba cuando el viento golpeaba su cuerpo. Acercó sus manos a su boca para soplar y darles calor, como odiaba tener siempre frío, se maldijo mentalmente por olvidar su abrigo. Sintió que colocaban algo en sus hombros y unas manos se deslizaban por su cintura.
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Promesas (Sasusaku)
FanfictionEl corazón de Sakura Haruno pertenece a alguien que no puede quedarse. Han pasado dos años desde que Sakura vio por ultima vez a Sasuke, mantenía su vida como doctora en el Hospital de Konoha, los aldeanos la conocían por ser la eterna enamorada de...