Comienza el verano.

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La navidad de 2014 luego de las 00:00 vino a casa, a dormir conmigo, esa noche fue preciosa, me regaló un vestido unos auriculares y unas alpargatas que necesitaba porque dentro de una semana me iba de vacaciones con mis amigas. Habíamos organizado irnos en una semana, hasta comienzo de diciembre no pretendíamos salir a ningún lado, pero la mamá de Nadia propuso irnos a la playa juntas y llevarnos a las 3, claro que comenzamos a buscar departamentos y sin darnos cuenta ya teníamos los boletos comprados y contábamos días para viajar, iban a ser las vacaciones perfectas. Un día antes de viajar, el vino a dormir a casa, yo salía el 1ro de enero a las 7 de la mañana, así que el vino el 30, para dormir conmigo hasta el 31, La mañana de principio de año partí para mar del plata, donde nos esperaba un mono ambiente citado a una cuadra de la plaza colon en un tercer piso de un edificio, mi emoción era incomparable, aunque admito que me preocupaba saber que íbamos a estar una semana sin vernos con Iván, así es, nunca habíamos pasado más de tres días sin estar juntos, realmente lo iba a extrañar, a necesitar muchísimo, pero aun así pretendía pasarla de la mejor forma junto a las chicas. El primer día comenzó con los mensajes prometiendo extrañarme, y preguntándome si había llegado bien, para el segundo día ya me había confesado que no pretendía afeitarse hasta que vuelva, y me repitió muchas veces que me porte bien y que me cuide, cuando corría el tercer día, ya los mensajes se tornaban distintos, me decía a forma de chiste que iba a ir a esperarme a la terminal porque me extrañaba, me pedía que vuelva y que él iba a esperarme, prometía esperar a que llegue en la parada del micro. El cuarto día se quejó de que no haya llegado, diciéndome que había estado ansiosamente viendo los micros que pasaban para corroborar que yo me baje de alguno, pero que no fue así, al parecer no salía, decía que me necesitaba porque no toleraba estar tanto tiempo en su casa, que se ponía nervioso porque su familia trataba de que salga, y no se llevaba muy bien con todos, así fueron todos los días restantes, puros mensajes pretendiendo que vuelva, mensajes donde me hacía sentir que realmente necesitaba verme, donde se enojaba en broma por no haberme comunicado con él, o donde actuaba como un nene porque decía que me extrañaba y era su culpa, así era señores , ALGUIEN ME EXTRAÑABA. El día que volví a Lanús, el fue con mi mama a buscarme a la parada del micro, bastó bajar, verlo y abrazarlo, sabía que no estaba dispuesta a pasar nunca mas tanto tiempo sin vernos. Cuando llegamos a casa espero a que estemos solos para besarme de una forma dulce y suave, sentí sus labios de una forma que nunca lo había hecho, me abrazo por la cintura mientras mis brazos colgaban en su cuello, me miró fijo y me dijo con su voz hermosa que me había extrañado, seguido de muchos besos, se notaba que era real, me había extrañado y me agarraba como si no quisiera que yo me aleje, nos prometimos no estar nunca mas tanto tiempo lejos, ambos estábamos completamente seguros de que no habíamos nacido para estar separados, que nuestro sentido de vida era estar unidos.

Con respecto a esa semana tengo que admitir que convivir con las chicas fue un desastre, y fue el mejor escándalo de mi vida, nos perdimos por muchísimos lados, gastamos la plata de una forma completamente irresponsable, Parecíamos nenas chiquitas.

Cuando corría febrero, cuantos más días pasaban más cerca nos encontrábamos de que las clases comiencen y mis miedos eran más grandes en cuanto a no poder verlo de la forma en la que quería hacerlo, nuestros horarios no coincidían, yo entraba a las 7 y 40, y salía a las 12, el entraba a la 1 y salía a las 6, yo volvía a entrar a las 6 y salía a las 10:10. Así es, parecía que todo estuviera diseñado para que no podamos vernos con la frecuencia que estaba acostumbrada a llevar, para ese mes ya las cosas cambiaban entre nosotros, no voy a decir que estaban mal, a decir verdad nunca sentí que las cosas entre nosotros estén mal. Para mí siempre todo se corregía en el momento donde lo encontraba abrazándome, tanto mi orgullo como el de él en ese instante se anulaban, pero tengo que admitir que comenzamos a conocernos más y a darnos cuenta que teníamos ciertas diferencias, lo que eran detalles como que yo no quiera levantarme de la cama y que el insistiera para salir a algún lado, hacían que me dé cuenta que había cosas en las que no coincidíamos, yo creía que era incondicional, pero se presentaban momentos donde estaba triste por haber discutido con mi mamá, o con mi hermano y el actuaba como si lo único que le importara fuera que el enojo no sea producido por él, y dejaba a un lado mi mal humor, había veces que hasta me mencionaba que cuando se me vaya la bronca habláramos, porque no quería que me la agarre con él, no me parecía una actitud muy empática, pero tenía que entender que no podía pretender que él me comprenda, soy una chica con una gran carga emocional y no tenía porque aguantar mis inseguridades o angustias.

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