Caminando de la mano

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Doctora Sakura -dijo una enfermera sacándola de sus pensamientos- Son las once, debería ir a casa.

-¡No me di cuenta! -se quito la bata- Demonios.

Sakura salió corriendo del hospital, era muy tarde para buscar un local abierto de comida, tendría que prepararse algo ella, volteo la mirada a la torre Hokage, pero estaba en total oscuridad, Kakashi ya se había ido. Caminaba distraída con los brisa de la noche acariciando su cabello, el frío del anochecer acariciaba su piel desnuda, se maldijo mentalmente por olvidar una chaqueta.

-Tan linda, inocente jovencita. -dijo un aldeano delante de ella- La eterna enamorada de cabello rosa, no deberías esperar por ese idiota. -sonrió engreídamente-

-Es mejor que te alejes -dijo rodeándolo para seguir su camino- Debes aceptar un no como respuesta.

-Podrias ser mía, doctora. -la tomo del codo-

-No me toques -siseo- ¿Cada noche debe ser igual?

Sakura observó entre las sombras al azabache de oscuros ojos, su estatura y su porte harían temblar a cualquier, de miedo o excitación, eso no importaba. Su capa cubría gran parte de su cuerpo, luciendo acogedor. La conversación con Karin no había dejado de reproducirse en su mente, una y otra ves, se hizo muchas preguntas, ¿Quien fue el primer beso de Sasuke? ¿Qué hizo en su viaje? ¿Era su primer amor?

-Es mejor que la escuches -el azabache se acerco intimidando al hombre- No la toques.

Para el aldeano fue suficiente ver sus ojos tornarse rojos para salir huyendo del lugar.

-Se defenderme Sasuke -dijo la pelirosa mirándolo con los brazos cruzados- Cada noche pasa lo mismo.

-Sakura -su facciones lucían relajadas- ¿Qué haces caminando sola a esta hora?

-¿Y tú ? -dijo entrecerrando sus ojos- Deberías estar durmiendo.

-Te esperé en tu casa -el azabache se acercó hasta acariciar con sus dedos su brazo desnudo- Y no respondías, salí a buscarte.

-Se me paso el tiempo en el hospital -decidió calmar su temperamento- Estoy muy cansada, lo siento.

Sakura camino con Sasuke, su mente no estaba en el momento, se mordía el labio con nerviosismo. La pelirosa dio un respingo cuando el azabache le tomo la mano firmemente, con su pulgar dibujaba círculos en la palma de su mano, lo miró hacia el rostro y él mantenía su mirada fija hacia el camino, no se inmutó, no reaccionó, lucia natural, espontáneo y bello. Al entrar la pelirosa preparo la cena para ambos, puso la tetera y ella tomo un vaso de sake, se había sacado casi un litro de sangre, necesitaba motivación, lo bebió rápidamente pensando que el no la veía, el azabache sonrió de lado observando de reojo a la ojijade . Preparo onigiris con tomates para Sasuke y ella un Anbitsu que tenia del día anterior, se deslizaba con calidez en la cocina, mientras el azabache leía pergaminos en la mesa. Coloco la comida en el centro y se reunió con el para comer a su lado.

-¿Pasa algo? -dijo el azabache observandola-Estas muy callada.

-No, todo esta bien -sonrió- Fue un día cansado.

-¿Estas molesta?

-¡No! -dijo irritada-

-¿Segura?

Sasuke tenía una mirada penetrante, para ella era fácil de leer sus emociones en esos dos orbes oscuros. La línea dura que dibujaba su rostro, su mandíbula contraída, la hicieron relajar la mirada. Su mano luchaba para no tocar su fino cabello y deslizarse por su cuello hacia su espalda y sostenerlo contra ella, como siempre soñó.

Promesas (Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora