Ya acercándome más a una edad adolescente, era hora de tener problemas más comunes y más afines a ese momento, y así fue como sin pedirlo ni buscarlo, aparecieron.
Era 2012, fue durante ese verano donde Luciana había conocido a quien iba a ser su pareja hasta el día de hoy, claro que ¿quién iba a saber eso?, yo solo lo iba a conocer como la persona que me arrebató a mi mejor amiga, me hizo padecer de las sensaciones más horribles que sentí luego de la muerte de mi papá, porque claro, nunca había sentido lo que era estar sola, pero mis sentimientos y angustias no importaron, lo que era lógico, y así fue como ya nadie me llamaba por teléfono ni venía a dormir a mi casa, de a poco no tenía a quien contarle mis problemas, con 13 años y una vida construida a base de esa amistad, estaba completamente desesperada, quien iba a sostener todo lo que ella venía sosteniendo, y ahí empezó mi duelo, por duelo me refiero a lo que hacen las personas cuando muere alguien, algo que había decidido omitir cuando murió mi papá, y tres años luego, estaba pasando por aquello que no había visto necesario porque alguien me lo tapaba. Así fue como un distanciamiento con mi mejor amiga, me hizo compartir horas con alguien con quien nunca había estado, ese alguien era yo misma, y me encontraba cada noche para reflexionar y conocerme un poco más. Pasaron algunos meses, en los que ciertamente estuve muy sola, y pude reflexionar acerca de la muerte de mi papá, estaba deprimida, y no sabía a quién llamar, así que no me quedo otra que enfrentar a ese problema que durante tanto tiempo simplemente callé, mi papá había muerto, ¿pero cómo?, ¿Qué le había pasado?, ¿Porque?, indagando en mi cabeza, uniendo cavos y sobre todo pensando, entendí que aquella muerte no había sido casualidad, aquella muerte había sido un suicidio, esa figura paterna que tenia había decidido por su propia cuenta dejar de formar parte de mi vida, porque así es como lo veía, no me había elegido a la hora de matarse, y ¿porque mi distanciamiento con Lu es tan relevante? Porque si mi papá no me eligió, como podía esperar que mi mejor amiga me elija, estaba siendo muy pretenciosa y por alguna razón me culpaba. Me llevó muchos años y muchas charlas con migo misma, superarlo, aunque tampoco quiero atribuirme todo el mérito a mí, la realidad es que en cada ocasión de depresión si había alguien, estaba Nadia, una de las 2 personas que iban a cambiar mi vida, Nadia era una de las chicas que se sentaban delante mío, quien fue un gran refugio todo ese tiempo, y de esa manera cada instante de tristeza decidí pasarlo con ella, se limitaba a escucharme, y verme llorar si era necesario, ahí comprendí la importancia de tener a alguien que me escuche, necesitaba poder depositar mis miedos, broncas y angustias en algún ser humano, necesitaba que una persona me apruebe y me diga que iba por buen camino, y que todo iba a estar bien, y así Nadia cumplió al pie de la letra ese rol, ella se convirtió en todo lo que estaba bien, y emprendí una nueva aventura, la de vivir sin Luciana y conocer nuevas personas.
En un momento de crisis, mi mejor amiga me había cambiado por el novio, y había encontrado aquella respuesta que nunca quise ver pero siempre fingí buscar, había aparecido Nadia, pero también hubo otro factor importante, y acá empieza mi explicación acerca de quién es Matías la segunda persona que conocí en el colegio que iba a cambiar las cosas.
A simple vista era castaño, flaco, de una estatura promedio, ojos negros, flequillo para el costado, y una sonrisa que me doblegaba, tenía el aroma más rico del mundo y se vestía como todo chico quería hacerlo, uno podría imaginarse que con esta descripción yo iba a enamorarme de él inmediatamente luego de conocerlo, pero no fue así, fue al contrario, estuvo enamorado de mi durante tres años seguidos, y nos volvimos mejores amigos a causa de mi rechazo a esa relación romántica que él pretendía, le contaba todo, y pasábamos muchos días juntos, no hacíamos mucho, francamente no tenía el mejor dialogo del mundo, solo era lindo y me abrazaba fuerte, ¿Que mas podía pedir? Que alguien que me hable de cosas tontas como ropa, y música, así completaba todo lo que necesitaba, Nadia me escuchaba y Matías me distraía.
Con la desesperación de encontrar ocupaciones que me borren mi angustia y mis pensamientos negativos me metí en el centro de estudiantes del colegio para ocupar mi mente lo mejor posible llegué a ser la presidenta del centro de estudiantes, todo para distraerme, aprendí muchísimas cosas, y repetía siempre "quiero ser independiente y ser mi mejor compañía". Ese verano padecí las peores sensaciones, no paraba de pensar la pérdida que me sentía, era totalmente horrible no había calma para mi tristeza, recuerdo no poder estar sola porque la angustia invadía mi cuerpo, mi mente tenía que estar en constante contacto con actividades, así sea una computadora, una persona, un teléfono. No existía posibilidad de quedarme sola sin llorar, luego de meses y meses, se había cumplido ya el año de esa mierda, y sin darme cuenta la estaba superando, todo tercero la pase entre subidas y bajadas de ánimo donde creía que estaba todo bien y ella me hacía sentir de un día para el otro que era todo lo contrario.
ESTÁS LEYENDO
Crisis.
Teen FictionSi tomamos la tristeza como menos y la felicidad como más a continuación obtenemos la suma algebraica de momentos multiplicados por tiempo y divididos por espacio, y obtenemos exactamente un relato de muchas páginas que aburriría a muchos, pero a mo...